Owen

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Estaba un poco desanimado ya que había invitado a Mar para que viniera con nosotros, sin embargo dijo que no, que no le gustaba mucho venir a este tipo de lugares.

Dmitri y Ewan estaban bailando con las chicas que había venido, yo por mi lado me acerqué al barman.

— ¿La misma bebida fuerte de hace rato? — inquirió, el barman, fruncí el ceño.

— ¿Qué...? — inquirí, confundido.

— Hace rato pediste la más fuerte, ¿Quieres la misma? — informó, caí en cuenta de que me confundía con mi hermano.

— Como sea — dije sin ánimo, no me gustaba mucho tomar, ya lo había hecho pero me mantenía en la línea, para no pasarme de alcohol.

Él me extendió la bebida y le di un sorbo, arrugué la cara sin poder evitarlo, te quemaba la garganta horrible. Hice ademanes de desagrado. El barman arqueó una ceja y me vio con burla.

— Hace rato parecía que podías con la bebida, ahora parece que no — negó, divertido.

— Hace rato era mi hermano gemelo, yo no soy tan fuerte como él — le comuniqué, él hizo un ademán de "ahh, ya"

— ¿Por qué dices que no eres fuerte? — inquirió, le sirvió una bebida a un chico que estaba a dos puestos de mí.

Pensé por un momento su pregunta, no sabría como responderla.

— Pues, mi padre dice que no soy lo suficientemente fuerte como mi hermano, ya que no hago ni obedezco lo que él quiere... — expliqué, le di otro trago a la bebida, esta vez sí lo pude controlar — no sé si quiero ser como mi hermano...

— Vaya, sí que estas en un aprieto — rodó los ojos para él mismo — yo creo que es mejor que te dejes ayudar por tú hermano, total es tú hermano y no te haría daño ¿O, si? — arqueó sus cejas y me vio expectante, desvíe la mirada.

¿Ewan me haría daño? Él era mi hermano y me quería, e iba a estar siempre conmigo y me iba a proteger, él me lo prometió aquella vez de niños, sin embargo algo en mí pulsaba con advertencia, como si debiera tener cuidado con él ¿Qué era lo mejor? Estaba tan confundido.

Giré a ver a Ewan, estaba bailando con Adaly y Rosse mientras Dmitri se divertía con Camille ¿Por qué yo no estaba divertidome con ellos? Estaba lamentando que Mar no viniera en lugar de divertirme, porque vine fue a eso.

Terminé la bebida de un trago y me encaminé hacia ellos, tomé la mano de Rosse y la pegué a mí, ella me vio confundida, luego sonrió y empezó a moverse estando recostada en mí. El alcohol ya estaba haciendo efecto en mí, gracias a eso me atreví a tocar su cuerpo mientras ella se movía.

El ambiente se sentía turbio pero excitante, sentía adrenalina corriendo por mis venas y la extraña sensación eufórica me dejaba consternado. Rosse se giró y unió sus labios contra los míos de una manera apasionada, tardé en corresponder, la tomé la cintura y la apegué a mí, ella sintió mi erección ya que se apegaba y restregaba en mí.

— V-vamos a la zona vip — jadeó cerca de mi oído, sentí una corriente eléctrica en mi cuerpo.

— No lo sé, yo no... — dudé en ir, era virgen y quería que mi primera vez fuese con alguien que me gustara, sin embargo sí quería ir con Rosse a la zona vip, no sé, quería arriesgarme.

— ¡Vamos, sé que te gustará! — insistió, me debatí nuevamente ¿Iba o no?

Giré a ver a Ewan y éste con la mirada me dijo "No seas cobarde y ve con ella" tragué saliva y asentí, él sonrió con orgullo y satisfacción cuando me vio irme con Rosse.


Entramos en una pequeña habitación y ella se lanzó a besarme, en la habitación  había varios tipos de objetos sexuales, los cuales no tenía ni idea cómo se usaban.

Ella se separó de mí y buscó algo en su bolsillo, abrí los ojos sorprendido al ver lo que era, ella inhaló y me pasó para que yo lo hiciera. Mi mano tembló al agarrarlo. Nunca había inhalado droga, sin embargo me arriesgue y lo hice.

Se sentía tan raro cuando subía por mi nariz, en instantes ya me sentía diferente, como ido, mareado, excitado, sentía tanta adrenalina que quería saciarla hasta llegar al éxtasis del placer.

Tal vez mañana me arrepienta de esto así que lo iba a disfrutar, ser otro Owen era increíble, me asustaba, no me reconocía.

Tomé a Rosse del cabello y la atraje a mí, la besé con desesperación, se quitó su ropa y yo la mía. Nos tumbamos en la cama, tomé el preservativo de la mesita y me lo coloque.

Observe con determinación a Rosse, era hermosa y la tenía a mi disposición, sin embargo deseé que en el lugar de Rosse estuviera Mar, porque de repente la vi como ella, negué y reprimí esos pensamientos, iba a estar con Rosse y debía de pensar en ella y no en Mar.

Con un movimiento rápido la penetre con fuerza, ella arqueó la espalda y se aferró a mí, salí y entré en ella en movimiento lentos y rápidos, esto se sentía increíble ¿Por qué no lo había hecho antes?

— ¡Sí, así, Owen! — gimió mi nombre y me fascinó eso, besé sus pechos y los masajeé con mis manos.

— ¿Te gusta? — inquirí, mi voz sonó ronca, obviamente excitada, ella jadeó y masculló un — entonces sigue gimiendo mi nombre — ordené y ella obedeció, enterró sus uñas en mi espalda y movió su vientre hacia arriba.

— Oh, Owen — mordió su labio y cerró los ojos, estábamos a punto de llevar al orgasmo.

— ¡Vamos, no te escucho! — la embestí con más fuerza. Mi corazón latía a millón, mi cabeza palpitaba de placer.

— ¡Owen! — arrestó mi nombre en un gemido, ambos llegamos al clímax.

Me tumbé a su lado, nuestra respiración era agitada. Me sentía tan bien, como que me había liberado con esto.

— ¿Quieres segunda ronda? — inquirió, pícara mientras jugueteaba con mi cabello, giré a verla y di una sonrisa ladina.

— Tercera y cuarta también — volví a unir mis labios contra los de ella.


(...)

La alarma resonó en la habitación, me removí incómodo, mi cabeza palpitaba de dolor, me senté en la cama, examiné el lugar, mi garganta dolía y súplicaba agua. A mi lado estaba una chica, la reconocí, era Rosse la chica de ayer ¿Qué hacia en mi cama y desnuda?

A mi mente vino un rápido flash back de lo que pasó anoche, me tomé la cabeza con ambas manos, me sentía abrumado.

¿Mierda, qué hice? 

Marshall: El Origen De La Maldición -Sin Editar-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora