28.- Un tenso reencuentro

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Ver a su hermano inconsciente no era algo para lo que Louie hubiese estado preparado. ¿Qué le había hecho ese loro a Huey? ¿Por qué estaba inconsciente? Él había esperado que lo iban a encontrar en alguna celda y que sólo tendrían que sacarlo de allí y escapar. Jamás habría pensado que esta misión de rescate se convertiría en una situación con rehén.

Pero la peor parte se produjo cuando el CEO de Waddle había amenazado con matar a Huey, y que, a pesar de sus súplicas para que no lo hiciera, el loro gris parecía totalmente dispuesto a hacerlo si no cumplían con sus exigencias. Afortunadamente, gracias a Webby que actuó en el momento preciso, y también gracias a Gizmoduck, su hermano fue arrancado de las plumas de su secuestrador.

Eso hubiese sido motivo de alegría de no ser que, por el grave estado en el que se encontraba Huey, su vida peligraba. Esto llenó al trillizo vestido de verde de un nuevo temor. Pensar que podrían perder a su hermano, le hacía sentirse terriblemente enfermo. ¡Esto no podía estar pasando!

Su hermano había sido secuestrado, torturado, y ahora, parecía... parecía que ¡podría morir! Él nunca había visto la muerte, especialmente no en alguien a quien quería, tan de cerca. Y de todas las personas, Huey era una de las que menos merecía estar en semejante situación.

A pesar de saber que el viaje hacia Duckburg fue increíblemente rápido, a él se le hizo eterno. La idea de que Huey pudiera morir durante el viaje le aterraba. Tan grande era el temor del trillizo más joven que no se atrevía a apartar la mirada de su hermano.

Ya en el hospital, después de haberse liberado de la carga extra, la angustia siguió cuando entre Webby y Gizmoduck les contaron lo que habían encontrado y cómo eso habría la posibilidad de que Huey les temiese. ¿Es que no podían ir ya peor las cosas? Afortunadamente, había una parte positiva... al parecer, había alguien, un amigo de Huey que podía estar a su lado cuando el patito despertara. Esa noticia le dio a Louie una pequeña cantidad de alivio. Al menos Huey no estaría completamente solo.

Sabiendo lo de este amigo de su hermano, Gizmoduck fue a buscarle, y al cabo de un rato, entró el mismo pato hispano (quien se presentó como Fenton) que había ido a verlos a la mansión junto con Gyro y su equipo para informarles de sus hallazgos unos días antes. Casi como si eso fuese una señal, un médico salió pocos minutos después para informarles:

"¿Cómo... cómo está mi sobrino?" preguntó el tío Donald nada más ver al búho de plumaje marrón y con gafas en los ojos.

El ave con bata blanca suspiró y hablando con voz calmada, explicó:

"Hemos hecho todo lo posible por él. Su condición ahora mismo es estable, su ritmo cardíaco se ha normalizado, aunque su fiebre sigue siendo bastante elevada, le estamos dando antipiréticos por vía intravenosa"

"¿Antipi-qué?" preguntó Dewey, y Louie se alegró de que hubiese sido su hermano y no él el que preguntó, así no quedaba como un ignorante.

"Es un medicamente para bajar la fiebre, pequeño" respondió el búho mirándole con una suave y cálida sonrisa.

"¿Qué más puede decirnos doctor?" inquirió entonces su tío-abuelo acercándose un poco al profesional sanitario. El médico le miró y respondió con la misma voz tranquila:

"El pequeño está todavía bastante grave, su nivel de deshidratación y desnutrición eran un poco preocupantes, pero estamos tratando ese aspecto por vía intravenosa también. Su saturación de oxígeno en sangre era... algo inferior a la media, por lo que le hemos puesto oxigeno para restablecer sus niveles de oxígeno a normales otra vez. Otro tema que me preocupa, son las abrasiones en sus muñecas, parecen haber sido producidas por un prolongado contacto con metal diría yo"

Guerra de GeniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora