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Hola a todos. Quería dar aviso que voy a colgar todos los capítulos que quedan de esta historia a la vez, debido a que no voy a poder estar mucho por aquí en las próximas semanas. Vosotros leerlo a vuestro ritmo, y ya me vais contando como os va pareciendo. Asi que, todo el lote completo para las que quieran maratón y terminar la historia.

Baltimore, octubre

Lily

Apreté el botón de los ascensores en cuanto llegué y esperé mirando al enorme gato bigotudo que estaba de nuevo danzando a sus anchas por el hall de entrada, esta vez ni me detuve, teniendo en cuenta que tendría poco tiempo para cambiarme y asearme un poco; no quería entrar en discusiones con la vecina extraña, ni tampoco quería que el animal me arañase. Como todavía era verano y dando por hecho que esa noche iba a ser informal después de la larga velada de la pedida de mano, elegí ropa que me favoreciese pero que no me resultara un incordio llevarla en casa, me puse: unos pantalones de lino anchos con cordón a la cintura y una camiseta blanca de algodón de tirantes, también me coloqué mis bailarinas de cuero favoritas. Me cepillé el cabello y me hice una coleta alta, y el siguiente paso fue volcar mi atención en otros aspectos de mí misma como el maquillaje, me había desmaquillado nada más llegar a casa, pero tampoco quería dar el aspecto de cara lavada así que usé un poco de máscara de pestañas y un labial muy neutro, eché mi perfume favorito y lista. Preparada para la gran noche.

Sentí una punzada en el estómago, pensando en que Mel estaría pronto a mi lado, reconozco que estaba completamente encantada de como estaban yendo las cosas hasta el momento, y podía decirse que toda yo hormigueaba de expectación.

A pesar de mis nervios, me reí como una idiota. No podía recordar la última vez que había estado tan nerviosa por un chico. Tenía el estómago revuelto y mi parte racional estaba gritando que no, que mantuviera las cosas con más calma, que aquello iba muy deprisa.

"Esto es de locos" me dije.

Cuando sentí girar el pomo de la puerta de la calle algo me dijo que iba mal, Mel no tenía las llaves de casa, y mi corazón se volcó en cuanto la vi en la jamba con su bonito vestido de pedida y su cara descompuesta.

—¿Lori? —Cerré los ojos— ¿Qué ocurre?

El pulso se me aceleró.

—¿Eso era un beso?

Se quedó callada mientras movía lentamente la cabeza.

—Tú y Mel...

De repente comprendí la furia de sus ojos.

—Me has mentido...

—¿Cuándo?

Estaba preocupada por si lo estaba haciendo mal. No le había comentado nada a mi mejor amiga porque últimamente estaba un poco susceptible conmigo y la pedida le traía loca.

—Os vi, en la fiesta, no puedes negarlo.

Supuse que había sido el momento de nuestro pequeño desliz, no había habido otra ocasión. Ni Mel ni yo nos habíamos dirigido la palabra antes. Esto era una auténtica locura, no comprendía por qué tenía que estar escondiéndome de mis propios sentimientos.

—Quería ir al baño y os vi.

Asentí, no podía negarlo, lo necesitaba.

—Sí, Mel y yo volvemos a estar juntos.

Me miró de reojo con mala cara, me quedé atónita, se suponía que estaba frente a mi mejor amiga, la única que me había ayudado en mis días difíciles, mi paño de lágrimas.

—¡Cómo has podido! Esto es una broma.

—Tranquilízate Lori, no es lo que piensas.

—¿Cómo que no?

Tal como éramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora