Capítulo 5
Scott
No podía ser cierto, solo había conocido a una persona con ese color de ojos. Me levanté rápidamente de la cama. Esto no era verdad, seguramente estaba dormido y teniendo una pesadilla. Pero entonces él se levantó.
- Scott – dijo con voz ronca.
- Busca tu ropa y te vas – espeté y me fui al baño.
¿Por qué entre toda la población de este maldito país tenía que despertar con... Fred?
No. No. No. No.
Me metí a la ducha y dejé que el agua cayera en mis hombros que estaban tensos. No recuerdo nada, no creo que haya pasado algo ¿O sí?
- ¡Ahg! – me jalé el cabello frustrado.
Asomé la cabeza por la puerta antes de salir, no vi nada extraño así que, salí del baño y fui a mi cuarto. Me cambié de ropa y bajé a la cocina, por donde pasaba había basura y no aguantaba el dolor de cabeza.
- Tu amigo se acaba de ir – dijo mi nana cuando llegué a la cocina.
- No es mi amigo – rugí – ni siquiera sé qué hacía aquí.
- Pues yo creí, puesto que, estaba aquí en la casa – se encoge de hombros.
- Pues no lo es – gruño.
- ¿Limpiarás? – pregunta y ruedo los ojos.
- No, voy a llamar a los de limpieza para que lo hagan – ella me da una mirada que significa un buen regaño.
~~*~~
Desde el domingo en la mañana cuando desperté con... Fred en mi cama, no he sabido de él. Bueno más bien yo lo he ignorado, no quiero que se me acerque, todavía no sé exactamente qué es lo que pasó esa noche, pero estoy seguro que no fue nada de lo que mi mente paranoica cree.
Simplemente nada de eso pudo pasar. Y ¿Por qué tan seguro? Simple. No me siento... raro. No siento nada fuera de lo normal en mí.
- Oye, ya casi es viernes y no le has dado su merecido de esta semana al idiota de Fred.
Al escuchar su nombre mi cuerpo se tensa.
- Lo sé, pero creo que me aburre – digo con indiferencia.
- ¿Qué? – me pregunta Noé.
- ¿Qué de qué? – refunfuño.
- Estás diciendo que ya no le vas a hacer nada al nerd de Fred – dice obvio Sergio.
- Pues es lo que tú crees, solamente dije que me aburría – lo veo – no que lo iba a dejar de hacer. Además, creo que me ha estado evitando.
- Yo también estaba pensando eso – dice con la boca llena Noé – desde tu fiesta no lo he visto cerca de ti.
- Creo que tiene miedo a que le hagas algo muy feo porque llegó con Addison – añade Sergio – y tu trágate eso cerdo.
Noé lo ve mal y entonces como si lo hubieran invocado, Fred aparece. Inmediatamente sus ojos chocan con los míos y es como si todo se hubiera evaporado, quiero apartar la vista, pero no puedo.
Siento un empujón en mi hombro izquierdo y despabilo. Pongo la mejor cara de amargado que tengo y desvío la mirada. Sin poder evitarlo vuelvo a buscarlo y lo veo sentarse en el mismo lugar de siempre.
- Es tu oportunidad Scott – me anima Sergio – dale su lección del día.
- Tienes razón – me levanto y me encamino hacia él.
Mientras avanzo entre el alumnado de la cafetería Fred levanta la cara y sus ojos vuelven a chocar con los míos. A diferencia del domingo; que su cabello era un revoltijo, hoy está perfectamente peinado.
Deja de pensar en eso – sacudo la cabeza.
Me detengo frente a él y entonces nada sale de mi boca. Las palabras se atoran en mi garganta ¿Qué demonios me pasa?
Sin saber muy bien qué hacer, me doy la media vuelta y salgo de la cafetería. Frunzo mi ceño tratando de pensar qué me pasó, camino en dirección a los baños. Antes de llegar la figura de Addison se cruza en mi camino.
Se ve enojada. Perfecto. Lo que me faltaba.
- Scott Miller, se puede saber por qué no me has llamado – cuestiona.
- He estado ocupado nena – frunce el ceño.
- ¿Haciendo qué? – se cruza de brazos.
- Cosas – me encojo de hombros.
- No me quiero enterar que me estás mintiendo Miller – ¡Auch! Dijo mi apellido.
- ¿Por qué te mentiría? – me acerco a ella.
- Pues no lo sé, pero te ves extraño – le tomo de la cadera y la pego a mí.
- Son imaginaciones tuyas – susurro cerca de sus labios.
- Eso espero – sonríe y me besa.
Le sigo el beso, pero esta vez se siente... distinto.
- ¿Qué pasa? – me pregunta cuando me separo.
- Nada, es solo que ya sabes que no me puedo controlar mucho cuando estoy contigo – miento.
- Cierto – se ríe – y estamos en el colegio.
- Exacto – me de otro pequeño beso.- Nos vemos luego entonces – se separa del todo.
- Adiós, nena – la veo alejarse.
Me quedo en el pasillo con esa sensación tan extraña.
¿Qué carajos me pasa?
Nunca me había pasado eso, es como si mi boca ya no le perteneciera a ella. Es como si, mi boca la rechazara, pero ¿Por qué?
Al final de las clases espero a Addison para llevarla a su casa. Necesito un momento a solas con ella, para saber que todo está bien conmigo.
- ¿Vas a entrar? – me pregunta cuando la dejo en la puerta.
- Sí – le doy una sonrisa y entramos.
- ¿Quieres algo de comer? – pregunta desde la cocina.
- Sí – contesto y mi mirada cambia – a ti nena.
Su respiración se trata cuando le digo eso. Sin darle tiempo a nada me acerco veloz y la tomo de la cintura. Estampo boca a la suya y la beso con pasión, o eso creo yo. Ella corresponde y la subo a la isla de la cocina.
Me coloco entre sus piernas, las acaricio y ella se estremece. Sigo subiendo y mi cuerpo... no responde. Sigo atacando su boca, mi lengua buscando la de ella, pero no siento nada.
Ella coloca sus manos en mis mejillas y entonces a mi mente llega un recuerdo... De pronto las mismas manos se posaron en mi cara, se sentían tan cálidas y me transmitían una sensación de paz. Pero éstas no eran esas manos, no son las de... él.
Me separé de golpe y vi a Addison, estaba hecha un desastre, le costaba respirar y sus mejillas se tiñeron de rojo. Me miró confusa y la ayudé a bajarse de la isla.
- ¿Qué pasó? – se acomodó el uniforme.
- Debo irme, recordé que mi nana me esperaba para llevarla al mandado – miento de nuevo.
- Oh, está bien – me sonríe tierna.
- Adiós – le dejo un beso en la frente y salgo de allí.
Ya en mi motocicleta no puedo evitar comparar las manos de ella con las de... Fred. Y al recordarlo mi cuerpo se tensa, sacudo la cabeza tratando de alejar ese momento. Definitivamente estoy loco.*Nota:
- Gracias por leer...
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Eres diferente© (+18) [TERMINADA] Ganadora De Los #PGP2021 #wattys2023
Teen FictionÉl se encuentra entre las sombras de no saber quién es realmente, pero no se imagina que el que lo ayudará a salir de la oscuridad es quien menos se lo espera. Corazones rotos, risas, y mucho, mucho... ¿amor? eso es lo que éste pequeño ser confundi...