Capítulo 4

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Los pensamientos de Izuku sobre su viejo amigo y ahora, su actual novio; estaban desordenados

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Los pensamientos de Izuku sobre su viejo amigo y ahora, su actual novio; estaban desordenados.

Más que desordenados, estaban mezclados. Como una suave fragancia femenina que se adhiere a una fuerte masculina.
Probablemente no debía revolverlos de tal manera porque los recuerdos que conservaba sobre sus momentos de niñez con él a los de juventud en la academia eran muy diferentes, inclusive en el momento actual; había sido todo un constante cambio que no se permitió detener a pensar debido a la ceguera de su alusivo amor.

Cuando lo conoció, lo que hizo, el cómo lo trató y en ese momento siendo su novio, sabía que estaba siendo bastante ingenuo pensando que algo que comenzó mal, terminaría bien porque no era su historia una sacada de algún tipo de libro fantasioso con olor a romance barato como espera o ansiaba de alguna película bien desarrollada en la que los personajes tienen un final en el cual viven <<felices por siempre>>.

¿Cuánto duraba un <<siempre>>? Estaba seguro que en su extraña relación, no existía ese lapso y no existiría a futuro porque su corazón comenzaba a presentir cosas, como el que <<felices por siempre>> llegaría más temprano si estaban separados que juntos.

Pese a saberlo, siguió aferrándose a una triste ilusión.

—¿Lo entiendes?

—¿Me estás mintiendo, maldito nerd? —juntó su entrecejo y lo miró de forma desafiante.

—¿Por qué lo haría, Kacchan? —susurró a su oído mientras le acariciaba dulcemente los cabellos que caían detrás de sus orejas debido a lo empapados que estaban por la lluvia.

—Espero sea verdad; a mí nadie me ve la cara, lo sabes. —dijo sin quitar la mirada de odio que se enfocaba en la puerta del departamento del menor.

En otra toma de la escena, se encontraba un bicolor jalando con molestia sus pintorescos cabellos, rogando que el chico estuviera bien y pidiendo que el rubio cenizo se fuera lo antes posible pues pese a no recordarlo; sentía como si tomaran sus intestinos y los presionaran sin temor a romperlos. Katsuki le causaba molestia, irritación, cansancio y estaba seguro que de ninguna manera podría verlo a la cara y fingir una sonrisa para estar bien con la persona que le estaba ayudando tan amablemente. Si ya de por si era difícil fingir una sonrisa frente a los periodistas, ahora imaginar a su persona tratando de sonreírle con gentileza al repulsivo chico de ojos rubí le provocaba el vomito en definitiva. Era totalmente absurdo y sabía que eso jamás iba a suceder.

Por otro lado, intentaba comunicarse con su hermana Fuyumi para avisarle lo ocurrido y que no se preocupara si no lo veía los siguientes días por ahí como siempre. Podría intentar hablar con la elegante chica de melena negra como la noche, pero sabía que debía estar interrumpiendo la conmovedora charla que sus padres le estarían dando en ese mismo momento y prefería ahorrársela él también, de hecho; compadecía tanto a Yaoyorozu, al menos él podía salir por su cuenta y volver a pedir un trabajo o vagar como vagabundo pero para una chica es diferente en todos los sentidos, sin contar al peligro que se exponen diariamente a pesar de ser heroínas de la justicia, casi nunca son respetadas y mucho menos ella por su... Voluptuoso cuerpo.

Decepcióname lentamente ✓Tododeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora