Capitulo Veintitrés

220 26 6
                                    

<<Hongjoong>>

Hace una semana ya desde que los trillizos nacieron y pocas son las horas en las que por la noche podemos dormir Mingi y yo, despertándonos cada dos o tres horas porque uno o los tres al mismo tiempo empiezan a llorar.

— No han pasado tantos días desde que llegamos a casa y ya estoy muriendo de sueño —se queja Mingi dejándose caer en el sofá —¿cómo pueden llorar tanto por la noche?

— Son recién nacidos Mingi.. necesitan atención todo el tiempo —dejo el biberón vacio de Hyo Suk a un lado —no son independientes para servirse su propia comida o cambiarse el pañal. Ten cuidado que no se te caiga Jung Baek.

— No se va a caer. No soy un padre irresponsable como para dejar que uno de nuestros hijos se haga daño.

Voy a responderle que a veces un poco inmaduro si puede ser, no irresponsable porque casi todas las noches se levanta él para ver que les pasa, pero me quedo callado al escuchar el timbre sonar sin parar, yendo a abrir con Hyo Suk en mis brazos casi dormido.

— El omega preñado —frunzo el ceño —ya no tanto aunque estás gordo. ¿Mingi no te ha abandonado aún?

— ¿Seonghwa no te había arrancando tu asquerosa cabeza?

— Seonghwa no tiene nada que hacer en mi contra porque sabe que perdería a ese novio suyo —aprieto mi mano en la puerta —quitate de mi camino y dejame pasar.

— No eres bienvenido en mi casa —empujo la puerta para cerrarla, casi lográndolo cuando me detiene —he dicho que te largues beta estúpido. Aquí no haces nada.

— Que bonito bebe —aparto a mi hijo antes de que le toque —dejate de tonterías niñato. Mingi no te quiere y menos así de gordo y feo.

— A quien no quiero es a ti —me aparto un poco mirando a mi novio —¿qué haces aquí Jinhwan?

— Deja al omega y ven conmigo —gruño, con fuerza, viendo tocar a mi novio con total libertad —no te dará nunca toda la felicidad que te mereces cariño.

— Honie ya me ha dado toda la felicidad desde el primer suspiro que soltó en mi dirección —no puedo evitar sonreír sintiendo mis mejillas arder por el rubor —en cambio tu no eres más que un estorbo y bastante molesto Jinhwan. Vete de aquí, deja a nuestros amigos en paz y buscate un psiquiatra que es lo que necesitas en lugar de un alfa. Nadie querrá nunca a un lunático como tu.

— ¡Oh sales conmigo o destruiré a toda tu patética familia!

— ¡Mingi no! —grito al ver y notar su intención.

Apartándome siendo demasiado tarde veo como mi novio pasa de estar sobre sus piernas en su forma humana a estar en su versión lobo, saliendo de casa con cierta dificultad detrás de ese beta asqueroso y tóxico que solo es una amenaza sin sentido. Cerrando la puerta voy al salón, dejando a mi hijo en su cuna, llamando a Yunho sin quitar mi atención de los tres bebes que por suerte duermen.

— Hongjoong ¿qué ocurre?

— Ese beta.. Mingi ha salido corriendo detrás de él porque nos ha amenazado a los bebes y a mi —lágrimas caen ya por mis ojos, sintiéndome impotente —no quiero que a Mingi le pase nada.. duele.

— Estamos allí enseguida —asiento aunque no pueda verme —¿los bebes están bien?

— Están dormidos —les tapo bien con sus mantitas.

La llamada no tarda mucho en finalizar, sentándome en el sillón, abrazándome a mis piernas sin dejar de llorar, sintiéndome cada segundo que pasa peor, notando el dolor y la presión en mi cuello y no por la tensión exactamente.

No es un juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora