Capitulo Diecinueve

243 28 5
                                    

<<Hongjoong>>

— Seonghwa —el nombrado, ahora en forma humana y vestido con ropa de Mingi, nos mira —¿cómo has sabido que él estaba aquí?

— Hongjoong será tu omega y esos bebes vuestros pero todo alfa es capaz de reconocer el peligro y odio a ese beta —le doy la taza que coge entre sus manos —Yeosang no lo sabe asique ni una palabra. Si dañan a un amigo mio, aunque a veces seas algo molesto, no dudo en defenderle.

— Hay algo más ¿verdad? —asiente dando un trago de la taza que aún mantiene en sus manos —puedes contárnoslo si quieres. No le diremos nada a Yeo.

— Ese beta que está obsesionado con Mingi fue mi pareja antes de conocer a Yeosang —miro a Mingi y a Seonghwa sintiéndome más que sorprendido —un error en la vida de todo alfa es salir con un beta. Le dejé por supuesto porque estaba obsesionado. Solo quería un alfa a su lado para ser importante, para ser alguien en la vida. Preferiría un harén de omegas la verdad antes que uno como él.

— Era una relación secreta ¿no?

— Casi mejor que sea así —respondo, mirando a Mingi —si Yeosang o cualquier otra persona se entera que ha tenido una relación con Jinhwan será su fin. No sabes el humor que se gasta Yeo enfadado.

— Creeme que si lo se Honie —señala las marcas que mi amigo le hizo —no querría ser su pareja la verdad. Mucha fuerza tienes Seonghwa para aguantarle.

— Estoy enamorado de él y me da igual el mal humor que pueda tener —se pone en pie —tengo que irme ya antes de que me llame. Siento la puerta rota, suerte que pude arreglarla.

— No te preocupes por eso —también me pongo en pie, siendo un error porque el dolor empieza de nuevo —ve tranquilo con Yeosang. Y gracias por salvarnos a los bebes y a mi.

Con un gesto y una de esas pocas sonrisas que Seonghwa suele mostrar se va. Miro a mi novio, quien también me mira cuando regresa de despedir a nuestro amigo.

— A veces pienso que el alfa es Yeosang y no Seonghwa —cojo la taza, yendo a la cocina —hubiese sido horrible si no hubiese aparecido a tiempo..

— Cuando estés un poco mejor le invitaremos a cenar como agradecimiento —asiento porque me parece genial.


Los días, las semanas pasan sin incidencias como aquella de Jinhwan de quien nadie ha vuelto a saber nada. Tampoco hemos hablado de ello en ningún momento, dejándolo como algo del pasado.

Dos semanas han pasado desde entonces y lo que si que no cesa son los movimientos de mis tres bebes, quienes agotado me obligan a estar gran parte del día sentado o tumbado, según más cómodo me encuentre, siendo así la única forma de no sentir dolor o esas molestias en mi espalda y barriga de ahora ocho meses.

— Parece que vas a explotar en cualquier momento —cojo el vaso con agua de mano de Yunho —¿el doctor ese que te atiende aún no dice nada para que nazcan?

— Quedan cinco semanas es lo único que dice —gruño, bebiendo un poco de agua —si no me hubiese parado Mingi le hubiese mordido por descarado. Mis hijos están deseando salir ya y yo cada día parece que voy a morir por el dolor que cada vez es más fuerte. Más te vale solo darme un sobrino de una vez porque Jongho no se merece sufrir así.

— Honie —le miro, cambiando la postura en el sofá tumbándome —en dos meses nos casamos. ¿Crees que estarás bien para entonces? A los dos nos preocupa porque eres mi padrino de boda.

— Para entonces tus sobrinos ya habrán nacido —cojo el plato con trufas de chocolate —¿quieres? Tengo que aprovechar que Mingi ha salido con mama para comer lo que me apetezca.

— Tan miedica como siempre —coge una —pero él tiene razón. Van a salir los bebes con cara de todos los dulces que comes a escondidas.

— No como tantos —me llevo una trufa de chocolate a la boca mordiéndola —más que nada porque tu cuñado no me deja un minuto a solas. Solo cuando voy al baño y hasta ahí tengo que ir acompañado. Otra razón por la que quiero que nazcan ya además de para conocerlos de una vez por todas.

— ¿Tenéis todo organizado ya? —asiento.

— La habitación ayudaste tu a montarla, la ropa que llevaré al hospital ya la he seleccionado y mama está más que lista para llevarnos al hospital en cuanto llegue el día. No quiero molestarla pero tampoco puedo ir solo porque aún soy menor de edad. Mingi no lo es pero yo que soy quien lleva a los bebes si —suelto un suspiro, viendo mi enorme barriga —tienes razón. Parece que voy a explotar. He engordado diez kilos creo o alguno más.

— Eso no es tanto —le miro, negando porque para mi son demasiados —miralo por el lado bueno. Esos kilos también le aportan algo a los bebes y no malo. Y en unas semanas después de tenerlos podrás bajarlos. Iremos ha hacer ejercicio tu y yo.

— Miedo me da ir ha hacer ejercicio contigo —dejo el plato vacio en la mesa —¿Jongho donde está?

— Con mama y Mingi —vuelvo a sentarme —en cuanto ha sabido que iban a comprar cosas para los bebes ni lo ha dudado.

Sin sorprenderme sonrío, acomodando como puedo el cojín a mi espalda, sentándome un poco más cómodo, cubriendo bien mi cuerpo con la camiseta de Mingi que llevo puesta y aún así me queda algo ceñida.

La puerta siendo cerrada nos llama la atención a los dos, más escuchando las voces de su prometido y de mi novio, quien se agacha dejando un beso en mis labios, ganándome una mirada de esas suyas que me dicen sin palabras que sabe que he estado comiendo, más cuando mira el plato vacio con algo de chocolate pegado en el.

— Yunho controla a tu hermano que no coma esas cosas —miro a Jongho, quien sentado en las piernas de mi hermano mayor no deja de reír —Mingi huele esas cosas a distancia.

— El beso es su radar para saber que como y que no —me siento en sus piernas, de lado, abrazándome a su cuello —no entiende mi precioso y gruñón alfa lo que son los antojos y tener tres bebes dentro.

— Lo entiendo perfectamente y por eso quiero cuidarte, cuidaros —sus manos como siempre se cuelan bajo mi camiseta.

— ¿Qué habéis comprado? —cambio de tema por no discutir otra vez lo mismo —conociéndoos seguro que ya no habrá sitio en la habitación de nuestros hijos.

— No hemos comprado tanto —Jongho se levanta, saliendo de la sala.

Miro a Mingi, confuso porque no comprendo, volviendo a mirar a Jongho cuando entra, viendo además la silla con la que trae, siendo solo una con espacio para los tres de forma que pueda cuidarles cuando salgamos.

Lágrimas caen sin poder remediarlo de mis ojos, abrazándome como puedo a mi mejor amigo y cuñado cuando se agacha hacia mi, besando cuando me suelta los labios de mi novio, de mi alfa, agradeciéndoles a los dos por el precioso regalo, miles veces mejor que todos los dulces que me pueda comer a escondidas, a no tan escondidas porque siempre me pillan.

 Lágrimas caen sin poder remediarlo de mis ojos, abrazándome como puedo a mi mejor amigo y cuñado cuando se agacha hacia mi, besando cuando me suelta los labios de mi novio, de mi alfa, agradeciéndoles a los dos por el precioso regalo, miles veces...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*Algo así es la silla que Jongho, Mingi y la madre de Hongjoong y Yunho compran para los trillizos*

No es un juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora