21.- Falta muy poco

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Beaks salió del coche de inmediato tras aparcar. Habían pasado cinco días desde su última visita a Huey, y sabía positivamente, gracias a la cantidad de cámaras estratégicamente ocultas, que Graves había visitado al chico constantemente disfrazado de los distintos miembros de la mansión.

A decir verdad, el CEO de Waddle estaba esperando el momento en el que el halcón se presentaría ante el patito vestido de rojo disfrazado de Gizmoduck. Constantemente revisó las cámaras hasta que finalmente lo vio con el disfraz del superhéroe. Cabe decir, que fue extremadamente gracioso ver como el halcón trataba de moverse con ese traje sin perder el equilibrio. A decir verdad, fue bueno que practicara, ya que no sería muy creíble que cayera de bruces frente al trillizo vestido de rojo. Beaks recordó sonreir cuando vio a Graves entrar en el cuarto donde estaba el patito, con la clara intención de cumplir la orden específica que le había dado, y recordó sorprenderse después cuando al rato lo vio salir de allí y regresar con unas cadenas saliendo momentos después sin ellas ¿Qué había hecho Graves con esas cadenas? Además, tras esto, había habido alguna otra ocasión en la que Graves se había disfrazado del superhéroe para visitar a Huey, normalmente cuando le llevaba la comida al chico.

La verdad, Mark estaba intrigado por saberlo todo, así que, entrando en el edificio, lo único en lo que se centró el CEO de Waddle fue en encontrar a su empleado. Y la verdad, no le llevó mucho tiempo hallarle. De hecho, el halcón pareció escucharlo, o tal vez le vio aparcar, la cuestión es que Graves salió a su encuentro diciéndole:

"Sr. Beaks, si ya ha llegado, quiere eso decir que tengo que desaparecer de la vista, ¿no es así?"

Mark sonrió ampliamente y con voz alegre, respondió:

"Sí, así es, pero antes contéstame a esta pregunta, ¿Para qué eran las cadenas?"

Los ojos de Graves se abrieron con sorpresa y tras aclararse la garganta torpemente, el halcón dijo:

"Las cadenas... ¿qué? ¿Pero cómo ha-? ¿Tiene cámaras espiándome?"

Con una sonrisa confiada, el loro gris se cruzó de brazos y con orgullo, proclamó:

"Naturalmente, al fin y al cabo, este edificio es mi obra, tengo el derecho de saber cuánto sucede aquí"

Graves rodó los ojos, aunque Beaks lo ignoró. Luego farfulló algo que Beaks no pudo entender, aunque al CEO de Waddle no le importó, solo le importaba una cosa, así que hablando con voz ligeramente impaciente dijo a continuación:

"¿Y bien?"

Graves lo miró por unos momentos, como si no supiera de qué estaba hablando, hasta que finalmente su mente pareció caer en la cuenta y comenzó a explicar:

"Ah, sí, lo de las cadenas... pensé que sería más mortificante para el chico si seguía viendo la montaña de cenizas de lo que fue su gorra, pero sin poder llegar a ellas"

Los ojos de Mark se abrieron con sorpresa, pero era una sorpresa agradable, jovial. Aún recuperándose de lo que le acababa de decir Graves, le preguntó:

"Es decir, ¿que le has inmovilizado completamente?"

El halcón negó con la cabeza y al instante comenzó a explicar:

"No exactamente, le he puesto argollas en las muñecas, con cadenas que le conectan a la pared. Le permite cierto grado de movimiento, pero no le permite llegar hasta la montaña de cenizas"

Beaks desvió la mirada y comenzó a decir:

"Eso es..."

El rostro de Graves se contorsionó un poco, tal vez porqué temía haberse equivocado y a continuación, el halcón preguntó con cierta aprehensión en su voz:

Guerra de GeniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora