Vegetto & Kefla - Conexión Potara.

73: Amarga soledad.

Varias horas después.

Ya era muy tarde y Kefla se aproxima a toda velocidad a la Corporación Capsula corriendo para evitar ser detectada.

Con gran habilidad heredadas por parte de Caulifla y Kale se introduce en el edificio sin que empleados, vigilantes, cámaras de seguridad, los Briefs y el mismísimo Vegeta se dieran cuenta de su presencia.

—Recuerdo que Vegetto me dijo una vez que la esposa de Vegeta es experta en tecnología y cosas raras...

La saiyajin recorre las instalaciones de la Corporación Capsula sin saber a dónde ir o que hacer, simplemente revisa cada habitación, cada salón.

—Me pregunto si tendrá un nave espacial, será vital en mis planes, no pienso quedarme quieta...

Al darse cuenta que estaba perdida y que no estaba logrando nada, salvo llevarse un susto cuando casi fue descubierta por Pilaf, Mai y Shu. Decide aproximarse al Pequeño Trunks subiendo a los niveles superiores.

—Este mocoso me odia, de seguro está feliz de tener al frentón con el de regreso...

Dándose cuenta que Trunks estaba encerrado en su habitación jugando videojuegos la saiyajin fusionada da marcha atrás.

—Hora de escuchar de que hablan la terrícola y el frentón— musita en voz baja para ella misma, tenía cierta curiosidad, sabía muy bien que no era su asunto pero le interesaba saber que hacia el príncipe saiyajin tras su pelea con Goku.

Siguiendo sus ki, se encuentra con que ambos están en la sala sentados en el sofá con cierta indiferencia y apatía el uno hacia el otro, la saiyajin afina su oído.

—Al menos cambia esa cara, desde que llegaste solo gruñes y miras todo y a todos con fastidió— lo increpaba Bulma.

—Tch, Kakarotto es un imbécil —Me harta y me cuesta creer que estuve fusionado con el por tanto tiempo.

Bulma le baja volumen a la televisión, el programa de farándula no le interesaba en lo más mínimo.

—Todavía no me dices porque te peleaste con Goku, haz estado actuando muy extraño desde que volviste.

—No es tu problema— contesta Vegeta cruzándose de brazos.

Inconscientemente Kefla sonreía, era una pequeña victoria para ella el hecho de que el príncipe no lo tomara todo tan a la ligera, en su mente aunque ella tratara de no mantener esa ilusión viva, se encontraba la idea de poder tener de vuelta a Vegetto.

Convencerlos de que se volvieran a fusionar para ella.
Pronto su mente estaba en un viaje, imaginando cosas, los minutos pasaban y la conversación del príncipe y su esposa había pasado a segundo plano.

—A Kakarotto le gusta aquella mocosa— decía Vegeta sacando de sus pensamientos a la saiyajin.

Bulma parpadeaba incrédula —¿Le gusta? ¿Q-qué?

—Que le gusta, le atrae, es una hembra saiyajin, de nuestra especie y tiene sus hormonas, la atracción entre macho y  hembra entre los nuestros es muy poderosa bajo ciertas circunstancias— dice Vegeta con cierta indiferencia.