Decepcióname lentamente ✓Tododeku

Capítulo 16

Hijo del antiguo símbolo de la paz; provoca pelea y agrade físicamente a un chico indefenso.

Nuevamente el héroe defiende a los suyos antes que a la sociedad que peligra.
Una vez más nos demuestra la acertada decisión que tomamos al revocarlo de su puesto a él y su compañero Shoto, pues ambos se encontraban en la escena y ninguno intervino para parar las malas acciones del menor. Se entiende que se trata del mayor de los hijos del héroe Deku; quien ocasionó un ahogamiento en su víctima. Ahora mismo se encuentra fuera de peligro y se esta recuperando en el hospital, mientras el agresor esta tranquilamente a salvo en su casa. Ese es el beneficio de los hombres llenos de poder.

Quédate con nosotros para más noticias.

—¡Izuku! ¡Escúchame!

Sí, el de los cabellos negrizos había peleado, pero no provocado la pelea.

Estaba de más decir que eran el centro de burla y agresión escolar por las noticias de su padre. Los chicos a esas edad suelen ser bastante crueles y en ningún momento se limitaron al decir cosas horrorosas que ni siquiera les constaba.
Los chicos estaban aprendiendo a vivir con ese tipo de cosas lamentables que no podían controlar aunque, todos tienen un límite que sin duda alguna, la sociedad ya había sobrepasado.

—¡Estoy cansado! ¡Nos iremos de aquí! —exclamó mientras se quitaba los guantes y los arrojaba con molestia al sofá. No era culpa suya y verdaderamente, no era culpa de nadie. El mundo era de esa manera y él lo sabía. All Might le había advertido antes de darle su gran responsabilidad a él; lo que conllevaba tan grande título y creyó poder manejarlo, lo estaba intentando hasta ese momento en que todo se vino abajo. Se preguntaba si todo estaba perdido y luego, se volvía a cuestionar qué era <<todo>>.

Lavó sus manos con brusquedad para después llevarse el dedo derecho a la boca y morderlo. Tenía la manía de morder uno de sus dedos cada que algo no le parecía; molestaba o preocupaba. En diversas ocasiones había hecho sangrar aquellos delgados y débiles dedos intentado calmar los sentimientos que amenazaban con salir y provocar el infierno mismo en la tierra. Era una bolita de masa con ojos esmeralda, pecas y cabellos esponjosos, pero todos tenían un límite y por supuesto; un carácter. Izuku no era la excepción en ese aspecto.

Seguía mordiendo su dedo derecho mientras miraba por la ventana; aunque realmente no observara nada, seguía ahí y miraba hacia allá en busca de respuestas en su mente. Quería tranquilizarse, pensar de manera fría, ya había cometido bastantes estupideces como para hacer una más. Mientras su mente trabajaba, el menor de los cabellos negrizos apretaba sus puños, intentado contener sus lágrimas. Siempre intentaba ser fuerte porque quería no ser solo un reflejo de Izuku. Él quería ser incluso mejor que él, alguien digno de reconocer. Quería poder obtener esa fortaleza que tanto admiraba del peliverde pero también quería no decepcionarlo. Aseguraba que el mayor estaba lleno de expectativas hacia ambos, hacia Eri y él. Estaba consciente de la tarea que llevaba en los hombros. Ser un héroe digno como también el ser hijo de uno de los grandes; de un símbolo. La gente esperaba mucho de él, pero había algo que debían entender y es que él no era el pecoso. Deseaba serlo, pero no lo era.