Ciudad del fuego celestial fanfic

Dos días

Era tarde en la noche y Clary aún no había logrado conciliar sueño y la razón por la que no dormía era porque lloraba sin cesar. Se sentía una débil y estupida nena que no era capaz de afrontar un problema y mantenerse fuerte. Lloraba por su madre y Luke pero la mayor razón de su llanto era que extrañaba muchísimo a Jace y temía no verlo nunca más. Sus últimas palabras dirigidas a él habían sido "adiós, Jace" pero no un dulce adiós sino uno frío, fingido para que su hermano siguiera creyendo en su lealtad a él. También tenía miedo, mucho, y odiaba sentirse con temor.

Clary había pensado en aplicarse una de las primeras runas que había creado: Impertérrito, la Marca que quitaba el miedo, pero había desistido al darse cuenta que si se la aplicaba todo el miedo seria expulsado de su ser y bajo el efecto de Impertérrito hasta quizá confrontaría a su hermano diciéndole toda la verdad, arruinando todo el plan. Solo le quedaba aguantar dos días más que era el tiempo que ella había acordado con Jace para iniciar la segunda fase del plan, el ataque. Clary tenía que llenar la fortaleza de Sebastian con runas de debilitación- que primero debía crear -  para que cuando los demás atacaran todo el castillo diera de sí. Dos días, dos días y volverás con Jace y tu familia se repetía echa un ovillo en la cama. Clary tenía los ojos cerrados pero notó a través de sus párpados cuando la puerta de su cuarto fue abierta ya que un halo de luz se coló por ésta. Con los ojos aún cerrados sintió los suaves pasos que se aproximaban a su cama, decidió que lo mejor sería fingir estar dormida. Una mano le acarició la parte superior del muslo subiendo hasta sus caderas, Clary sabía que quien la acariciaba se trataba de su hermano lo cual le generó una inmensa repulsión pero de igual manera se forzó a quedarse quieta. "No te hará nada si cree que duermes" se dijo a sí misma en un vano intento de calmarse.

- Oh bella Clarissa, he esperado este momento por meses - susurró Sebastian sobre el cuello de la muchacha. Clary pudo sentir el frío aliento de su hermano. Ella se mantenía impasible, aun "dormida".

"No te hará nada si cree que duermes... ¿O si?"