₍₁₂₎ ᴀ ʟɪᴛᴛʟᴇ ʜᴇʟᴘ--

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Where?

En... ¿En donde? —era una pregunta que se hacia con cada paso que daba.

¿Solo...?

¿Estaba realmente solo en ese mundo tan extraño?

Ayuda

Era lo que pedía para escapar de aquellos pensamientos que su mente reproducía.

El joven soltó un suave sollozo mientras se aferraba al libro que tenía en manos, recostado contra un árbol para sentirse más "protegido".

Las gélidas lágrimas caían por su pálido rostro hasta su mentón, allí, se volvían pequeños cristales que se iban acumulando en su regazo.

El no sabía el porqué había hecho lo anterior... ahora por su culpa no iba a poder pedir ayuda. Tal vez estaría encerrado en aquel mundo para siempre, sin volver a ver a sus amigos... a Jake.

—Jake —gimoteó, haciendo temblar cada uno de sus huesos.

Aquellos azulados ojos se abrieron en cuanto sus oídos se percataron de unos pasos que provenían hacia su dirección.

Alarmado, subió hasta lo más alto de aquel árbol, sin dejar de mirar hacia abajo, encargándose de analizar cada detalle de aquellas personas que se estaba acercando.

—¿Estás seguro de que que es por aquí? —preguntó aquella melódica voz con preocupación, aferrándose al brazo de su acompañante.

—Sí, mis sentidos nunca fallan... los haremos pagar, en especial a Bill... no hay duda de que controló a Dipper para que te dijera todas esas cosas —comentaba aquel viejo canoso, mirando con preocupación a su sobrina

—No--no lo sé, tío Stan —dudó la morena, deteniéndose justo debajo del árbol en donde se escondía el rubio —.Tal vez Dipper dice la verdad... nosotros, en especial yo, lo hemos decepcionado. Y la razón por la que Bill aún no ha acabado con nosotros es porque él se lo impide... porque a pesar de haber enloquecido, sigue teniendo algo de humildad

Y entre frase y frase, las lágrimas de la joven con ya quince años, comenzaron a bajar hasta sus mejillas, empapando aquel suéter que extrañamente era de un oscuro color, sin calcomanía alguna. 

—Querida, no llores —insistió su pariente, abrazándola fuertemente —.Primero hay que encontrar a esos dos idiotas, recuperar nuestro diario, acabar con ellos y después podemos lamentarnos todo lo que queramos... pero recuerda que primero lo principal

Ese hombre, removió con su dedo índice una pequeña lágrima que estaba a punto de caer de los oscuros ojos de su sobrina, entregandole una cálida sonrisa. 

—E--está bien —Fue lo único que la chica especuló.

Y allí arriba, estaba aquel "rey" ahogando sus sollozos y manteniendo el equilibrio para no caerse de aquella rama... lamentablemente se vio obligado a moverse, sacudiendo algunas hojas mientras estiraba su brazo mecánico para evitar que aquel libro se le vaya de las manos.

Los Pines se alarmaron y el más viejo llevó su mano hacia el bolsillo de su blazer, listo para sacar su arma.

—¿¡Quién anda ahí!? ¿¡Eres tú, Bill!? Anda, muestrate, cobarde —Y con pulso y venas temblando, al rubio no le quedó de otra más que bajar de su escondite, manteniendo todo el tiempo con firmeza aquel libro.

Obviamente ambos parientes no reaccionaron muy bien... quedaron completamente anonadados mientras que Stan le obligó a Mabel que diese unos pasos hacia atrás.

—¿Tú quién eres? ¿Y qué haces con mi diario? —preguntó firme, viendo como aquella criatura se encongia de hombros.

—Se--señor —dijo tímido —,yo--yo soy IceFinn, y provengo del reino de Ooo. Le arrebaté el diario a unos farsantes en cuanto me sacaron de mi hogar para... poder volver a casa por mi cuenta

Con sus pies, comenzó a remover la tierra que se encontraba en el piso, nervioso y asustado por lo que le pudiera hacer aquel sujeto.

—¿Arrebatar, dices? ¿Co--cómo eran ellos?

—Bueno... no los observé muy bien, pero uno tenía largos cuernos y un cono rojizo sobre su cabeza... Y el otro llevaba un traje negro, sus ojos eran grandes, brillantes y con pupilas parecidas al de los gatos —Stan extendió sus ojos, sorprendido, comenzando a reír nervioso.

—Son ellos... son Bill y esa otra criatura, la bestia —dijo presionando fuertemente la mano de su sobrina —.Chico, necesito de tu ayuda... ¿Sabes en donde se encuentran?

—Yo... yo... —El chico con gorra blanca se encogió de hombros, avergonzado y comenzando a pensar en lo inútil que era —.No lo recuerdo

—Está bien, eso no importa ahora

—Tío Stan...

—Pero... necesito que nos devuelvas el diario que ellos nos robaron —dijo —,si lo haces... te prometo por mi vida que te llevaré de vuelta a tu reino. Estás en otra dimensión ahora, por si no lo sabías

El chico extendió su sonrisa, demostrando una expresión inocente y alegre... como la de un niño.

Se acercó hasta el hombre y le entregó el libro, completamente amable y confiado.

—Gracias, chico Finn. Volvamos al pueblo, queda hacia allá y no estamos muy lejos —señaló hacia la dirección contraria en donde iban.

—¡Sí! ¡Voy a volver a ver a Jake! —exclamó contento, comenzando a correr hacia esa dirección.

—Tío Stan... ¿Estás seguro de esto? —dudó la morena, completamente confundida. Aprovechando el hecho de que el otro ya no estaba.

—Sé en lo que estás pensando, Mabel. Pero la Corona que porta ese chico es mágica... un objeto de la prehistoria en su dimensión —hablaba por lo bajo, comenzando a caminar hacia la dirección de su pueblo —.Eso da los poderes del hielo y nieve al que se atreva portarla

—¿¡Se lo quieres robar!? —gritó pero con susurros, demostrando un rostro horrorizado.

—¡No, no Mabel! No tienes idea de lo inestable que te vuelve esa cosa

Stan colocó su mano en la boca de la chica, evitando que haga algún ruido fuerte que llamase la atención del rubio quien iba caminando feliz por delante.

—¿A--a qué te refieres?

—Mabel, una vez que te colocas la corona, ya no hay marcha atrás... enloqueces y no hay manera de que puedas dejarlo de usar, es como si la mismísima corona te llamase...poco a poco te consumiese 

—¿Algo así como las adicciones?

—A--algo así, Mabel —respondió esta vez desviando la mirada —.De cualquier manera, tengo un plan... y no puede fallar.

To be continued

ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ ࿐ ᵖⁱⁿᵉˢᶜᵒⁿᵉ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora