₍₂₀₎ʜᴏᴍᴇᴄᴏᴍɪɴɢ

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BeastWirt se tiró al piso entre jadeos mientras sentía como todo su cuerpo se entumecía. Lentamente la luna se iba tornando rojiza y con ello, los cambios en sus cuerpos iban llegando.

El dolor era insoportable, sus cabezas no paraban de dar vueltas... sin duda alguna, no volverían a realizar aquel ritual en sus vidas.

La bestia comenzó a enterrar sus uñas en el césped, estas inmediatamente se alargaron y se convirtieron en filosas y peligrosas garras. Con fuerza presionaba sus ojos y mandíbulas que por cierto, también fueron víctimas de los cambios... sus dientes tomaron la forma de pálidos colmillos mientras que sus pupilas se tornaban rojo tal sangre.

Con furor levantó su cabeza hacia el cielo mientras que se deshacía de un ruidoso quejido, en ese instante una insomne cola tal látigo se deslizaba desde la parte posterior de su cuerpo y se retorcía del dolor.

Y lo último que llegó a sentir fue una insoportable molestia en donde anteriormente se encontraban sus cuernos... estos volvieron a crecer, se extendieron con más libertad y cada vez más irregulares. Ahora sí parecía una bestia.

Cuando todo cesó volvió a abrir los ojos, su vista daba el solo panorama del césped en donde muy pronto se colaron unos relucientes zapatos negros.

Por la paranoia, aquella cosa elevó bruscamente la mirada... encontrándose con un extraño joven de una tez pálida y maliciosa mirada. Aquella mirada que tanto reconoció por ser la de Bipper.

Él también había obtenido sus cambios... una rubia cabellera y un reluciente traje dorado con pantalones negros.

—Que cambios de mierda los tuyos —farfulló el de astas mientras trataba de levantarse pero inmediatamente le fallaba el pulso.

—¡Oye, cuida tu lenguaje! —respondió entre risas mientras aquel joven cubría su ojo derecho con un parche que se había presenciado mágicamente —. ¿No me veo fabuloso?

Y mientras veía como él jugaba con su impecable listón contestó —Pareces un payaso

—No voy a reprochar eso —balbuceo mientras veía como por fin lograba ponerse de pie —. A propósito, lindos cuernos

El castaño estaba a punto de contestar pero antes de que pudiera hacer algo todos sus sentidos se concentraron en una sola cosa.

Un llamado... unos gritos... era su preciada linterna quien anhelaba su regreso.

Y aquel chico no se hizo esperar más, simplemente tomó con fuerza la muñeca de su compañero y lo obligó a correr tras él.

Cruzaron un pequeño arroyo, dieron innumerables vueltas alrededor de arbolados... todo allí parecía un maldito laberinto que poco a poco la bestia iba perdiendo su cordura.

—¿En dónde estás? —gruñó mientras observaba hacia todas las direcciones posibles.

Y Bipper, quien ya se había cansado de todas aquellas vueltas simplemente comenzó a correr hacia su propia dirección, dejando confundido a Wirt quien lo seguía por detrás.

Y corrieron... corrieron como nunca antes lo habían hecho hasta llegar a un misterioso e infernal pantano que dejaba un mal augurio a su paso.

—¿Es aquí? —preguntó el de cabellos rubios mientras observaba con esperanzas a su amigo, presionando con fuerza su mano.

—S-sí, aquí es

A continuación, ambos comenzaron a caminar por las tierras de aquel tenebroso lugar. Cada tanto las ramas de los árboles y algunas plantas se extendían hasta ellos en señal de que eran una amenaza... pero ambos ni siquiera se inmutaban, simplemente se centraban en seguir adelante.

ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ ࿐ ᵖⁱⁿᵉˢᶜᵒⁿᵉ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora