Capítulo-34

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Esto no puede estar pasando, no puede ser real...

Su agarre en mis manos se hace más fuerte, cuando quiere quitarme el top, trato de poner resistencia, lo pateo repetidas veces en las piernas, ya que no puedo llegar a su entrepierna.

-Deja de luchar cariño, sabes que no te servirá. -Pasa su lengua desde mi cuello hasta mi mejilla.

-No entiendo, ¿Por qué lo haces, Nathaniel? -Mis ojos se humedecen con solo pensar lo que quiere hacer conmigo.

-Ah, no recuerdas, yo no soy Nathaniel, cariño. -Su respuesta me deja aún más confusa, pero entonces recuerdo a aquel niño de mis recuerdos.

-Cornelius. -Digo frunciendo los labios.

-Vaya, denle una paleta a la niña, buen trabajo, pero ya es tarde para recordar. -Estampa sus labios contra los míos, no le correspondo, volteo mi rostro a un lado. -Oh, está bien, me divertiré con otras partes de tu cuerpo, pero antes...

Me arrastra hacia una cama que está en una esquina de la habitación, sujeta mis manos a los barrotes de la cama con unas esposas y me coloca cinta aislante en la boca; las lágrimas fluyen con libertad por mis ojos, a él no le importa mi sufrimiento, solo quiere satisfacerse. Rompe la fina tela del top, dejando mi sujetador al descubierto, él sonríe antes de comenzar a besar mi abdomen, intenta bajar mis shorts, cierro mis piernas con fuerza, pero es un esfuerzo inútil, desliza el short por mis piernas, estoy completamente en ropa interior, me siento expuesta en contra de mi voluntad.

Siento que ya no me podrán encontrar, estas personas harán conmigo lo que quieran y yo no podré hacer nada para impedirlo...

Juega con el elástico de mis bragas, por instinto le atino una patada en la cara, veo como su mejilla comienza a sangrar, porque aún llevaba puestas las botas de tacón que me habían dado; eso no parece enfurecerle, de hecho parece haberle dado más excitación.

¿Es sadomasoquista o qué?

Siento una vibración en mi pierna, que proviene del bolsillo de Nathaniel o Cornelius, lo que sea, él suelta un bufido antes de contestar, se queda callado solo escuchando a la otra persona, veo como su rostro relajado, cambia a uno de enojo, lanza su celular al suelo, causando que me sobresalte.

-Al parecer alguien se quiere unir a nuestro juego. -Dice cerca de mi rostro.

¿Qué? ¿Otra persona vendrá a hacerme daño?

Maxwell Pov.

~Dos semanas antes~

Bajamos de mi auto, Axel sostiene el maletín mientras entramos a la central, los guardias de la entrada no querían dejar entrar a Axel, así que le llamé a mi padre para que le diera la autorización, entramos al elevador, preciono el botón del último nivel, ambos corremos a la oficina de mi padre, me sorprende que mi madre esté presente también.

-Oh, has traído al hijo de Parker. -Dice mi madre disgustada, desde que encontraron a Alicia y no a Teresa, mi madre le ha tenido rencor a la familia Parker, porque según ella, él y mi padre, pudieron hacer más para poder encontrarla, pero ella no entiende que hicieron todo lo que tenían a su alcance, bueno, hasta ahora.

Detras De Los Lentes De Sol... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora