30.- Llegan más revelaciones

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A la mañana siguiente después de que Huey despertara, la familia estaba en la mansión. Donald se sentía abatido. Cuando abrazó a su sobrino él había esperado que ayudaría a Huey, pero al parecer provocó el efecto contrario. El pato vestido de marinero sintió desde el mismo instante en el que rodeó al pequeño entre sus brazos como su sobrino se ponía completamente rígido. Pudo además escuchar como su corazón comenzaba a latir con fuerza. Eso... le rompió el corazón. Todo lo que quería era ayudar a su sobrino, pero... se había equivocado de método.

Hacía ya un rato que se habían levantado cuando, sonó el timbre de la puerta. Eso les extrañó, así que pronto todos se reunieron en la entrada para ver quien había llegado, y al abrir la puerta, descubrieron que se trataba de la oficial Cabrera, que pedía hablar con ellos, al parecer había ido al hospital, y allí le habían dicho que ellos habían vuelto a su casa. Por eso había venido hasta aquí. El rostro de la mujer policía mostraba... un cierto grado de preocupación, lo cual no fue muy alentador para Donald. ¿qué era lo que la había puesto así?

"Sr. McDuck" dijo la oficial de policía mirando a su tío.

Por su parte, el tío Scrooge parecía sorprendido por la visita repentina y con cierta aprensión en la voz, preguntó:

"¿Sí oficial Cabrera? ¿Sucede algo?"

La mujer suspiró cerrando los ojos y a continuación respondió:

"En realidad sí, he... traído algo... que creo que deberían ver"

"¿De... de qué se trata?" preguntó Donald con cierto temor, en realidad, cualquier asunto relacionado con el secuestro o las torturas que hubiese podido sufrir Huey le daba miedo escucharlo.

La oficial de policía suspiró nuevamente y respondió a la pregunta del pato vestido de marinero diciendo:

"Es complicado de explicar, ¿puedo pasar?"

"Sí, sí, por supuesto, adelante" respondió su tío Scrooge haciendo espacio para que la mujer pudiera entrar en la mansión. Una vez dentro, fue Beakley la que habló entonces preguntándole a Gloria:

"¿Y bien? ¿Qué es lo que quiere mostrarnos?"

La mujer se removió incómoda, mirando primero a los adultos y después a los pequeños y dijo:

"No... sé si es bueno que los niños vean esto"

"¡Por supuesto que sí!" dijo Dewey de repente antes de que alguno de los adultos pudiera decir nada. La mujer policía abrió los ojos con sorpresa y completamente sorprendida, preguntó:

"¿Cómo?"

Louie y Webby corrieron a ponerse al lado de Dewey y entre los tres dijeron:

"Si queremos ayudar a Huey, nosotros también tenemos que saber todo por lo que pasó"

"¡No podéis ocultarnos nada!"

"¡Merecemos saber la verdad!"

"Queremos que Huey se cure lo antes posible, y por eso necesitamos saberlo todo"

Donald no dijo nada, era cierto que les habían ocultado demasiada información a estos chicos, y también era cierto que ellos también merecían saber la verdad... pero le daba miedo como les podría afectar lo que vieran. Al parecer la oficial de policía parecía pensar de igual modo, pues entonces, les dijo a los tres:

"Está bien... pero yo preferiría que no vierais esto-"

"¡No pensamos quedarnos aparte!" saltó de repente Dewey interrumpiendo a la mujer. Ella pareció convencerse finalmente de que era imposible hacerles cambiar de opinión y accedió, diciendo:

Guerra de GeniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora