Piezas de Jade

Solo lo perdemos todo si nos rendimos en el camino

Wei WuXian dedicó una suave sonrisa a Lan WangJi, se inclinó para darle un beso en la frente, toco parte de la piel y la cinta, al sentirla recordó que necesitaba quitarla, se disponía a hacerlo cuando sintió un leve escozor en la garganta, luego se intensificó, y sintió como si quisiera devolver el estómago. —Un momento —dijo, pero vuelve a sentir asco, en ese momento ya no lo soportó y salió corriendo para sacarlo, cuando terminó, regresó con la cara pálida, pero exclamó con entusiasmo—¡Lan Zhan, no es esto un signo de…! —sus ojos brillaron de emoción.
Lan WangJi también sintió una enorme emoción, se puso de pie y corrió a abrazar a su esposo.
—Lan Zhan, ¿es posible…?— Abrazó con fuerza al jade, esbozó una radiante sonrisa— ahora quiero regresar rápidamente, y hablar con los doctores, jeje, quiero gritarlo.

—Mn. Descansa ahora, no debes desvelarte.

—Eh~ Lan Zhan, solo iremos a dormir así.

—Has estado muy cansado.

—Ah~ bien, llévame.
A la mañana siguiente, Lan WangJi, Wei WuXian y Jiang Cheng se prepararon para partir cada uno a su hogar.
Sin embargo, Lan Hua decidió posponer su partida, por lo que la pareja de esposos se encargaría de dar las noticas en Gusu.

—Jiang Cheng ¿ya te vas?
Jiang Cheng voltea. —Tengo prisa, no tengo, en absoluto, tiempo que perder.

Wei WuXian habló rápido para que pudiera ser escuchado. —Lo sé, lo sé, pero insisto en que deberías de hablar con ZeWu-Jun, se han alejado en estos últimos tiempos.

Jiang Cheng se sintió irritado por eso. —Tú no conoces la realidad de nuestra relación, no deberías hablar sin saber.

—No es que sepa o no como se relacionan, es evidente que lo estas evitando, que te alejas cada vez más, mi cuñado es el amigo que siempre quisiste, y tú lo eres para él, deberías pensar en eso.

—Wei WuXian hablaba con sinceridad.

—Hmph, eso es todo, que tengan buen viaje. —y se marchó en su espada.
Wei WuXian se sorprendió por eso. —Se despidió… el mundo arderá.

…

Jiang Cheng llegó a su hogar y fue recibido por un discípulo que le explicó que la señora Jiang estaba por dar a luz. Y en efecto, en el momento en que ingreso a la casa, habían muchas jóvenes corriendo de un lado a otro, gritando apresuradas por las cosas que necesitaban, se podía escuchar un “traigan más agua” o “apresúrense, es urgente”, Jiang Cheng no sabía mucho de partos, cuando YanLi tuvo a Jin Ling, fue atendida por médicos expertos, en realidad solo esperó donde le dijeron, ansioso sí, pero no podía armar un escándalo en la torre Jin, por lo que esperó lo más paciente que pudo. Sin embargo esta no es la misma situación, al menos no de acuerdo a lo que sus ojos veían, cuando estaba por preguntar a una muchacha al azar, una dama madura le habló.

—Líder de secta, es bueno que haya llegado, la señora comenzó con sus dolores desde la noche, y está débil.

—¿En dónde está el doctor?

—El doctor no estaba, ninguno de los que se encontraban cerca, envié a algunos a buscar en los pueblos más cercanos, no deben tardar en llegar, pero señor… ella, la señora,  no creo que lo logre —y comenzó a llorar.
Solo colocó sus manos en los hombros de la mujer, para reconfortarla levemente y habló.

—Iré a verla.

Entonces, Jiang Cheng ingresó a la habitación, habían tres mujeres atendiendo, una de ellas, estaba de rodillas frente a la señora Jiang, otras sostenía su vientre y la última limpiaba el sudor.

—Xu Fen. —Dijo con voz grave, pero calmada.

—Líder Jiang —La joven esbozó una gentil y débil sonrisa, que en su apogeo de energía sería más brillante que el cielo en verano. Levantó la mano con torpeza para intentar alcanzar la de Jiang Cheng, por su parte el hombre de túnicas purpura, dudó un momento, pero al final tomó esa pequeña mano entre las suyas.
Jiang WanYin suspiró y cerró los ojos. —No debí dejarte en estos momentos, prometí que te cuidaría.