Capítulo 16

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¿Cómo cuidar a Alba y no morir en el intento?

Ay, Diosito ayúdeme. 

Ya que veo el auto de Alicia desaparecer por la carretera, centro mi atención hasta donde Alba. Quien está a mí lado. 

—¿Qué quieres hacer cariño?

—Quiero a mi mami —dice con tristeza y se cruza de brazos. 

—Ay bebé, ya tu mami vendrá. ¿Quieres ver muñequitos? —le propongo la oferta que ningún niño podría rechazar, y ella acepta. 

Así que ahí estamos Alba y yo, en la sala de mi casa, viendo a unos cerditos que ríen raro.

Aproveche ese momento en el que Alba se entretuvo para ver sus muñequitos, para hacer todas las tareas que me habían puesto. 

¿Qué si era raro resolver matrices triangulares mientras ves Lazy Town? Tal vez. 

El tiempo pasaba rápido, y Alba no me había dicho nada, tampoco pedido nada. Lo que me encontré raro, así que traté de entablar una conversación con ella. 

—¿Y tú no tienes tareas, bebé?

—No tienes que hablarme como si tuviera dos años... —me aclara. 

—Tranquila, te hablo como si tuvieras seis. 

—¿Mi mami va a ver a mi papi? —pregunta Alba de repente, no esperaba que aún ella tuviera eso en mente 

—Mmm, no lo sé. ¿Tú quieres que ellos se vean?

—No, mi mami, y mi manito Allek, dicen que él es malo —me responde con timidez. 

—¿Y tú qué crees de eso? —le pregunto dándole toda mi atención. 

—Pues..., creo que es verdad. No lo veo nunca, y además cuando lo veo está molesto. Pero es mi papi, y no sé, creo que no me quiere —dice ella haciendo pucheros. Alba me va a romper el corazón. 

Dios, ni siquiera he visto al tal ¨Ricardo¨ pero desde luego lo odio.

—Ay, mi amor, ¿quién no te querría? Si eres super cariñosa. Pero si no ves a tu padre es por una razón, seguro y es mejor así, que no lo veas —le digo a Alba, con toda la ternura que mi voz pueda producir. Desde luego Alba despertaba mi lado tierno con los bebés. 

—Bueno...—dice ella y se enconge de hombros, mientras sigue viendo televisión. 

Un rato después llega mi familia. 

Y así en fracción de minutos Alba y Tiara se hacen mejores amigas, y hasta comienzan a jugar barbies. 

Ay, si así de fácil fuera conseguir amigos. 

—Dile a Mauricio que Mimi no aceptará un no como respuesta —le dice Tiara a Alba, mientras maneja a su muñeca satánica Mimi. 

—Qué imaginación que tienen —les comento a mis hermanos, mientras como el yogurt.

—¿Imaginación? Imaginación es que te robes los juguetes de acción de tu hermano, para hacerlos casar con tus barbies —me dice Kyle. Refiriéndose a cuando Antonella y yo le cogíamos sus juguetes. 

—Man, sí, Heather dejó de jugar con barbies como a los 12, ¿no les daba vergüenza, tan grandes y con las muñecas? —nos pregunta Dean. 

—Ay, Dean, como que si tú no jugabas conmigo. 

—¿Dean jugaba a las muñecas contigo? —pregunta Kyle interesado al no saber eso.

—¿Qué si jugaba? Él buscaba a Heather para que jueguen —le explica Antonella riendo. 

¿Destino o casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora