—¡Bienvenido a Gravity falls! —vociferó Bipper, enseñando a su compañero el destruido y desolado pueblo.
La nueva bestia se mantuvo en la sombra del pino, de brazos cruzados y con la mirada curiosa... Tenía algo de interés por el pasado de aquel sujeto y de cómo es que Dipper, alguien con la apariencia tan inocente, tan chico de catorce años promedio, llegó hasta el punto de hacer un trato con Bill.
—¡Hey! Concentrate —remarcó el de ojos color ámbar, chasqueando los dedos frente a su rostro —.Ya hablaremos de mi maravillosa e interesante historia más tarde, ahora debemos centrarnos en los diarios de Stanford Pines
El de astas abrió con delicadeza sus atractivos e irresistibles ojos, desviando la mirada para evitar el contacto visual y así decir con empatía;
—¿Quieres dejar de hacer eso?
—Pero es gracioso ver como te molestas —destacó riendo su acompañante.
Ambos salieron de su escondite, comenzando a caminar en silencio entre los escombros del lugar.
Por un momento, ambos sintieron una extraña sensación en la nuca, la piel comenzaba a erizarse en el cuerpo de Bipper, mientras que en los cuernos de Wirt se podía sentir un raro temblor... era obvio que alguien los estaba observando a la lejanía.
Y cuando lo vio, el más bajo no pudo evitar sonreír maliciosamente mientras dejaba de caminar.
—Mabel —tarareo por lo bajo, procurando de que la bestia no le escuchase con claridad.
La sombra de la fémina se asomaba por los rincones de los edificios, siguiendo de cerca los pasos de aquellos dos, sin importarle el hecho de que la verían o no.
—Bipper —anunció el chico con astas, sintiendo la presencia de alguien más en el lugar.
—Lo sé —contestó de mala gana —.Cuando escuches el chasquido de mis dedos, desaparecerás hecho sombra y te encargarás de traer a la chica hasta aquí
Wirt se sorprendió por unos segundos al escuchar la repentina voz del otro en su cabeza, pero en cuanto proceso su plan, simplemente asintió levemente con la cabeza.
Escucharon como las ramas de un arbusto se retorcían... Bipper sonreía mientras podía sentir claramente un temblor en su interior... era el joven Pines, quien se mantenía nervioso por el nuevo encuentro con aquellos dos sujetos... siempre lo sintió desde la primera derrota.
Un disparo se escuchó y ambos lo esquivaron como si de una bola de papel se tratase, luego, escucharon otro más... y otro... y otro. En el quinto disparo, Bipper por fin chasqueó los dedos e inmediatamente, Wirt desapareció, dejando atrás una casi indefinible aura de oscuridad.
—¡Señor Pines! Cuánto tiempo ha pasado desde mi última desprevenida pero agradable visita —comentaba el joven mientras veía como el viejo con su típico -pero desgastado- traje, salía de aquel arbusto. Al chocar las miradas, el castaño extendió su sonrisa, en cambio Stan, se mantuvo con su neutro rostro.
—Bill... si no vas a dejar el cuerpo de mi sobrino, al menos procura dejarnos en paz a mi y a Mabel —remarcó el viejo, recargado su arma de balas.
—¿Qué? ¿Dijiste algo? Acaso... ¿¡Stanford se rinde!? —Para ese entonces, Bipper ya estaba riendo a carcajadas mientras se presionaba el estómago, eso sí, sin dejar de mirar a detalle los movimientos de su oponente —.Bueno, no me iré a menos que me entregues los diarios, Stan
Sus ojos brillaron, más de lo normal.
El viejo se mantuvo firme, negando en su mente una y otra vez aquella petición... sus manos temblaban levemente al presionar con fuerza su arma, no quería usarla, no quería hacerle daño a su sobrino... porque el se quería convencer de que aún estaba ahí, de que aún quedaba un poco del inteligente y curioso Dipper... pero estaba equivocado, muy equivocado.Dipper no quería saber nada de ellos... Dipper se había cansado de las burlas, de las humillaciones, del sufrimiento que llegó a sentir aquel verano lleno de misterios, fue un error para él llegar a Gravity falls.
—¡Oye! ¡¡Bipper!! ¿Estás ahí? —Una voz resonó en su cabeza... una que no le pertenecía al castaño.
Era la nueva bestia, quien se estaba comunicando con él para informar el proceso de su objetivo.
—¿Qué...? ¡Oye! ¿En dónde estás? ¿Y Mabel? —contestó el más bajo, fingiendo una sonrisa para que Pines no "sospechara" de su momentánea distracción.
—No sé quién sea Mabel, pero si hablas de la chica... no me dio tiempo para desviarla hasta donde estás tú, simplemente corrió hacia una sola dirección —Al escuchar aquello, Bipper se quiso dar una fuerte palmada en la cara, pero evitó las intenciones... presionando con fuerza sus puños.
—Tú... Ella... ¿Dónde se metió ahora?
—En un callejón, insertó un código oculto y unas puertas se abrieron en el piso... ahora mismo se encuentra resguardando unos diarios que--
—¡Los diarios! —gritó internamente mientras abría con intensidad sus ojos —.¿Por qué no empezaste por ese detalle, maldito venado?
En cuanto escuchó aquello, Wirt simplemente decidió no contestar... manteniendo su mirada fija en Mabel, escondido en la penumbra.
Aquella chica no se había percatado de su presencia que la habitación... simplemente fingió mantenerse serena mientras ocultaba los libros al fondo de un cajón... Beast podía escuchar sus gritos internos, podía oír cómo suplicaba el final de todo aquello y anhelaba volver a ver a su hermano... se estaba arrepintiendo, como un Alma en pena.
—Bueno, bueno, bueno. Me gustaría quedarme... alargar más mi visita en este lugar... pero me necesitan en otra parte —Bipper alzó las manos he hizo brillar sus pupilas, generando esta vez, una gatuna sonrisa de astucia.
—Tu... maldito... ¿Qué estás planeando? —comentó el viejo, lleno de odio.
A lo que el más bajo, contestó con una carcajada.
—¡Lo preguntas como si te lo fuera a decir! ¡¡Me caes bien, Stanley Pines!!
Y mientras reía y reía... el hombre con cabello grisáceo le apuntó sin piedad con el arma, dispuesto a jalar el gatillo.
Pero cuando lo hizo, Bipper había chasqueado los dedos y seguido de aquello, desapareció... dejando que la bala siguiese de largo y diera justo en la puerta del viejo y destruido café de Lazy Susan... Ford no pudo evitar gritar de la ira mientras tiraba su arma al piso.
To be continued
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ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ ࿐ ᵖⁱⁿᵉˢᶜᵒⁿᵉ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]
FanfictionSe encontraron por casualidad... Ambos necesitaban la ayuda del otro, no querían aceptarlo, pero era urgente tener el apoyo de alguien. Wirt había perdido su linterna y Bipper necesitaba quitar del camino a Ford... cuando se conocieron, decidieron h...