El miedo corría por sus venas, y le helaba la sangre. Aliza temblaba, del pánico a ser abusada. Asdim tomó ambas manos de ella, y las juntó sobre su cabeza. dejándola indefensa ante cualquier movimiento. Una sonrisa perversa se dibujó en su expresión.
—No te preocupes, te trataré mejor que mi hermano... ya sabes, los pequeños no saben tratar con damas—rió—, yo, te puedo dar un buen rato... AGHK!— de la nada, escupió sangre como si hubiera sido atacado por el mismo satanás.
Y bien, era un demonio. Sans. Lo agarró del mentón, y giró fuertemente su cabeza. la tensión se acabó cuando se escuchó un sonido suficientemente fuerte, como para darse cuenta de que estaba muerto. la expresión de Sans estaba mas oscura que la noche, hasta que sonrió maniáticamente—Heh, estas equivocado amigo. Aquí el único que pasará un buen rato eres tú—se encogió de hombros—bienvenido al infierno—.
Se quedó quieto por un momento, pero la sangre salpicaba al rostro de Aliza, cuando comenzó a golpearle en el pecho, una, y otra, y otra vez, rápidamente.
—... Nadie. NADIE TOCA A ESTA HUMANA, ¡¿OÍSTE?! ¡NO VUELVAS A APARECER FRENTE A MI NI A ELLA!—.
Creo que Sans no se percató de que ya estaba muerto. Y siguió golpeándolo, hasta quedar satisfecho. Si tenemos en cuenta que además de estar loco de la cabeza, o mas bien, el cráneo... no tendremos un buen resultado de esto. Y Aliza, era la que lo tenía claro. observó estrépita el cómo Sans hacía trizas a ese monstruo. Los pedazos salían volando, y la sangre inundaba el bosque.
Fue ahí, en ese mismo momento, que Aliza se dio cuenta a lo que verdaderamente se enfrentaba. Un asesino.
Lo peor, es que ese asesino estaba obsesionado con ella.
Era fácil de notar en un principio, pero... Aliza no quería admitirlo. Además, no lo sabía con certeza, después de todo, él era un loco. ¿Cómo sabría lo que piensa? fácil, por sus acciones. Un loco no es de charlar sus problemas, es de hacerlos frente y atacar como si no hubiera un mañana.
Y ese tipo de loco era Sans.
Pasando por alto el hecho de que no sólo mata, sino también es un caníbal. Esto la preocupaba.
Sumergida en su propia conmoción, Aliza reacciona ante la voz benevolente de Sans—... Hey. ¿Tienes hambre? —preguntó, como si nada hubiera pasado.
Ante esto, ella trago saliva, y contestó—N-No.. —
"No luego de ver eso." pensaba.
—Genial, pues yo tengo hambre como la muerte. Así que vayamos a comer algo —comentó, manchado de sangre.
Aliza vaciló, y se puso de pie. La mirada de Sans seguía todo su pequeño cuerpo.
—... ¿Él te hizo esto?— tomó de la muñeca a Aliza.
—... Sí— murmuró. para continuamente ver cómo Sans lanza su hacha una vez mas, justo en la cabeza de lo que ya era monstruo muerto.
—Bien, ya tenemos el almuerzo—dijo como un auténtico psicópata.
—Volvamos de una vez. Es tarde, no queremos que nuestra cita se posponga, ¿Verdad? Hehehe...—sonrío pícaro.
En cambio, la confusión se mostró en el rostro de Aliza, reaccionando a una invitación, la cual ni si quiera tuvo opción de rechazar. Caminaron tranquilamente hasta salir del bosque, llegando a la casa de Sans y Papyrus. Sans no dijo nada en todo el camino. Aliza estaba angustiada al pensar que él planeaba comérsela. Aunque si pensaba mejor, el silencio es el inicio de muchos problemas.
—Sans...—murmuró rompiendo el hielo—No te lo he dicho antes, pero... gracias por salvarme—.
"No fue muy bonita la escena, la verdad. Pero en verdad le agradezco por ello" se dijo a sí misma. Sans guarda ambas de sus manos esqueléticas en los bolsillos de su chaqueta, y contesta —De nada, ya estamos en casa.—ensanchó su sonrisa.
Aliza quedó estrépita. Lo que acaba de decir Sans no tiene nada de malo, pero ella es demasiado atenta a cada frase. Y en este caso, el hecho de que Sans no haya dicho "Mi casa", sino que la pluralizo, como si ella viviera allí también, y eso le dio un extraño sentimiento. No sabría explicar si fue incomodidad, o halago.
Al abrir la puerta, no se sintió ningún aroma. Al igual que ningún sonido. "Qué raro.. ¿Papyrus no está?" se preguntó Aliza.
Ella entró primero, y Sans entró después de ella.
—Hehe, sé lo que esa carita confundida me dice. —rió—Nope, Papyrus fue a crear mas puzzles. Por lo que, no esta aquí en casa...—cerró la puerta. Y peor, se logró oír el sonido de la llave.
—Bien... ¿Comenzamos?—la sonrisa de Sans provocó que cada parte de Aliza se congelara.
Fin del capítulo 7
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el proximo cap saldra pronto
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autora
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Quiero comerte sin cortarte |SansxAliza Horrortale|
FanfictionLuego de evitar ser comida o asesinada por cualquier monstruo, decide convivir con ellos. Por suerte, logra salir ilesa. Un día, un monstruo intenta asesinarla, pero se sorprende cuando Sans aparece. Aunque... resulta que no es lo único que hace San...