Más interrogantes que respuestas II

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Al medio día del tercer día, Jin Ling había llegado junto a SiZhui y JingYi, después de haber ido a saludar al líder de secta, ZeWu-Jun, y de ser instalado en las habitaciones en la que pasaría la noche, Jin Ling fue en busca de Wei WuXian. Al encontrarlo lo primero que Wei WuXian hizo fue llevarlo a un pequeño jardín para conversar un poco, no podía soltar una noticia así de la nada, sabía que Jin Lig debía tener explicaciones.

- Wei WuXian, me has hecho venir desde Torre Koi, tuve que poner varias escusas. - Dijo tomando un sorbo a la taza de té que sostenía.

- Creí que estarías enfermo en estos días, por eso mande por ti. – A Wei WuXian también le habían dado un poco de té, durante esos días, Lan WangJi le había prohibido beber la sonrisa del emperador, así que no podía consumir nada más.

- ¿Cómo podrías tú saber eso?, así es, he estado enfermo, pero no he sentido nada fuera de lo normal, como para que tú me hayas llamado. – Dijo Jin Ling un poco ansioso.

- Pero has venido, es decir que hay algo que te molesta, ¿Qué es? – Wei WuXian tomo un poco del té que tenía, aunque ya estaba un poco frio, he hizo una leve mueca de disgusto.

- Nada en específico, mejor explica el motivo. – Jin Rulan se dio cuenta de que había dicho un poco más de lo necesario, sabia lo inteligente que Wei WuXian es, y que con una pequeña pista llegaría a la verdad, pero no se fijó en que había dado un poco de información..

- Hubo unos problemas después de la cacería de la última vez. – Su mirada realmente era sincera y no ocultaba nada.

- ¿Un problema? –Jin Ling realmente sintió frías las manos.

- Al parecer, lo que sucedió ese día realmente no hizo daño, por lo que me gustaría que dejaras que nuestros médicos te revisen. – Aun con su actitud seria.

- Estas muy serio, es preocupante... Pero bien, si insistes, espero que valga la pena, pues ya estoy aquí.

Jin Ling fue llevado a los médicos quienes habían estudiado a detalle todos los documentos, fue revisado y le fue revelada la misma condición que la de Wei WuXian, sin embargo algo nuevo había sido descubierto.

- A mí me sucedieron síntomas similares ¿están diciendo que realmente yo...podría quedar...? - No se atrevía a decir esas palabras por más que quisiera

- Así es - habló el más joven de los sanadores - Pero encontramos que el nivel de maduración y fertilidad es diferente en cada persona, depende de la complexión, la salud y la edad.

- ¿La edad? - Pregunto Wei WuXian.

- Así es - respondió ahora el otro sanador - Mientras se es más joven, más posibilidades hay de concebir, aunque claro, la pareja con la que se esté también juega un papel importante.

- Un momento ¿me están diciendo que tendré que vivir con esta anormalidad por el resto de mi vida?

- Si no concibe así es, Joven maestro Jin Ling - El mencionado se puso pálido, pensar que siempre estaría con algo diferente al resto le erizaba los vellos de la piel.

- Maldición - Dijo Jin Rulan por lo bajo - Esto es peor de lo que podría imaginar - una vez dicho esto salió del lugar y camino sin rumbo por los Recesos de las Nubes.

Cuando estuvo lo suficientemente alejado soltó en llanto, se dejó caer de rodillas y guio sus manos a su rostro, si bien en ese momento ya tenía 20 años, no importaba que, si se sentía impotente lloraría, se contuvo de desmoronarse frente a todos, pero no lo soportaba más, comenzó a temblar y lloro hasta que no pudo más, una vez se hubo calmado se sentó y estuvo en silencio hasta que una voz lo saco de sus pensamientos.

- Jin Ling - Se escuchó la voz de Lan Sizhui, muy suavemente- Te estuve buscando por todas partes, ya es tarde, deberías volver y comer algo.

- Lan Yuan - Dijo en tono seco - Me aleje porque necesitaba estar solo, vine aquí sin saber que sobre mi había algo que es completamente inconcebible.

- Podrías desahogarte conmigo, sabes que estoy para ti - Respondió A-Yuan con una gentil sonrisa.

- ¡Maldición! de haber sabido antes, no hubiera tomado decisiones tan imprudentes, ahora ya no podré ver a la cara a la gente de mi secta.

- ¿Que tienes A-Ling?- Preguntó el mayor alarmado.

- Estoy maldito, eso es lo que pasa, un solo paso en falso y estoy arruinado - Volteo la vista hacia SiZhui, las lágrimas que había calmado ahora se deslizaban de nuevo, como una corriente interminable. El joven Lan no sabía que responder, y opto por tomarlo en sus brazos, no dijo ni una palabra, permaneció en silencio dejando que el menor llorara sin restricciones.

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