Clary había pasado todo el día fingiendo estar libre de preocupaciones, para que Jace y los demás no se alteraran más de lo que estaban, pero ahora que se encontraba sola en su alcoba en casa de Amatis, no podía seguir engañándose a sí misma; estaba nerviosa por lo que ocurriría al día siguiente, temía por su vida, pero no temía del modo en el que debería. No le causaba miedo el hecho de saber que mañana podría ser su último día, lo que le aterrorizaba era el cómo reaccionarían las personas que le importaban tras su muerte. Su madre, Jocelyn, ya había perdido un hijo y a Clary le aterraba que no soportara perder otro, que Jocelyn no fuera lo suficientemente fuerte y decidiera cometer una estupidez. Simon también le preocupaba pero confiaba en que lograría sobreponerse y seguir con su vida junto a Isabelle. Y luego estaba Jace, Clary odiaria que luego de todo lo que tuvieron que afrontar las cosas terminaran mal para ellos, pero, siempre existía esa posibilidad. Jace era la persona más fuerte que ella conocía y estaba segura que, con esfuerzo, él podría superarla y salir adelante, como siempre hacía. Si Clary tenía que morir para que él viviera una vida plena y feliz, ella lo aceptaba.
Estaba tan absorta en sus pensamientos que no notó cuando Jace se coló en la habitación por la ventana abierta hasta que el muchacho le toco suavemente el hombro.
-Se te está haciendo una costumbre escabullirte a mi dormitorio- dijo la muchacha forzandose a sonreír. Tratando con todas sus fuerzas de mostrarse calmada- mamá y Luke se encuentran en el consulado, Marysee a convocado otra reunión. No volverán hasta mañana -le informó a Jace.
El muchacho no respondió, sólo podía mirarla. La amaba con cada fibra de su ser y un mundo sin ella era inconcebible para él. No podía dejar de preguntarse por qué el destino ponía tantas piedras en su camino. Era injusto. Él quizá lo merecía pero definitivamente ella no.
- Clary...por favor. No. -respondió con una voz que destilaba tanta angustia que el corazón de la muchacha se heló amenazando con romperse en mil esquirlas de hielo.
-Sabes que no hay otra opción- respondió ella en un susurro.
Lo que pasó luego la destruyó por completo. Jace, el chico más sarcástico de la historia, él que siempre estaba listo para peliar, él que se escudaba detrás de una máscara de frialdad e impertinecia estaba llorando. No era un llanto desconsolado, eran silenciosas lágrimas que rodaban por sus mejillas.
-Por favor, no me hagas esto. ¡No puedo Jace! Sabes que no hay otra alternativa.- le pidió Clary, ahora en sus mejillas también surcaban lágrimas. Tras una leve pausa continuó- Jace, te amo más de lo que nadie podrá amarte. Quiero que siempre lo tengas presente.
-Clary eres mi vida, eres absolutamente todo para mí. Nunca estuve completo hasta que te conocí. Sé que quizás no es el mejor momento para que te diga todo esto pero siento que debes saberlo. Mi mundo gira en torno a tí, lo que me pidas lo haré. Te amo y nunca nada ni nadie cambiará lo que siento por tí. - finalizó Jace mirandola fijamente con sus ardientes ojos oro que brillaban aún más a causa de las lágrimas.
Clary no respondió, sólo se abalanzó a sus brazos y ambos se fundieron en un apasionado beso que duró un instante aunque ellos lo sintieron como una infinidad. Y así, juntos, pasaron la noche. Quizá era la última que pasarían juntos y no la desaprovecharían. Tendidos en la estrecha cama se besaron sin cansancio y entre susurros se juraron amor eterno.
De ésta manera esperaron el alba que con él traía la inevitable batalla final.
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Ciudad del fuego celestial fanfic
FanfictionEsta historia es cómo YO me imaginaba que sería el libro número seis de Cazadores de Sombras. Todos los personajes pertenecen a Cassandra Clare, no son míos. IMPORTANTE: LOS CAPITULOS SON DE MI INVENCIÓN NO ES EL VERDADERO LIBRO. Parte dos disponibl...