Detras De Los Lentes De Sol...

Capítulo-20

-Pues... no te vi en varias clases y quería saber si todo estaba bien. -Sospechoso.

-¿Estás preocupado por mí? -Levanto una ceja acusadoramente.

-No sé. -Se encoge de hombros.

-Bueno, pues ya puedes regresar al aula. -Le doy una mirada de superioridad, él se cruza de brazos y se apoya de la pared, se ve como un badboy.

-¿Y si no quiero? -Me lo pone difícil,  pero puedo aprovechar esto para ayudar a Nathalia.

-Entonces, ¿Qué quieres hacer? -Copio su postura y me cruzo de brazos.

Suelta una risa, pero es sin humor. -Lo que quiero, no es posible. -Mira el techo y prosigue. -Me gustaría caminar un poco.

-Ya he faltado a varias clases hoy, una más no hará daño. -Le miro con complicidad, comenzamos a caminar al patio de la escuela, en el misma banca en que estaba con Nathalia unas horas antes, soy la primera en sentarme y él se sienta muy cerca de mí, pero dejando un espacio de por medio.

-Quiero hablar contigo. -Comienzo.

-Supongo que serás directa. -Se acomoda un poco. -Me gustan las personas directas.

Anotado, esto le podría servir a Nathie.

-¿Qué piensas de Nathalia? -Mi pregunta le confunde, parece que se esperaba otra cosa.

-Nathalia -Se repite. -Es... una buena chica. -Dice sin interés, auch, esto no va por buen camino.

-Es una chica agradable, bonita y muy inteligente. -Trato de hacer que se fije en ella por sus cualidades, no sé nada de estas cosas, nunca he ayudado a nadie a "enamorarse"  por así decirlo.

-Alicia, seré directo contigo, ya que veo lo que intentas. -Me mira, quiero quitarle esos estúpidos lentes, así puedo ver qué refleja su mirada.

-Lo sé, no soy muy convincente.  -Se acerca más a mí, a tal punto que nuestras hombros se rozan.

-No estoy en busca de chicas, tengo a una que ronda en mi mente desde hace años y no la voy a abandonar. -Siento una punzada en el pecho, debe ser por mi pobre amiga.

-¿Está en esta escuela? -Tengo curiosidad, no me culpen por querer saber.

-No. -Aunque no pueda ver sus ojos, siento que deben estar deprimidos.

-No te sientas triste, ¿Ella sabe lo que sientes? -Sé que no me puedo callar las cosas, eso me pasa por pasar tanto tiempo con Katherine.

-No estoy triste, quizá algo frustrado. -Hace una pausa, pero hago una seña para que continúe. -Una vez se lo dije, pero se alejó de mí y no sé si me recuerda.

Se quita los lentes, pero mantiene sus ojos cerrados, veo como una lágrima baja de su ojo izquierdo, se la quita rápidamente y se coloca sus lentes nuevamente, pude ver que tiene las pestañas muy largas, la envidia de cualquier chica; él parece que ama a esa chica de verdad, nunca he visto a un chico soltar una lágrima y no sé por qué me parece tan tierno.

-Sé que ella no se olvidaría de un chico como tú, además si se alejó es porque tuvo sus razones. -Pongo mi mano en su hombro, como una manera de reconfortarlo, creo que el día de hoy es en el que más comprensiva estoy, usualmente no me gustan estas cosas de sentimentalismo.

-Gracias... -Se acerca peligrosamente a mí, deposita un cálido beso en mi mejilla y siento un escalofrío repentino, luego me mira esperando que diga algo más, suena la campana, indicando el cambio de hora.