₍₀₂₎ ʟᴏꜱᴛ ᴀɴᴅ ᴅɪꜱᴛᴜʀʙᴇᴅ

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    BeastWirt

Aquella criatura se encontraba divagando entre los oscuros rincones de aquel misterioso bosque.

El silencio era patente, ningún animal se escuchaba a su alrededor puesto que nadie se atrevía a acercarse a aquella cosa.

Una brillante y rojiza luna se encontraba casi en el punto medio del cielo... La bestia intentaba ignorar aquel hecho, pero mientras más caminaba, más extraño se sentía.

Todas las noches que había luna de sangre le pasaba aquello. Normal, era característico que todo ser vivo cambiara drásticamente gracias al mal augurio que aquel satélite natural dejaba a su paso.

Los cambios en él no eran los mejores ni tampoco los peores, pero si terribles;
Se volvía más paranoico y violento... Trataba de no hacer contacto con algo o alguien por su propio bien.

Para colmo, no sólo tenía cambios en su comportamiento, sino que también cambiaba físicamente... Sus orbes que eran de unos intensos colores, reflejaban solamente el vivo tono rojo. Sus astas se extendían más de lo normal y se teñían mucho más oscuros. En donde anteriormente habían dedos sólo se podían apreciar unas largas y afiladas garras; y junto con ellas, una extensa cola cuyo parecido a un látigo poseía, se deslizaba hasta tocar el piso.

La primera vez que se admiró en el reflejo de un lago, se espantó... pero con el paso del tiempo se había acostumbrado, sólo eran efectos de una noche.

Una noche que se repetía cada tiempo indefinible, y allí estaba de nuevo.

Cuando pasaba, normalmente se encerraba en el fondo de una cueva o permanecía quieto en un solo lugar. Pero en ese instante se encontraba completamente inquieto gracias a una extraña sensación... Era como un llamado, como una clase de aura que lo atraía. Pero cada vez que lo parecía encontrar, que parecía estar más cerca... aquella sensación se iba, se alejaba... se desvanecían momentáneamente.

Se sentía extrañado y curioso... quería averiguar de dónde provenía aquello, cual era su causa ya que aquel bosque de lo desconocido también tenía su pequeño cambio.

Flora y fauna con las que no se encontraba siempre, nacían desde lo más profundo del bosque y se marchitaban con el primer rayo de luz que iluminaba la frontera.

Y en lo que caminaba, casi perdido en aquel desolado bosque... su rostro fue iluminado en cuanto su vista enfocó una flor de luz, tan roja como la luna, tan roja como sus ojos.

En ese instante, el panorama del bosque cambio; ahora no parecía un simple conjunto de arbolados de pinos... era más bien como un pantano. Aquel asqueroso y extraño bioma, con sus horripilantes anfibios y sus musgos, la humedad y aquellas enredaderas que con tan solo verlas causaban náuseas.

La nueva bestia le dio el último vistazo al lugar, lo único que le daba su toque, eran las hermosas y a la vez extrañas plantas luminosas.

Cuando se dio media vuelta para volver en sus propios pasos, se percató de que ahora estaba siendo rodeado por aquel pantano... no recordaba haberse adentrado tanto y eso le extrañó... Para colmo, sus instintos le fallaban y no podía saber en dónde se encontraba.

Y cuando volvió a bajar la vista, se percató de que la flor de luz se extendía hasta llegar a sus piernas, y en cuanto hizo contacto con ellas... Comenzó a rodearlas hasta poder enredarse.

Beast quedó completamente confundido, pero trató de ignorar aquel acto y prosiguió en intentar quitar de su camino a aquella planta, alzando un poco su pierna y percatándose de que era mucho más resistente de lo que pensaba y que se negaba a soltarse.

Al castaño no le quedó de otra más que tironear con más fuerza hasta cortarla desde el comienzo de su tallo... poco a poco la flor fue extinguiendo su luz hasta que no se pudo diferenciar más entre ella y la oscuridad.

Wirt, volvió a caminar siguiendo su sendero... ignorando y prácticamente olvidándose de lo anterior. No tardó mucho para que su paseo vuelva a ser interrumpido, está vez por un enorme charco de lodo con el cual la bestia se había topado.

Sus pies comenzaron a hundirse; el chico, confundido y casi en alerta, acercó su lámpara hasta su pecho en modo de "protección" y, dispuesto a acabar con aquella situación, movió con brusquedad su pierna hasta poder salir de allí... terminando sentado en el césped.

Suspiró aliviado, de nuevo.

Pero, otra vez, sus rojizos ojos se abrieron hasta enfocar a unas lianas rodear sus extremidades. Él trató de negarse, trató de utilizar sus poderes para detener a aquel pantano, pero le fue inútil, el mismísimo arbolado estaba en contra suya, no disponía de la ayuda de nadie ni de nada en esos momentos.

La alerta roja se encendió en cuanto vio como trataban de separarlo de su preciada linterna. Intentó moverse, pero mientras más se forzaba, más fuerza implicaban las lianas en sus extremidades.

Y entre una situación llena de presión, su mente se percató de que allí, en el piso, su cola se retorcía inconscientemente por la frustración que estaba manejando. Rápidamente la deslizó hasta su linterna y la envolvió con ésta misma en modo de "protección".

Y allí estaba, luchando con un pedazo de liana que se negaba a soltar el objeto en donde resguardaba su alma, su cola no daba para más y parecía que en cualquier momento se iba a cortar...

Y tal como un niño parte por la mitad una vara, aquella parte de su cuerpo fue arrancada... El no pudo hacer otra cosa más que arquear su espalda mientras veía como lo alejaban de su alma...

Poco a poco su cuerpo entero se fue cubriendo de hojas hasta tapar por completo su vista. Lo último que había visualizado, era la enorme y redonda luna de sangre en su punto máximo.

[...]

Cuando abrió los ojos, a su mente no le dio tiempo de reaccionar en cuanto su cuerpo automáticamente se levantó... provocando así un ligero mareo en su cabeza.

Miró hacia todos los lados, se encontraba nuevamente en el bosque, ya era de día y por lo tanto su "aspecto" había vuelto a la “normalidad”.

Se fijó en sus manos, estas eran normales con aquellos comunes dedos... pero había un detalle de por medio, no iba sosteniendo su linterna... tampoco había rastro de ella a su alrededor. Él realmente se preocupó.

Más aún cuando notó que no estaba en el bosque de Edelwood. Aquel lugar parecía estar en medio del otoño... las hojas secas de los árboles iban cayendo de a poco hasta cubrir todo el verde natural del césped.

Sudor fue lo que sintió formarse en su frente.

Y en lo primero que pensó fue en la bestia... en sus palabras y donde estaría ahora. El miedo comenzó a caminar sobre su espalda, aquellos sentimientos los tenía en carne viva y se sentía completamente horroroso... Más que la paranoia.

Pero aún así no perdió las esperanzas; llevó ambas manos hasta su pecho y sintió un completo vacío en su interior, en aquel lugar debía estar su alma.

Intentó ver más allá de aquella penumbra hasta visualizar una pequeña visión de su linterna, esperando por la presencia de su guardián a un lado de un árbol de aquel bosque desconocido.

La nueva bestia sintió un completo alivio y no se hizo esperar; plantó alrededor de aquel objeto una barrera que le permitía pasar por desapercibido de todo tipo de criatura... Nadie podía ver aquella lámpara más que él.

Pero obviamente aquel "hechizo" no duraría para toda la eternidad. Sus días estaban contados y no se iba a hacer esperar; inmediatamente comenzó a pasear por aquellos bosques en la busca de su preciada alma.

To be continued

ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ ࿐ ᵖⁱⁿᵉˢᶜᵒⁿᵉ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora