Quiero comerte sin cortarte |SansxAliza Horrortale|

Capitulo 3 "Eso no es ketchup."

La inexistente luz del sol despierta a Aliza de la agradable y cómoda noche de sueño que tuvo. Abre los ojos y suelta un bostezo. Se levanta de la cama, y se sienta por un segundo a pensar, mientras observa fuera desde la ventana.

"¡Estoy... Estoy viva!" la agradable emoción de la humana junto a un sentimiento de alivio, hacen de ésta, una bonita mañana. Está muy feliz de haber sobrevivido una noche en la casa de Papyrus. Obtiene un poco de esperanza, tal vez, logre hacerse su amiga, pensó.

Aliza, sonríe alegremente, después de todo, no fue tan malo.

Se escuchan pasos acercándose a la habitación, la sonrisa de Aliza se desarma, ¿Quién es? se preguntó, pero recuerda que debe hacerse su amiga, Y firmemente, se atreve a enfrentarlo.

No se oía nada mas dentro de la casa, solo un ligero aroma a... ¿Salsa de tomate? De repente, la puerta se la habitación se abre, emitiendo un leve chirrido. Resulta ser Papyrus, se sorprende al encontrarse a la humana despierta.

—¡OH! ¡ESTAS DESPIERTO, HUMANO!—exlamó —, ¡GENIAL! ¡TENDRÁS LA OPORTUNIDAD DE DISFRUTAR MI GRAN SPAGHETTI DE LAS MAÑANAS! —concluyó con emoción el gran esqueleto.

Aliza se alivia un poco de que sea Papyrus, después de todo, era el mejor de los esqueletos. Contesta con un tono agradable —Gracias, Papyrus.. espero con ansias el spaghetti...—aunque, la idea de desayunar spaghetti, no sonaba muy atrayente. Después de todo... el spaghetti que hacia Papyrus, sabía algo... extraño. Digamos, horrible.

Papyrus interrumpe, contando una larga y terrible anécdota.

—OH, LA ULTIMA VEZ QUE UN HUMANO VINO A CASA, ¡TENIA HERIDA UNA PIERNA POR MI ÚLTIMO PUZZLE CON SANS! —movía las esqueléticas manos con guantes de cocina, mientras continua—, SANS LE CORTÓ TODA LA PIERNA, DIJO QUE ASÍ, DOLERÍA MENOS PARA EL HUMANO...—dijo sin una pizca de duda. ¿Confiará tanto en su hermanito?

—... LUEGO RECUERDO QUE EL HUMANO ESTABA TAN DESANGRADO, QUE TUVIMOS QUE VENDARLO... —bajó su tono —LE DI MI SPAGHETTI PARA QUE SE RECUPERE Y PUEDA CONTINUAR CON MIS PUZZLES, PERO. DIJO QUE MI SPAGHETTI SABIA MAL,   ENTONCES SE LO SERVI DE MANERA "ADECUADA". LUEGO SANS, SE ENCARGO DEL RESTO —finalizó, dejando tensa a Aliza.

Escuchar la facilidad con la que lo decía, era fascinante. Se quedó pálida. Casi se olvida que está en un lugar lleno de locos asesinos. Luego de eso, Aliza bajó las escaleras, y se sentó en la mesa. Sin embargo, Papyrus le dijo que el spaghetti iba a tardar, así que salió de la casa por unos minutos.

"Hmm... ¿Dónde estará Sans?" curiosa, bueno, no tanto. no quería saber si Sans, estaba por alguna parte haciendo un... "hot dog".

Miraba a su alrededor, no había mucho... sólo una que otra casa pero, silenciosas. Ella decide caminar más.

El sonido de los pasos de Aliza, no tardan en convertirse mas fuertes. Parece que, alguien la esta siguiendo... y de una manera muy obvia. Inconscientemente, empieza a temblar, su corazón se acelera, agitando su respiración.

—¡!—

De pronto, una mano cubre la boca de Aliza, la empuja al suelo, y la arrastra hasta el bosque.

—¡¡Hmmph!!— la humana, desesperada y asustada, no sabía que hacer. Sus manos se empezaban a empapar de sudor, estaba decepcionada de que sus esfuerzos por hacer amigos, terminen tan pronto. Las lágrimas se asomaban.

 "Justo estaba avanzando... ¿Y ahora moriré?" se preguntó sin fe.

Hasta que, se escucha un sonido extraño, como cuando cortas una sandía, pero en vez de salir jugo, salía sangre. Y no era de la humana. Caen gotas de sangre sobre la cabeza de Aliza, levanta la vista, y se queda sin voz.

El monstruo que le había tapado la boca y arrastrado, estaba cubierto de su propia sangre. Tenía clavada un hacha, que aparentemente fue lanzada desde la espalda, hasta atravesarlo por el pecho.

El monstruo estaba por caerse encima de ella.. Aliza se movió rápidamente, y el cuerpo del monstruo cayó al suelo bruscamente.

Y, detrás del cuerpo del monstruo, estaba alguien de pie.

Una leve ventisca, le da un escalofrio. Siente que tiene al peligro delante de ella, y si no huía, la comería.

Levanta la mirada y resulta ser...¿Sans? 

Aliza, con los ojos como platos, y ojos húmedos, se queda mirando detenidamente a Sans con la boca abierta. No sabia que pensar. Sans, en ese momento, tenía una sonrisa tenebrosa, estaba sudando, ¿Era posible que un esqueleto haga eso? 

Su mirada se dirigía hacia Aliza de modo que, le provocó una sensación de peligro que la hizo temblar. Sin embargo, Aliza no estaba del todo asustada, Sans la salvó... hipotéticamente.

Decide sonreí ligeramente, y esa expresión hizo que Sans se quede sin palabras, aunque su sonrisa seguía igual.

—Gracias... Sans— dijo Aliza con una voz suave y gentil; por fuera estaba agradecida, pero, muy en el fondo, estaba rezando. Después de todo, Sans era un asesino. Y a pesar de que la haya salvado, podría fácilmente tornarse violento con ella.

—Heh.  ahora tengo ketchup de sobra — comentó Sans con una sonrisa pícara mientras volteó la mirada a otro lado—, parece que le rompí el corazón, y le dejé un gran hueco ahí —señaló aquel pecho ensangrentado del monstruo en el suelo.                                         

A ella no le resultó nada graciosa esa broma, a pesar de que intentó asesinarla ese monstruo ajeno, no debía burlarse de su muerte...

Regresaron caminando a la casa de Papyrus. un silencio algo incómodo estaba en el ambiente. O al menos en el ambiente de Aliza. El sentimiento de caminar con un asesino, ¿Quién sabe que podría ocurrir en cualquier momento?

Por suerte, no ocurrió nada que tenga que ver con sangre al llegar a la casa de los hermanos esqueleto.

Terminando de "acompañarla" silenciosamente, Sans dice algo justo antes de irse.

—...La próxima, diles que ya eres almuerzo de alguien más. no dejes que te toquen un cabello, o se arruinaría el menú—hizo saber—Hehe... voy a tomarme una siesta— concluyó, con una mirada algo... peculiar. Ni tenebrosa, ni bonita. Era un intermedio. Y Aliza estaba totalmente estupefacta por las palabras que salieron de ese esqueleto ¿Acaso, la llamó almuerzo? 

Sans, con el hacha sucia en mano, la levanta. Ante eso, Aliza se exalta por un segundo. Por suerte, Sans apoyó el hacha en su hombro, sonriendo. 

—Nos vemos en la cena, humana—.

fin del capitulo 3

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