ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ ࿐ ᵖⁱⁿᵉˢᶜᵒⁿᵉ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]

₍₁₉₎ 𝕭𝖑𝖔𝖔𝖉𝖒𝖔𝖔𝖓

El final de aquel pesado día iba llegando...

Tanto Bipper como BeastWirt sentían un gran peso sobre sus cuerpos, se sentían tan cansados que mantenían escasamente los ojos abiertos.

—Cuando lleguemos a la cabaña, podremos descansar un poco mientras revisamos los libros, así que no te preocupes, Wirt —comentó con una leve sonrisa el de baja estatura, ganándose la gratitud de su compañero.

—Te siento cambiado, Bipper —señaló.

—¿Qu-qué? ¿Pero qué dices?

—No lo sé... tal vez me estoy volviendo demente por pasar tanto tiempo a tu lado... pero por alguna extraña razón, te siento diferente al Bipper que conocí en en bosque

El de ojos ámbar no hizo nada más que voltear la mirada mientras titubeaba algo que era incomprensible para el más alto.

Él no se daba cuenta, pero Bipper si se había logrado sonrojar fuertemente mientras maldecía una y mil veces las hormonas de Pines.

—Y después de todo —volvía a hablar —, nunca me has logrado contar como es que alguien como ese chico humano que llevas dentro logró hacer un contrato con un demonio como tú

Bipper, no pudo evitar gruñir mientras cruzaba los brazos.

—Es una historia larga, no creo que quieras oírla ahora que estás casi sin energías —Y en cuanto terminó de aclarar eso, solo recibió un breve silencio.

—¿Ni siquiera puedo obtener un resumen?

El más bajo gruñó aún más fuerte, preguntándose el porqué del interés que recibía de su parte.

—Bien, te lo resumiré —accedió por fin —. Dipper Pines era un chico débil y perdedor el cual las personas que constantemente lo rodeaban se burlaban de él. El caso es que ese idiota se hartó un día en que su hermana le dio la espalda en ayudarlo a descifrar la contraseña de una vieja laptop solo porque esa tonta perra quiso impresionar a un chico con un show de títeres. Todos parecían tan concentrados en esa ridiculez que en ese momento aproveché en aparecer para que él pudiera abrir los ojos de una vez por todas...

El silencio inundó aquel ambiente...

Tanto Wirt como Bipper, no sabían en donde meter sus rostros o que más decir...

El de alta estatura se había sorprendido demasiado... su historia no era para nada parecida a la suya... pero eso no significaba que el había sufrido menos. Cada quien tiene su manera de ver y reaccionar a las situaciones, y el pequeño Pines, actuó de la manera en la que "creyó" correcta.

—¿Y que hay de ti? —interrogó el de pupilas gatunas, a lo que Wirt le enseñó una expresión de confusión —. No creas que te vas a salvar, yo también quiero saber que te pasó para... que acabaras así

En ese momento, la bestia suspiró, preparándose mentalmente para lo que vendría.

—Bueno, yo diría que nada fuera del otro mundo —comenzó algo tímido —. Todo... to-todo fue mi culpa, cuando nos perdimos en el bosque de Edelwood con mi medio hermano, lo eché a perder todo y le hice responsable de lo sucedido a él... realmente lo trataba como una basura a pesar de tener tan solo seis años.
Un frío día lleno de nieve, desperté para darme cuenta de que él se había ido, cayendo ligeramente en los engaños de la bestia. Lo busqué y busqué por todas partes y cuando lo hallé, ya era demasiado tarde

—¿Y qué hiciste?

—La bestia me dijo que aún había esperanzas para él, que podía salvarlo si encerraba mi alma en la linterna y me convertía en el guardián del bosque —Beast siguió caminando al lado de su compañero en silencio, con la mirada sobre el césped y los ojos con un brillo de melancolía —. Lo hice... pero ahora que no he estado vagando por el bosque durante varios días, la bestia se dará cuenta de mi ausencia pronto, si es que ya no lo hizo... y cuando vuelva, me enfrentará y querrá arrebatar mi alma al haber roto nuestro trato... y... moriré