25.- Reunidos al fin... ¿espera qué?

155 17 89
                                    

Cuando el avión se estrelló, pensó que todos iban a morir. Debería haber sabido que algo así podría suceder con Launchpad McQuack a los mandos del avión. ¡Oh qué distinto era volar cuando quien pilotaba era su hermana! Ella sí que era una piloto nata. Evitando tormentas que destrozaran el avión, hacer acrobacias aéreas con tanta maestría que no sentías riesgo alguno de perder la vida, pero, sobre todo, aterrizar con tanta suavidad que apenas se notaba que lo habías hecho.

McQuack en cambio, parecía ser todo lo contrario. Si veía alguna tormenta, en lugar de evitarla, volaba directamente hacia ella. Su pericia acrobática brillaba por su ausencia, y cada aterrizaje, si es que podía llamarse así, llevaba consigo la probabilidad casi segura de una o varias partes del cuerpo rotas.

A decir verdad, no entendía cómo el tío Scrooge permitía a los niños ir en avión con él, más que eso, no entendía como su tío Scrooge... bueno, en realidad, de su tío podía esperar cualquier cosa, incluso que tuviese al que parecía ser el peor de los pilotos como su chofer.

En fin, ese no era el momento de pensar en eso. Estaban allí para cumplir una misión, no podía dejar que un nuevo motivo de discusión con su tío le distrajera de la importante tarea que tenían entre manos.

Levantándose del lugar en el que había caído cuando el avión se estrelló, el primer pensamiento de Donald fue comprobar cómo estaban los niños y si se habían hecho daño:

"¿Estáis todos bien?"

"Sí, estamos bien tío Donald" respondió Dewey siendo el primero de los niños en incorporarse. Louie no tardó en seguir su ejemplo y se puso de pie diciendo:

"Sí, creo que este aterrizaje ha sido un aterrizaje bastante suave, teniendo en cuenta los que hemos vivido hasta ahora"

Donald abrió los ojos con sorpresa ante esas palabras y sin tiempo de contenerse, exclamó:

"¡¿Cómo?!"

Su tío, que también se estaba incorporando, se apresuró a calmar a su alterado sobrino diciéndole:

"Donald, no te sulfures, ahora no es el momento"

El pato vestido de marinero miró a su tío con furia durante unos instantes, pero al poco sus facciones se suavizaron y tratando de respirar calmadamente, dijo:

"Cierto, cierto... entonces lo que tenemos que hacer-"

Dewey le cortó de repente diciendo con voz emocionada:

"Lo que tenemos que hacer es ir allí de frente y sin mostrar miedo y patear a Beaks-"

Nuevamente los ojos de Donald se abrieron con horror al escuchar el plan que proponía su sobrino. ¡No! Sí hacían eso, Beaks se daría cuenta enseguida y huiría, probablemente llevándose a Huey con él antes de que pudieran encontrarles. Lo que proponía Dewey no era una opción, y así lo expresó cortando él al niño y diciendo en su lugar:

"¡No! Sí ese loro descubre que vamos a por él podría o bien escapar o utilizar a Huey en nuestra contra, tenemos que ser más listos"

Beakley asintió y mirando a Scrooge dijo simplemente:

"Coincido con Donald, no podemos atacar sin más, debemos trazar un plan"

El superhéroe que había venido con ellos, se acercó entonces al resto del grupo e incorporándose a la conversación, dijo:

"Estoy de acuerdo con eso, por lo que vi, antes de descubrir a los niños a bordo y antes de 'aterrizar' hay un edificio allí muy parecido... más bien idéntico al edificio de Waddle de Duckburg, por lo que, si estoy en lo correcto, esto puede sernos muy útil"

Guerra de GeniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora