Capitulo Trece

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<<Hongjoong>>

Si tuviese energías ahora mismo podría enumerar en voz alta o de cualquier forma cada parte de mi anatomía que siente malestar por estar toda la noche fuera de la cama, en el cuarto de baño metido sin poder dormir ni un minuto siquiera.

— Come despacio —Mingi se sienta a mi lado en la cama, señalando el humeante tazón entre mis manos —¿te sientes un poco mejor?

— Me siento con ganas de echarte de casa por convencerme de tener un hijo con diecisiete años —bebo un poco más directamente del tazón —y solo estoy en el primer mes de embarazo. Como siga así va a consumirme entero.

— Hoy iremos a la consulta —le doy el tazón vacio —nos llevará tu madre, es a las once.

— ¿Y que hora es?

— Las diez menos cuarto —bajo de la cama, sintiéndome algo mareado —¿dónde vas?

— A ducharme —me quito la ropa, entrando en el cuarto de baño —y no, no puedes entrar a menos que me desmaye en la ducha.

— Tendré que cuidar de ti y que mejor forma estando a tu lado —me meto en la ducha, bajo el agua caliente —¿seguro que te encuentras bien?

— Mingi —echo un poco de jabón con aroma a vainilla en la esponja —¿me ayudas?

La mano de Mingi pasa con la esponja por mi cuerpo de forma delicada, lenta, entreteniéndose en algunas partes de mi anatomía mientras yo me ocupo de lavar mi pelo, cerrando los ojos al sentir sus manos acariciando mi hinchado vientre, abultado solo un poco, sonriendo cuando siento sus labios presionando despacio, dejando un cálido beso, mirándole, tirando sin fuerza uniendo nuestros labios unos segundos.

— Mingi —me muerdo el labio inferior, aún pegado a los suyos —tengo que terminar de ducharme y me estoy quedando helado.

Con los ojos aún cerrados estiro mi mano, buscando la manguera de la ducha para aclarar todo el jabón y poder salir y vestirme una vez me seque pero no la encuentro, sintiendo la mano de Mingi en mi cintura cuando el agua cae por mi cuerpo, llevándose el jabón, cerrando los ojos cuando cae en mi cabeza, quedando envuelto en una toalla cuando termina, abrazándome a su cuerpo, sintiendo el calor que desprende, dejándole encantado que me seque, incluso cuando me viste, repartiendo besos en sus labios cada vez que una prenda cubre mi cuerpo, saliendo del cuarto de baño con nuestros labios unidos, gruñendo cuando el timbre suena, aviso de que mi madre ya está aquí para llevarnos a la consulta.

— No entiendo porque nos tiene que llevar mi madre —abrocho bien mi abrigo —es cosa nuestra.

— Pero somos menores de edad amor y no podemos ser atendidos sin el permiso de nuestros padres, en este caso tu madre.

Asiento despacio, aceptándolo porque no me queda de otra, saliendo de casa.


A las once en punto entramos en la consulta, acompañados en todo momento por mi madre, quien durante el trayecto hasta el hospital me ha interrogado para saber como me encuentro, si tengo algún síntoma. Incluso a Mingi le ha preguntado lo mismo, conformándose cuando ha respondido lo mismo que yo usando sus palabras.

— ¿Cómo te encuentras Hongjoong? ¿Has sentido algún tipo de molestia en estas cinco semanas? —miro al doctor, quien aplica una gran cantidad de gel en mi abdomen —no te preocupes alfa, no me comeré a tu omega, soy un beta respetuoso y casado.

Miro a Mingi, quien aprieta demasiado mi mano.

— Mingi relajate que me vas a destrozar la mano —siento el alivio cuando afloja.

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