Detras De Los Lentes De Sol...

Capítulo-18.

-Pup. -Digo mientras lo presiono, ambos reímos, de repente él toma mi mano y la coloca sobre su mejilla, me mira y se acerca lentamente a mí...

En ese momento un destello repentino en mi cerebro me cega, esto parece una clase de recuerdo, hay un niño frente a mí, no puedo ver su rostro, lleva un smoking y tengo mi mano en su mejilla.

-¿Q- Qué haces? -Me preguntó el niño sonrojándose, tiene una voz muy dulce.

Es ahí cuando vuelvo a la realidad,  levanto mi cabeza lentamente, Maxwell, quien se encuentra de pie, me mira un tanto ¿aliviado?.

-Pensé que te ibas a morir. -Se agacha y me ayuda a levantarme.

-¿Qué paso? -Miro a mi alrededor, está muy tarde, creo que ya es tiempo de regresar a mi casa.

-Eh... solo te desmayaste de un momento a otro ¿Qué paso? -Me mira espectante.

-No lo sé exactamente, parece como un recuerdo, no estoy segura. -Veo como sus facciones faciales se tensan, pero en ese momento suena su celular, se aleja un poco para tener más privacidad y contesta, pero a pesar de eso pude escuchar algo.

-Sí señor, no se preocupe solo fue un contratiempo. -¿Estará hablando con su jefe de asesinatos? No, él me dijo que no es asesino, pero tengo mis sospechas presentes.

Pasan unos segundos, en los cuales sacudo mi falda, Maxwell se acerca trás finalizar su llamada y me hace una seña para que nos vallamos, es mucho camino, no quiero caminar, estamos muy lejos; ignorando mis quejas internas, nos encaminamos a la salida, pasamos por la cueva, la fuente, hasta estar en el sendero, desde ahí son ocho minutos de caminata.

De camino a casa, le pido a Maxwell que ponga algo de música, en este momento suena "Runaway" de Galantis, esa canción me encanta, muevo mi cabeza al compás del eléctrico ritmo, miro como pasan las casas trás la ventana, todo está iluminado por la amarillenta luz de las farolas; el trayecto fue mucho más rápido de cuando veníamos, ya que al ser de noche no hay muchos vehículos en la carretera.

Al estar frente a mi casa, miro las luces de adentro encendidas, es cuando me arrepiento de haber ignorado las llamadas de mi madre, ay lo que me espera, Maxwell parece notar mi preocupación.

-Si quieres te acompaño. -Me propone con una sonrisa.

-No, está bien, ya has hecho mucho por mí hoy, además ¿Qué pensará mi mamá si le digo que pasé la tarde con un chico que no conozco y que por eso no contesté sus llamadas?. -Suelta una risita al notar mi punto.

-Entonces... nos vemos mañana. -Dice extendiéndome su mano, la miro, me quito el cinturón de seguridad en un abrir y cerrar de ojos, rodeo mis brazos alrededor de su cuello en un abrazo, él al principio parece desconcertado, pero luego me corresponde, su colonia huele esquicita.

-Gracias. -Le susurro en el oído, me separo de él y le doy una sonrisa de agradecimiento,  abro la puerta y salgo sin esperar respuesta.

Es tiempo de encarar a la bestia...

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Saco mi libro de historia y lo deposito en mi pupitre. Se preguntarán qué pasó anoche, pues para resumir, estoy oficialmente castigada por una semana.

-¿Qué pagina es? -Veo a mi derecha, es Nathalia, ahora que lo pienso no veo a Nathaniel en ninguna clase, recuerdo que llevaba el uniforme ayer.

-La 12. -Ella lo busca en su libro. -Oye ¿Dónde está tu hermano? No se supone que estudia aquí.