Este momento, simplemente de imaginarlo excita. Ver en sus ojos mi reflejo, ver como se dilatan, como se vuelven rojos preso de la pasión, me encanta. Sus colmillos están fuera, los siento cuando soy presa de los labios de ella. Su marido, nos observa atento, me encanta sentir su mirada sobre mí, sentir sus manos acariciando mi espalda, mi trasero, mis brazos, mi pelo. Apoyada de rodillas en la cama, las manos de ella me acarician de igual modo, por el cuello, los brazos, los pechos, las caderas. Al llegar a estas, sus manos enrollan mi camisa y la alzan hacia arriba, para separarla de mi piel. Ambos me excitan con sus caricias. Es él quien decide parar sus caricias primero y se aleja, tumbándose en medio de la cama, observando atento como nosotras nos fundimos en el beso.
A falta del aire, nos separamos, pero ahora sus besos van a mi cuello. Me tensó al pensar que me mordería en aquel momento, pero no lo hace besa y lame, provocándome. De reojo, veo al hombre con su miembro duro fuera, mientras se masturba viéndonos. Le excita la imagen, me lo hace ver a través de sus ojos. Ella baja los besos por mi piel, de un tirón, se deshace de mi sujetador y devora mis pechos. Me tambaleo, pero mantengo la postura. Pero por mucho que me agrade sentir sus labios, su lengua, y sus colmillos sobre mis pezones, deseo lamer yo. Las ganas de comerle la polla me invaden. No a modo de como ellos lo harían, sino de manera figurada. Deseo lamer su miembro, deseo con ansias ser mi mano la que le acaricie.
- Cariño, la humana quiere otra cosa. -le dice el hombre con voz ronca.
La mujer deja sus caricias y al fin soy liberada para poder agacharme y acercarme a él.
- Dime que quieres pequeña. -me dice el hombre a medida que me acerco.
Mis ojos pasan por un segundo por los suyos, para volver a su miembro. Pero vuelvo a mirarle, y veo como se dilatan y se tornan de un tono rojo. Le excita ver como me acerco, ver como me deslizo cual gata hacia él.
- Quiero comer... -suelto sin pensarlo, desviando de nuevo la mirada a lo que deseo comer.
Su mano se mueve antes de acercarme del todo, unos pocos movimientos arriba y abajo, que me hacen ponerme celosa de la mano de él. Quiero ser yo quien le masaje, quiero ser yo quien lo lama, quiero ser yo quien le excite.
- En ese caso... -dice con voz ronca, sus colmillos han salido, se asoman a través de sus labios. -Sírvete con gusto, pequeña humana. -me susurra una vez me cuelo entre sus piernas.
Y con gusto lo hago. Su mano me deja paso a mí, con total autoridad lo agarro y lo acerco a mi boca.
- Tenemos una gata entre nosotros, cariño. -escucho la voz de la mujer detrás de mí.
Meto su miembro en mi boca, y con suaves caricias de mi lengua, hago una tendencia de arriba y abajo, introduciendo su punta en mi boca, pero solo la punta, mientras mi lengua hace pequeñas caricias sobre ella, de lado a lado, en círculos, justo en el medio. Según se me va apeteciendo.
- Y tan gata. -gruñe este con un pequeño gemido.
Ella suelta un gemido ahogado al escuchar a su marido. Le encanta saber que le gusta lo que le hago, sobre todo me encanta a mí. Saber que tengo ahora el control sobre él, ver que a ella esto tambien le provoca. Me excito de pensarlo, saber que lo que provoco en él, tambien le provoca a ella.
- Me alegro cariño... -dice meciéndose en la cama, noto sus manos en mis caderas, como se aferran a ellas y me pega contra ella. - ¿Me permites jugar con ella de mientras? -dice detrás de mí.
- Juega cual gustes, cariño. -dice este inclinándose hacia atrás.
- Bien. -suelta en un gemido.
![](https://img.wattpad.com/cover/204841063-288-k526413.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Relatos eróticos
Romance¿Qué hay que describir? Su título lo deja bien claro, esto son relatos.