ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ ࿐ ᵖⁱⁿᵉˢᶜᵒⁿᵉ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]

₍₀₅₎ ᴛʜᴇ ᴘʟᴀɴ ᴀɴᴅ ᴅʀᴇᴀᴍꜱ

↷By now together

—Bueno, tanto yo como Pines, nos mantenemos en movimiento para que los demás no nos atrapen con una emboscada —explicaba el más bajo acostado en un sofá mientras jugaba con el mismo tenedor de hace días. Wirt simplemente se mantuvo de pie, observando las exageradas pero divertidas muecas que hacia Bipper al hablar —.Pero ellos siempre están un paso más adelante, por esa razón siempre pierdo

—¿Qué te hace pensar que con mi ayuda podrás quitarte de encima a Pines? —cuestionó el de astas, está vez observando hacia un escritorio donde había un diario escrito a mano.

—Ya te he dicho que en estos momentos mis poderes son limitados. Fácilmente podría comenzar a buscar la cúpula, romperla y desatar el weirdmaggedon para poder tener todos mis poderes... Pero eso le quitaría todo lo divertido a la vida. Así que, ¿Por qué no tener un aliado él cual te ayude a cambio de lo que desee? Cabe la coincidencia de que justo hubo noche de luna de sangre, allí llegaste tú y junto con Dipper nos dijimos ¿Por qué no?

—Pero ni siquiera me dejaste opinar acerca de Wirt —comentó el chico como una voz en su cabeza.

—¿Quién es... Dipper?

—Solo el dueño de este cuerpo. Como ya te lo he dicho antes, comparto esta bolsa de carne junto con un perdedor, no es de lo mejor, pero es lo que hay —Bipper arrojó el tenedor que tenía en manos hacia Wirt, rozando uno de sus impares cuernos hasta chocar contra la pared y caer justo frente a sus ojos, encima del libro que se encontraba sobre el escritorio, aquel chico de ojos con pupilas gatunas no pudo evitar reír por la acción.

—De cualquier manera —balbuceó con un suspiro saliendo de sus labios, volviendo a mirar al "bromista" —,¿Cómo piensas rastrear la guarida de ese tal "Pines"?

—Yo no los "rastrearé", querido. Ellos nos encontraran —comentó "misterioso", levantándose por fin del sofá —. Mi lugar es el bosque, el suyo es el destruido y desolado Gravity Falls... Solo hay que acercarse lo suficiente al pueblo como para que ellos salgan de su escondite, peleamos un poco, algo de relleno no le vendría nada mal a la historia, escaparemos y cuando vuelan a movilizarse, aprovecharemos eso para arrebatarle los diarios. Nos deshacemos de Pines y su grupito, abrimos el portal, te ayudo a encontrar tu linterna y todos felices

Un silencio inundó la sala. Parecía sencillo, parecía una misión que era pan comido... pero en el fondo, ambos sabían que no era así, más Wirt, quien a pesar de que aún no sabía a quienes se iba a enfrentar, algo en su interior le decía que no sería fácil... Tanto eso como el regreso al Edelwood..

—Mañana por la mañana, cuando el primer rayo de sol aparezca, saldremos y pondremos nuestra misión en progreso, ¿Oíste? —Wirt pensó que ese "Oíste" estuvo de más, no le gustaba recibir órdenes ni menos si la persona se creía superior cuando en realidad no era nadie.

Él simplemente desvió la mirada sin decir algo. Comenzó a caminar hasta llegar a un rincón, en donde la luz no llegaba y dejaba que la penumbra acechase... Allí, se hizo uno con la oscuridad, desapareciendo y convirtiéndose en un simple aura oscura.

Bipper miró aquel acto y prosiguió en dar su opinión, completamente divertido como siempre.

—Que manera más rara de descansar la tuya

Y prosiguió en volver a recostarse en el sofá, cerrando sus ojos dispuesto a descansar.

[...]

Cuando Wirt volvió a cobrar la conciencia, se percató de que se encontraba en una habitación oscura... a lo lejos se podía visualizar una solitaria puerta, trató de caminar hacia ella, pero la extraña presencia de alguien se lo impidió.

—¡Hey! ¿A dónde vas? Aún no hemos hablado —se fijó a sus espaldas, tratando de encontrar lo que había más allá de la penumbra... puesto que aquella voz no se le hacía familiar, mas una extraña comparación con alguien podía hallar.

Aquello o más bien aquel joven de cabellos castaños se presentó, solo que esta vez sus ojos eran oscuros como la noche y su atuendo era uno más "casual".

—Mucho gusto, soy Dipper Pines, el "chico con poca cordura" que comparte cuerpo con Bill —anunció con una inocente sonrisa mientras extendía su mano en señal de saludo que el de astas no se animó en aceptar —.Le pedí a Bill que me hiciera este favor, poder conocernos frente a frente

El más bajo insertó ambas manos en sus bolsillos, inclinándose con sus talones en señal de cierta incomodidad.

—¿Sabes? Siento cierta curiosidad hacia ti —La bestia, que se había mantenido en todo momento con su neutra expresión, extendió con delicadeza sus ojos al oír aquellas palabras que surgieron de los finos labios del pequeño, ya que nadie en su sano juicio se interesaría en alguien o algo como él.

—¿Cómo es que... un niño como tú ha llegado a una clase de acuerdo con un demonio como Bill? —dudó intrigado... aquel chico parecía tan inocente, tan niño de catorce años sin aquel ente malvado dentro de su cuerpo.

—Bueno... pasaron muchas cosas —comentó rascándose la nuca —.Supongo que al final si he perdido mi cordura

Un silencio se presentó. Wirt se encargó de observar nuevamente a sus alrededores y luego, a la puerta con un misterioso destino.

—¿En donde estamos? —preguntó el de astas de repente.

—En tu mente

La curiosidad de la nueva bestia se encendió, queriendo cruzar obstinadamente aquella puerta de madera de roble... pero en cuanto dio el primer paso, como cuando había despertado, la voz del joven Pines lo detuvo.

—Escucha, sé que tienes curiosidad por saber que hay detrás de la puerta... pero este no es el momento, el tiempo pasa diferente aquí. Así que, supongo que nos vemos —De un chasquido, Wirt despertó justo en donde antes se había acomodado para descansar, con Bipper mirando fijamente ese lugar.

—¡Buenos días, venado! —saludó animado.

—¿Por cuánto tiempo estuviste ahí parado?

—Solo unos quince minutos, luego de que Dipper chasqueó los dedos tu mente decidió seguir descansando —informó ahora caminando hacia el escritorio y ponerse a leer el diario —.Veo que por fin lo conociste, lo siento si te pareció algo tonto, él insistió

Luego de aquello, Bipper se propuso en reír a carcajadas, el de astas simplemente se mantuvo en silencio, observándolo como si estuviera demente.

To be continued