2: Si la quieres, aceptarás

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¿Quién era la humana que fingía ser Aliza? Sans dejaba notar su frustración, No sabe lo que pudo pasarle a su querida. No entiende cómo ni porqué. Sólo quería volver a mirar a su preferida. Ahora, no tiene la menor idea de dónde está.

Aquella interpretación barata de Aliza, habló.

—¿En serio crees que te lo diría? —lo miró con incredulidad.

—Maldita... si no me la traes de regreso, te voy a... —no pudo acabar, fue interrumpido.

—¿Qué? ¿Qué me harás? No seas idiota, No puedes hacerme daño... No puedes hacerle daño al cuerpo de tu amada, ¿Cierto? Hahaha...

Era evidente que llegó a sabiendas de eso.

—¿Qué mierda quieres entonces, huh? —preguntó agotando su paciencia.

—A ti —respondió sin dudas.

—¿A mi? ¿De qué demonios hablas? —la observa con rechazo el esqueleto.

Aquella humana sonrió, extrañamente, provocó un fuerte dolor de cabeza a Sans. ¿Qué estaba pasando?

—Hahaha... Ahora tengo el control. Harás lo que te diga, o tu preciada humana no regresará con vida —propuso sonriente.

Sans quedó en silencio. Es decir, ¿Qué podría responder? Ella tiene razón. No podría herir a Aliza, él sólo quiere que ella regrese... la calidez ya no estaba con él. El esqueleto podría volverse loco sin su balanza... aunque siempre estuvo loco.

Sans aún no sabía cuáles eran las intenciones de aquella humana. El esqueleto es consciente que, ningún ser similar, sea el mismo cabello o color de piel, jamás podrá reemplazar a Aliza. Si al final podría volver a verla, hará lo que sea.

—...Bien, Joder. ¿Qué quieres que haga, eh? —habló con decisión.

—Me alegra que entiendas. Recuerda, la vida de Aliza depende de cómo me trates... Pfft. Esto será divertido~, ¿No es así? ¡Oh! Y no se lo digas a tu hermanito. ¿Acaso quieres que su vida también dependa...? —se burlaba. 

La humana cada vez sentía mas poder y eso era algo fascinante para ella. Por otro lado, Sans no podía hacer nada para salvar a Aliza en esos términos. Sin embargo... él no se dejaría engañar con facilidad.

—Hagamos un trato... —dijo el esqueleto.

—Veo que no eres tonto. ¿En qué consiste ese trato? —pregunta curiosa.

—Sólo te ayudaré, si es que cada vez que cumpla una petición, me das una pista de dónde está Aliza.

—Hmm... no lo sé, sigo teniendo su vida en mis manos. Deberías ser conocedor del control que tengo en esta situación, pero... Esta bien. Supongo que será divertido~ —aceptó con una egocéntrica sonrisa.

—¿Y aún no piensas decirme quién eres? —preguntó insatisfecho.

—No, deja de joder —replicó grotesca.

—Mi humana es cien veces mejor que tú, malnacida.

—Hahaha... cuida cómo me hablas, saco de huesos.

En un abrir y cerrar de ojos, otro fuerte dolor de cabeza atacó a Sans. No logra entenderlo, pero hay una probabilidad de que sea esa imbécil. El esqueleto sólo espera reencontrarse con Aliza, y poder compartir calidez nuevamente... Esto es un horrible castigo para él. ¿Será el karma por todo lo que le hizo a ella?

¡YA ESTÁ LA COMIDA! —avisa alegremente Papyrus.

La humana sonríe, pero no de una forma cálida. No era lo mismo que Aliza.

Simplemente fueron a comer. Sans tiene que ocultar de Papyrus lo que sucede. Está solo en esto. Él es el único capaz de resolver esto, nadie lo ayudará. Está bien. Si es para recuperar a la humana... no le importa estar solo. Después de todo, esta extraña persona, usando el cuerpo de Aliza para beneficio propio, busca diversión o quiere salirse con las suyas. 

¿Cómo puede tener el cuerpo de Aliza...? ¿O será una ilusión? ¿Podría ser una copia? Es confuso, Pero Sans lo descubrirá. Si consigue suficiente información, Él puede lograrlo. Es decir...

Sans, El esqueleto. ¿Qué podría salir mal?

Terminaron de comer. Y aquella despreciable humana quería dar su primer paso.

¡NO SE PREOCUPEN, HOY ME TOCA LAVAR LOS PLATOS! ¡NYE HE HE! QUEDARÁN MAS BLANCOS QUE MIS HUESOS..

—¿De que hablas, Paps? Mis huesos están mas limpios que los tuyos.

¡CÁLLATE, SANS! ¡TUS HUESOS ESTÁN MANCHADOS CON SALSA! DEBERÍAS SER MAS CUIDADOSO, COMO YO. ¡NYE!

—No es salsa... —susurra la humana.

—¿Uh? ¿Acaso sabes la diferencia? Que espeluznante —comenta Sans.

—¿Espeluznante? ¡Mírate en un espejo! —ríe con sarcasmo.

—Lo sé, soy irresistible —dijo sin pensarlo.

La humana gruñó de enfado. Sans y la humana debían hablar, salieron fuera para que Papyrus no los escuchara.

—¿Trajiste tu hacha, saco de huesos? — cuestiona, cruzada de brazos.

—Por supuesto. Tengo que tenerla para matar insectos que se acerquen... —la miró—... como tú.

—Dudo que haya alguno —dijo la humana sin haberlo escuchado.

—Por suerte queda uno con un carácter muy fuerte,ojalá pueda deshacerme de él pronto... —suspiró con cierta discreción.

Él simplemente esperaba acabar con esto pronto, No soportaría mucho tiempo sin Aliza.

La humana interrumpió, dándo su primera jugada.

—¿Recuerdas cuándo fue que besaste a Aliza?

—Qué carajo... ¿Tú como sabes eso?

—Cierra la boca, tengo el control y... ¿veo algunos recuerdos de Aliza? quizá... —respondió vagamente—Es asqueroso... ¿Cómo esa inútil puede actuar así en este lugar lleno de psicópatas? No puedo creer, ella soportó este horrible lugar. Es feliz contigo y Papyrus, por dios. Es asqueroso... ¡Debería sufrir! Tú deberías actuar como el loco que eres y matarla miles de veces sin descanso. ¿No crees?

Sans estaba congelado. Las palabras de esta persona, estaban repletas de odio y remordimiento.

—Ve al grano... —ignora con pesadez las palabras de esa humana por su propio bien.

—¡Dile a Papyrus que ustedes ya no serán una familia!... dile que Aliza ya no compartirá vivienda con ustedes.

—... ¿Qué?

La humana rápidamente arrebató el hacha de Sans, aprovechando que bajó la guardia. Se llevó el hacha hacia el cuello. Rozando el filo del hacha con la piel de la humana.

—Hahaha... ¿Lo harás? Vamos, di que sí~... ¿O acaso quieres que el cuerpo de tu humana sufra un dolor insoportable? —reía con maldad.

Quiero comerte sin cortarte |SansxAliza Horrortale|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora