Buenos Aires ~ 20

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Narra Peter:

Flashback

Acababa de legar a casa después de un largo día de escuela. Estaba en sexto de la escuela primaria. Subí a mi cuarto, dispuesto a hacer la tarea que me había puesto la profesora de matemáticas. No se me daba bien esa asignatura, así que la profesora solía darme tarea extra para hacer y así ir mejorando.

Coloqué mi mochila de color verde en la cama y me senté en el escritorio. Puse la carpeta de matemáticas encima de la mesa y saqué una lapicera para poder trabajar. Pero entonces, algo me interrumpió. Un sonido extraño, como de gemido, que venía del cuarto de mis padres.

Me pude imaginar lo que era, pero... Había algo raro. Mi padre aún estaba trabajando, por tanto, no estaba en casa. Pensé que tal vez era uno de mis hermanos, pero... ¿Cómo Martín o Pablo se atreverían a hacer algo con sus novias en el cuarto de mis padres?

Era rarísimo.

Durante un rato de silencio, por fin, la puerta del cuarto de mis padres se abrió. Fui rápidamente a asomarme, por lo que abrí un poco la puerta para ver lo que estaba ocurriendo en el pasillo. En primer lugar salió mi madre, y después un hombre al que ni siquiera conocía.

Ahí me enfurecí. Le estaba poniendo los cuernos a mi padre. Así porque sí.

Entonces, esperé a que mi madre acompañara al hombre abajo y volviera a subir a su cuarto, y fue entonces, cuando entré en acción.

Mamá dije desde la puerta de mi habitación.

Mi madre abrió mucho los ojos sorprendida:

¿Qué hacés?

Haciendo la tarea en mi cuarto estaba, tratá de no traer al amante cuando tus hijos estén en casa. Por respeto ya aunque sea a tus hijos, ya que a papá, por lo que veo, le perdiste el respeto ya.

Callate mi madre me murió furiosa.

¿Por qué iba a callarme? le pregunté . Es la verdad, estabas con él, ¿hace cuánto te estás acostando con él?

Sos demasiado pequeño para saber esas cosas, vete a tu habitación y seguí haciendo la tarea.

No, me duele lo que le estás haciendo a papá.

Más vale que papá no se entere, porque si no, te vas a enterar.

¿Me estás amenazando? la pregunté . ¿En serio me estás amenazando? Si se lo digo a papá, vas a ver lo que te pasa a vos, no a mí.

Si no decís nada, cuando lo necesites, te daré lo que quieras.

Lo pensé por un momento... Aún así, seguía siendo muy duro mentirle a mi padre en ese aspecto, por lo que no dije nada:

¿Cuánto llevas con él?

Mucho tiempo respondió.

¿Cuánto es mucho tiempo? – volví a preguntarle.

Mi madre tragó saliva:

Desde antes de que Bautista naciera.

¿Bautista es hijo de él?

No lo sé – respondió mi mamá.

La miré de arriba a abajo:

Me das asco.

Peter, a veces con tu papá hay problemas.

Soluciona los problemas, pero no sigas con esto. Puede verlo Bautista, o peor, lo puede ver papá – suspiré . ¿Qué querés? ¿Destrozar una familia?

Siempre he tenido cuidado.

Me da igual el cuidado que tengas, me das asco.

Te juro que te daré algo si no dices nada.

Da igual, ándate a la mierda.

Fin del Flashback

─...─

Narra Peter:

Lo que había ocurrido hace años con mi madre, me había separado de ella para siempre. Ya no éramos tan unidos, me daba un poco de asco estar a su lado. No podía mirarla con los mismos ojos. A día de hoy, no sabía si aún seguía con ese pibe manteniendo relaciones sexuales. Y no quería saberlo.

Por eso, la había amenazado. Ella me debía una de hace muchos años, y espero que cumpliera con ello.

Finalmente, se terminó la conferencia, junto con la cena final. Me despedí de todos nuestros familiares y amigos, y sus respectivos acompañantes, ya que todos se habían tomado al pie de la letra lo de traer pareja.

Subí con Lali a nuestra habitación de hotel. Ella había bebido mucho, no se encontraba muy bien.

─ Acostate – la dije ayudándola ─. ¿Querés tomar un poco de agua o algo?

Lali negó con la cabeza:

─ Está todo bien.

─ Has tomado mucho.

─ No tanto, pasa que hace muchos años que no tomaba y ahora me siento un poco mal y me duele la cabeza, pero no te preocupes.

─ Sabés que me preocupo por vos – dije, sentándome a su lado en la cama.

─ Gracias – me dijo ella teniendo brillito en los ojos.

Sonreí.

─ ¿Qué le has dicho a tu madre al final?

─ Nada, no te preocupes.

Ella me agarró de la mano:

─ Contame, por favor. No diré nada.

─ Te juro que no dije nada, eran cosas de familia.

─ Está bien, te creo – dijo ella ─. Por cierto, estuve pensando en algo durante la fiesta... Ya sé que el otro día te dije que, me pasaban cosas con vos, pero que quería ir despacio porque no confiaba en lo que decía la gente... Pero, voy a confiar en vos – se incorporó en la cama y sus labios se acercaron a los míos ─. Te amo, y gracias por todo lo que has hecho por mí. Nadie se ha portado tan bien conmigo como vos.

─ Yo también te amo hermosa – dije, haciendo que mis labios rozaran los suyos.

Pero en ese momento, mi celular comenzó a sonar.

─ Mierda... ─ dije riendo.

─ Atendé...

─ Perdón – dijo Lali.

─ No pasa nada, no te preocupes.

Entonces atendí el teléfono:

─ ¿Sí?

─ ¿Peter? Soy Eugenia. Cris me dejó llamarte, sé quién está insultando a Lali en la prensa. Tienen que arreglar el problema, y cuanto antes – Eugenia hablaba muy nerviosa, muy deprisa. Parecía que algo iba mal.

─ Tranquila, contame qué es lo que pasa, pero por favor, calmate.

─ No puedo calmarme. No sé cómo, pero Benjamín se está comunicando con la prensa para dejar a Lali en mal lugar, la llamó zorra, mala... La dijo de todo.

Miré a Lali, no, no la iban a dejar tranquila.

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