Era de mañana, lo supo por los fuertes rayos de sol que apuntaban a su suave rostro cruelmente. Recordando el dolor de cabeza y náuseas que sentía; posicionó con debilidad su mano izquierda frente a su rostro para cubrir los destellos de luz, en poco tiempo descubrió que un trapo húmedo le cubría la frente, lo quitó de su cara para levantarse y dirigirse a la ducha. Lo primero que hizo fue vomitar; devolver el estómago hasta sentirse mejor o eso quería creer pese a que su condición no era la mejor de todas. Una inmensa sensación de debilidad lo inundó en cada parte de su cuerpo y un terrible dolor de cabeza tan intenso que podía jurar que estallaría en cualquier momento. Se dirigió hasta el espejo donde quedó petrificado al notar golpes en su rostro, moretones y su labio roto. Ya comenzaba a entender porqué dolía tanto. Tomó la toalla que había y se metió a la ducha. El que un camión lo arrollara; estaba comparando ese dolor con el actual el cual era terriblemente intenso, pensaba que moriría en ese mismo momento.
—¿Todoroki-kun? —la dulce voz del pecoso llamó su atención, terminó por ducharse para envolverse en la toalla y salir de ahí.
—Oh, te diste una ducha. ¿Cómo te sientes? —cuestionó con una sonrisa en su rostro, aunque era un terrible mentiroso, su preocupación podía notarse desde lo más lejano.
—Estoy bien, ¿qué pasó ayer?
—Cámbiate, cuando estés listo ve a la cocina para desayunar y tomar tus medicamentos, te contaré ahí. —sin más; salió dejando a un Shoto con muchas dudas pero no era tiempo para traer de vuelta al detective que vivía en él, ahora mismo la cabeza le daba vueltas, se sentía muy mal como para pensar demasiado en cosas que el menor le podía explicar así que acató sus órdenes, se vistió con ropa holgada y salió directo a la cocina tal y como se lo había pedido el de los rulos. Estando ahí divisó la presencia de los menores que de inmediato se levantaron para ayudarle a llegar a la mesa sin que se esforzara tanto.
—¿Qué te pasó? Te ves terrible. —mencionó el de la gorra sin remordimiento alguno en sus palabras.
—Ayer que fuimos a la fiesta de bienvenida de Uraraka-san e Iida-kun, Todoroki se perdió un momento. Lo busqué por todo el salón pero no había rastro de él, hasta que Hitoshi me dijo que estaba en los baños pero al llegar ya estaba en esas condiciones. Alguien drogó, emborrachó y golpeó a Todoroki-kun.
—¿Por qué harían eso? ¿No pueden poner una denuncia? —cuestionaba la chica con preocupación en su voz.
—No. No sabemos quién fue y eso ocasionaría disturbio en la sociedad, así que vamos a olvidar el tema. Por ahora nos centraremos en ayudar a mejorar a este tonto. —comentó nuevamente con aquella sonrisa que todos amaban y él contagiaba a pesar de los problemas presentes. Sirvió el desayuno y tomó asiento al lado del albino.
—Kota-kun, ¿qué dije a cerca de los dispositivos en la hora de comida?
Midoriya podía ser una persona tolerable y amable pero si algo le incomodaba más que nada era que los menores u otros presentes tuvieran los dispositivos tecnológicos en mano durante la comida. Pensaba que podía irrumpir en la vida de los presentes y su tranquilidad. Era una regla que tenía desde que los adoptó a ambos. Además, gracias al dispositivo la comida se enfriaba y distraía bastante a los menores; él no quería que se enfermaran por comer una comida fría, así que siempre pedía que siguieran sus órdenes de la forma más atenta posible y sin sonar como un adulto malhumorado.
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Decepcióname lentamente ✓Tododeku
FanfictionEl héroe profesional Shoto acaba de terminar con su novia Yaoyorozu Momo en medio de la cena navideña del reencuentro estudiantil de la U.A. ¿La razón? Encontrar a la antes mencionada besándose con su presunta mejor amiga. La noticia se extendió co...