Capítulo -7

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-¡¿Qué haces aquí?!!

Esto no puede estar pasando, Nathaniel está justo frente a mi, este día no puede empeorar, me quedo mirándolo esperando su respuesta.

-Unos asuntos, además, no debes sorprenderte. -Dice casual, tiene una carpeta en su mano derecha y está igual que como lo recuerdo, solo que su cabello está más largo. -Te dije que nos veriamos pronto.

En ese momento, recuerdo el mensaje del número desconocido de la otra noche, (Está bien, pronto nos volveremos a encontrar, cariño). Esto quiere decir que estaba en lo correcto.

-¿Cómo conseguiste mi número? -Tengo esa duda desde que me escribió.

-Eso no importa ahora, por cierto ¿Dónde está tu noviecito? -Miro a mi alrededor y veo a Axel, en la entrada de la puerta, al parecer buscándome.

-Pues está allá. -Señalo en la dirección en la que se encuentra, al ver donde apunto,  frunce el ceño levemente.

-Pensé que habías terminado con él. -Escucho unas pisadas, que se acercan a nosotros.

-¡¿DÓNDE RAYOS ESTABAS?!! -Me grita Axel al estar frente a mi, se queda mirándome, esperando una respuesta.

-Pues.....¡Me encerraron, cariño!! -Me lanzo a sus brazos, este se queda confundido, al parecer no se ha percatado de quién nos acompaña. -No sabes cuanto te extrañé. -Finjo un sollozo, con la mirada trato de hacer que mire a Nathaniel, cuando este lo ve se sorprede, pero disimula.

-¿Qué hacías con mi novia? -Dice Axel cruzándose de brazos. Recojo mi celular del suelo antes de que alguno lo pise.

-Lo que no te importa, de ahora en adelante nos veremos muy seguido. -Sonríe coqueto.

-¿De qué te ríes?, que te veamos seguido no es algo bueno, es una tortura. -Dice Axel, lo miro un poco crédula, actúa muy bien, su cara parece enojada de verdad, al parecer el enojo de la cafetería, no se le ha pasado.

-Para mí, será un privilegio poder verte...-Toma mi mano y la besa. -Siempre, Alicia. -Mi hermano me hala del brazo, llevándome en dirección a la salida.

-Idiota -Creo que no se está refiriendo a Nathaniel, habla de otra persona, ¿Qué le sucede?

-Adios cariño o mejor dicho, nos vemos. -Es lo último que escucho que dice Nathaniel, antes de salir.

[...]

Hoy ha sido el día más extraño de mi vida, lo bueno es que tengo dos víctimas para mi lista de bromas negras; tengo dos listas, bromas blancas que son las inofensivas, como mojar a alguien con globos de agua; y bromas negras, que la primera persona que la probó, fue el chico que le atasqué la cabeza en el retrete; actualmente en esa lista solo tengo a Kate, Axel, Bratt y Rick, me vengaré de cada uno de ellos en ese orden.

No saben lo que les espera, Comienzo a reírme sin darme cuenta, tengo que controlarme o comenzarán a creer que soy loca.

Estoy en un inflable de pato, en la piscina que está en el patio trasero de mi casa, mi padre la mandó a construir hace cuatro años, tiene un lado muy profundo y uno bajo, para los que no saben nadar. Me la he pasado pensando en todo lo que ha pasado hoy, intenté llamar a Kate tres veces, pero no responde, es algo muy extraño en ella, siempre responde al segundo tono; Axel desde que llegamos se encerró en su habitación, no quiere hablar con nadie; No podemos olvidar a Nathaniel, no sé cómo mantener esta mentira de que Axel y yo, somos pareja, solo de pensarlo tengo nauseas.

Me bajo del inflable, comienzo a nadar al lado profundo de la piscina, tengo mi cabeza recostada en la orilla, estoy boyando, es algo muy relajante. De pronto siento una lamida en mi mejilla, me reincorporo rápidamente y miro detrás de mi.

Detras De Los Lentes De Sol... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora