22.- La ayuda está en camino

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Fenton no sabía cómo contener su emoción, ¡por fin! ¡Al fin había llegado el momento en el que descubrirían dónde mantenía Beaks prisionero a Huey! Y cuando tuviesen la ubicación, podrían ir allí y rescatarle, pronto el chico estaría a salvo de nuevo, pronto estaría en su casa, con su familia.

Tan pronto como descubrieron que Beaks había desconectado el GPS de su móvil, Fenton había estado a punto de reactivarlo al instante, pero Gyro le impidió hacerlo, alegando que era preferible esperar unas horas, ya que cuando Beaks apagó la señal aún estaba en Duckburg, por lo que eso significaba que muy probablemente el CEO de Waddle debía haberse puesto en camino hacia donde fuera que iba.

Según el Dr. Gearloose era preferible que reactivaran la señal cuando estimaran que Beaks habría llegado a su destino, ya que, de lo contrario, el loro podría darse cuenta de que el GPS volvía a estar activo, y entonces habría descubierto que tenía el móvil hackeado.

A pesar de no gustarle ese modo de proceder, el pato hispano entendió que el Dr. Gearloose tenía razón. Si no iban con cuidado, Beaks los descubriría, y eso tal vez provocaría que perdieran la única oportunidad de encontrar a Huey y Fenton no estaba dispuesto a correr ese riesgo. No, ese chico... su amigo, ya había sufrido demasiado bajo el yugo de esa mente enferma de Beaks. Además, la última vez que Beaks tuvo su GPS apagado, lo mantuvo cinco días fuera de conexión, era de esperar que en esta ocasión haría lo mismo... probablemente.

El becario miraba el reloj, literalmente, cada cinco, deseando que el tiempo avanzara más rápido para poder reactivar la señal del móvil de Beaks. Era tal su impaciencia que sus compañeros de trabajo, en especial su superior, parecían estar poniéndose nerviosos con su actitud.

"¿Quieres estarte quieto de una vez becario?" preguntó Gyro repentinamente con tono molesto.

El pato hispano se sorprendió momentáneamente ante la llamada de su superior, y mirándole con los ojos bien abiertos, le respondió tímidamente:

"¿Qué? Oh... lo siento Dr. Gearloose, es solo que... ¿cree que podríamos ya activar el GPS?"

Gyro soltó un bufido exasperado, el... veinteavo si no se había descontado el pato de plumaje marrón. Entonces, el pollo entrecerró los ojos hacia su subordinado y con voz tensa le respondió:

"No hace ni diez minutos, he contestado a esa pregunta, y la respuesta sigue siendo la misma, NO, aún es demasiado pronto"

Con cierta vacilación, el pato hispano comenzó a decir:

"Pero si ya han pasado..."

Antes de que pudiera mirar el reloj para confirmar el tiempo, el científico principal del Sr. McDuck respondió a su becario diciendo:

"Tan solo una hora escasa, tenemos que esperar al menos dos o tres horas, tal vez incluso cinco, para estar completamente seguros"

A pesar de saber esa información, el escucharla, hizo que Fenton comenzara a impacientarse aún más que antes, ¿cómo iba a soportar esperar tanto tiempo? No, sin duda deberían poder activar el GPS de Beaks mucho antes, ¿no? Tratando de convencer a su superior para que lo activaran en ese momento, el pato hispano comenzó a decir:

"Pero eso es mucho tiempo-"

Fenton no llegó a terminar lo que quería decir porqué repentina e inesperadamente, Gyro se volvió hacia él y con voz furiosa bramó:

"¡¿Crees que no lo sé?! Soy muy consciente de eso Crackshell, pero no voy a arriesgarme, no quiero errores, y adelantarnos sería un error"

El pato hispano retrocedió involuntariamente ante el arrebato del científico, ciertamente... no esperaba eso, además, era muy inusual que lo llamara por su apellido, pues habitualmente prefería llamarle por su título de becario o con algún mote inventado. Que lo llamara por su apellido era raro e inusual... algo nuevo. Pero Fenton no quería dejarse intimidar por lo que acababa de suceder, así que persistió en su tozudez diciendo:

Guerra de GeniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora