Capítulo 2

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—Señor, disculpe; señor

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—Señor, disculpe; señor.

Un llamado que parecía ser lejano y con distorsión se percibía cada vez más próximo de él, sin embargo, juraría que no había nadie a su lado cuando se dispuso a cerrar sus cansados e irritados ojos. No era menos de lo que se podía esperar, estuvo toda la noche en ese parque —siendo específicos—, en esa banca en posición fetal para resguardarse del frío, a la vez que pensaba en los desafortunados hechos de las horas anteriores, como si el tan solo mantenerlos en la cabeza resolvería algo de su volcada vida. Lamentablemente para el albino, había solo un camino que tomar si en algún futuro se arrepentía de su decisión y deseaba volver con su padre Endeavor, y no estaba dispuesto a perjudicar la felicidad de la señorita Yao solo por caprichos de otros.

Sacudió su cabeza levemente para prestar atención, frotó su rostro con suavidad mientras trataba de despertar, dirigió con lentitud y sueño su mirada a la persona que estaba al frente de sí llamándole tan desesperadamente.

Cabello con rulos húmedos, de color verdoso con forma de arbusto; pecas que adornaban todo su rostro como si del cielo se tratara y estrellas fueran lo que lo acompañara. Unas enormes esmeraldas que parecían tener una luz propia muy brillante dentro, porque se sentía alumbrado con ellos.
El gesto de preocupación que tenía el chico era por él, se cercioró de que nadie más estuviese ahí para poder confirmarlo.
Después de salir del trance en el que tanto tiempo había estado; se percató de la tormenta que había. Los árboles se movían de un lado al otro de forma salvaje, el viento era frío, no; era helado, tanto que pensaba que se congelaría de no ser por su quirk de fuego. El chico seguía frente a él con una larga y curiosa chamarra amarilla, Shoto pensaba que era demasiado grande para un cuerpo tan pequeño pero ignoró eso para centrarse en la situación, dándose cuenta de que esa chamarra era lo único que le acompañaba y entonces se preguntó porqué parecía un ángel. Todoroki comenzó a sentir un enorme calor en toda su cara a pesar de que ahí afuera había una de las más peligrosas tormentas jamás antes vistas.

Todoroki Shoto... —musitó con sorpresa al poder observarle desde un mejor ángulo. Se sacó la chamarra, la envolvió alrededor del de ojos heterocromáticos, lo tomó de la mano y procedió a correr con él.

El de los ojos heterocromáticos sabía que la persona que lo llevaba con tanta desesperación de la mano, era ajeno a su círculo. Cualquiera que fuera; familiar o social, no lo conocía de ningún lado y tampoco es que hubiesen dicho mucho uno del otro como para tomarlo de aquella forma tan cálida en como lo estaba haciendo el de las bellas esmeraldas.

Se sentía aún más estúpido cuando recordaba que días anteriores había jurado no ser ingenuo pero ahí estaba, dejándose arrastrar por lo que se asimilaba a un pequeño conejo asustadizo. Quiso detenerlo y pedirle que dejara de tomarlo de esa manera sin embargo, no lo hizo. Apretó su mano libre y luego la aflojó, al menos quería una respuesta, en el peor de los casos, si sería secuestrado quería saber al lugar donde se dirigían porque estaba seguro que nadie lo ayudaría. Pensó incluso en negociar con el chico para dejarlo vivir, no es que algo lo retuviera en el mundo pero tampoco es como que quisiera morir; a él le gustaba la soba y desconocía si en el más allá habría algo igual de delicioso como lo era tal platillo.

Decepcióname lentamente ✓Tododeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora