CAPÍTULO 22: CONFESIONES

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Siento mucho la demora, pero ya avisé que ando en muchas cosas: nueva novela, promoción de última novela, ¡nuevo curso! (lo cual es mi prioridad ahora mismo), vida... Pero lo prometido es deuda, y aunque pensaba cerrar en este capítulo la historia, creo que es preferible hacerlo en dos o tres y atar mejor los cabos. En un futuro, cuando pueda robar más horas, revisaré el texto, ya que hay muchas erratas y me arden los ojos solo de verlas, jajajaja. De momento, espero que disfrutéis este breve pero revelador capítulo. ¿Me dejáis un voto y un comentario, brujillxs?

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Diana ha aparcado el coche a un lado de la carretera principal y se está acercando a la casa abandonada, su lugar de reuniones. Saca el móvil del bolsillo y revisa los mensajes:

Ayer a las 23:00

GRANT: Mañana nos vemos, preciosa, estoy deseando abrazarte.

DIANA: Ya queda poco para que nos veamos.

Hoy a las 19:00

DIANA: ¿Estás viniendo?

Hoy a las 20:30

DIANA: Llegas tarde, eso te costará otro beso. Y de los buenos.

Hoy a las 21:30

DIANA: Una hora y media de retraso. Responde, por favor, estoy preocupada.

Suspira, abre otra conversación y teclea en la pantalla táctil:

DIANA: Estoy llegando.

CASSIE: ¿Y Grant?

DIANA: No sé nada de él. Ya te contaré...

CASSIE: OK :( Salimos de la fiesta ahora mismo.

La chica sortea un par de arbustos y camina hasta llegar a la casa utilizando una pequeña pero eficiente linterna. Ve luces oscilantes que derraman su luz desde el interior, por lo que apaga, se agazapa conteniendo la respiración y aguza los sentidos. Escucha voces al otro lado de la pared.

DIANA: Hay alguien dentro.

CASSIE: Vamos en camino. Ten cuidado.

Guarda el teléfono e ignorando las advertencias de Cassie se acerca al edificio con la intención de descubrir quién se ha colado. Por suerte, antes de salir de casa se ha cambiado los tacones en el último momento por unos botines bajos; la comodidad antes que nada. Está a punto de ver al intruso cuando el crujido de una rama a su espalda la obliga a volverse. Es un pequeño animal que la mira con ojillos brillantes antes de salir disparado hacia la arboleda. Ella suelta un suspiro, pero otro movimiento en el lado contrario la pone en guardia.

Lanza un golpe, pero quien la ha sorprendido detiene el puño sujetándola de la muñeca con firmeza.

La expresión de Diana pasa de la ira a la sorpresa al reconocer esos ojos azules que la miran con intensidad. Durante unos instantes ambos permanecen quietos, sin variar la posición, expectantes. Diana respira agitadamente, la adrenalina ha acelerado su corazón, que retumba con fuerza bajo su caja torácica.

-¿Grant? -pregunta en voz baja finalmente.

Se lanza a sus brazos y él la rodea en silencio, mesándole el pelo, enredando sus dedos en los mechones castaños de la muchacha. Poco a poco, Diana toma consciencia de la situación y rompe el contacto, entrecierra los ojos y frunce el ceño.

-¿Qué haces aquí? No has aparecido por casa y...no te dije que vendría a este sitio.

La desconfianza tiñe sus palabras, que se escurren entre sus labios trémulos.

El Círculo Secreto: Legado (The Secret Circle - Temporada 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora