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Jackson

No se lo que estoy haciendo, no sé porque lo estoy besando con  incluso más desesperación que la noche cuando lo conocí, lo escucho jadear contra mis labios, pero no puedo detenerme a mi mismo.

¿Que posibilidades hay de encontrarlo en mi despacho? La vida es una maldita broma, una que estoy tomando de la forma equivocada, pero no puedo hacer que me importe lo suficiente.

Es que recuerdo todo mi mal genio estos días, todo comenzó cuando desperté en aquella cama solo, era una idiotez esperar a despertar abrazado al prostituto que me contrato jaebeom para la despedida, pero lo estaba, me encontraba jodidamente enojado de ser dejado de esa forma con unas estúpidas palabras en un papel de mierda que se encuentra guardado en mi billetera.

Espero la despedida fuera de tu agrado, ten una larga vida perfecta casado y con hijos, muchas gracias por la increíble noche

Yi en

Sentía que era su forma de burlarse de mi, en cada palabra, se ría de mí matrimonio, pero también puede que no fuera de esa forma y solo me molestaba que el hombre con el que tuve el mejor sexo de mi vida estuviera deseando un buen matrimonio.

¿Pero que más podría desear el chico? Claramente no me iba a pedir que dejara todo por verlo otra vez y aunque lo hiciera no obtendría nada, no soy homosexual y claramente yi-en no esta en mis planes de vida.

—Gaga.. —

Susurra cuando me alejo de sus labios y comienzo a recorrer su piel con mi nariz, debería alejarme, debería hacerlo, pero no puedo.

—te dije que debes hacerte cargo de lo que tu belleza provoca, ¿lo dije o no? — mi voz suena gruesa mientras mis labios cepillan su piel.

—Gaga por favor... —

Su ruego me rompe, además la forma en que me dice Gaga, son tantos años en los que no escuchaba a alguien decirlo, no se porque le pedí que se refiriera a mi de esa manera, pero suena perfecto en sus labios.

—¿que quieres yi-en? Vamos nene, dímelo — tomo su rostro con mis dos manos y lo hago mirar directo a mis ojos.

—lo que quieras Gaga.. Lo que tu quieras—

Lo beso con pasión y el responde enseguida, pero me alejo de sus labios y lo giro, sus manos se apoyan contra la puerta, enseguida alza más su culo respingon y no puedo evitar dar una falsa estocada para escucharlo tratar de esconder un gemido.

—debes ser silencioso hermoso, la gente puede escuchar — susurro contra su oído mientras llevo mi mano a sus pantalones.

De un solo movimiento lo dejó desnudo de la cintura para abajo, el jadea y yo pierdo la cordura un poco más.

Esto no está bien, no lo está, pero no puedo detenerme, no lo hago cuando tomo su erección con una mano, tampoco me detengo cuando preparo su entrada para mi, porque no he dejado de pensar cuan apretado se sentía su carne sobre mi, incluso tocando a mi novia la noche anterior, no podía dejar de pensar en este chico.

—lo siento hermoso, pero no puedo esperar — siento como su cuerpo se tensa.

Llevo una mano a su boca para cubrirla mientas la otra acomoda mi erección en su entrada, ni siquiera puedo controlar eso y entro de un solo movimiento, escondo su grito con mi mano.

amando lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora