Capítulo 5

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Heather.

Dean estába apoyado en la puerta, con sus brazos cruzados. Automáticamente me aleje de Liam dando un paso atrás.

- Hey Dean, ¿qué haces aquí? -le pregunté de la manera más casual del mundo. Pues suponía que a esta hora estaba en la universidad.

- Pues aquí vivo. -dice Dean, y se acerca a nosotros hasta quedar al frente de Liam- ¿Tú qué haces aquí?

- Yo vine a traer a Heather a casa. Supongo eres su hermano.

- Hermano mayor -dice Dean tratando de sonar amenazante, pero vamos, es Dean.

- Ah, qué bien, yo soy Liam, un gusto conocerte - Liam le extiende la mano y Dean se la da saludándolo.

- ¿Liam qué?

- Sanderson.

- Me refiero a ¿qué eres? ¿novio, amigo, aman...

- Es mi compañero de escuela, y ya se tiene que ir -digo interrumpiendo- Liam es un chico muy ocupado y tiene que ir a practicar-Obviamente estoy mintiendo, no quiero que Dean haga como hizo con Michael, de mi antigua escuela, quien termino huyendo de mi casa luego de que Dean y mi padre se encargarán de ahuyentarlo con un largo interrogatorio. Hasta yo quería huir de mi casa ese día.

- ¿Qué práctica? -pregunta Dean queriendo sacar información de Liam. Para interpretar a Sherlock Holmes búsquenlo.

- Sí, ¿qué práctico? -me pregunta Liam, gira hacía donde mi cruzado de brazos expectante por mi respuesta.

- No ayudas Liam. Como sea, gracias por traerme, espero verte mañana.

- Adiós Heather, y adiós Dean. Y bien, nos vemos mañana.

Liam se acerca a mí para darme un abrazo de despedida o algo, pero Dean toce haciendo que Liam se devolviera y se montara en su carro. «Gracias hermano» pensé irónicamente.

Entro a la casa con Dean siguiéndome el paso.

- Hermana, ¿tan pronto ya tienes novio? Dios, sé que tienes la genética Peterson, pero espérate un poco, chica, debes calmarte ¿okey? -dice Dean bromeando un poco.

- Ay Dean, no es mi novio, casi y lo conozco de hoy. Simplemente afuera paso algo que...- Estaba pensando en como explicarle sin que lo malinterprete, pero nada se me ocurrió, es Dean-, bueno nos estábamos despidiendo.

- Pues Dede, la gente se despide con abrazos, no con besos..., que yo sepa.

- Bueno Bro, como dijiste; que tú sepas.

Dean coge la almohada del sofá y me la lanza, así es como empezamos una guerra de almohadas, y como toda guerra de almohadas, siempre hay un final trágico, y pues esta no fue la excepción. Así fue como por un almohadazo de Dean, el jarrón de mamá cae en el suelo.

Las risas de nuestra antigua pelea cesaron, y los dos nos miramos serios a los ojos.

- Ni tú dices nada, ni yo tampoco -dice Dean analizando la situación.

- Me parece perfecto, pero en cuánto crees que se dará cuenta mamá.

- Veremos cuanto nos dura la mentira -dice él, y se dispone a limpiar las piezas junto a mí.

Luego de que llegará mi familia y que todos cenemos me dispongo a subir a mi habitación.

Me siento en mi escritorio y busco una película en la computadora, justo cuando la voy a empezar diviso en la ventana de al frente a mi vecino, Allek. Él apenas cruza delante de la ventana ya que de una vez se va hacía otro lado.

¿Destino o casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora