₍₁₃₎ ꜰᴜʀʏ

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↷By now together

—Bueno, al menos no se derritió —señaló el castaño de baja estatura, con ambas manos apoyadas alrededor de sus caderas mientras sonreía malicioso, observando las pisadas de hielo que habían frente a ambos. Su compañero y él.

Wirt comenzó a caminar alrededor del lugar, culminando cada partícula del suelo queriendo encontrar algún mísero detalle.

—De igual manera, no creo que haya ido tan lejos —continuaba con tono obvio —, Stan Pines le tiene pavor a todo, últimamente se ha estado volviendo más paranoico y a él lo haría añicos con tan solo verlo por unos milisegundos. Además, esa pinta que tiene no lo ayuda mucho... ¿¡Ya has visto ese brazo metálico que tiene!?

—Uh, sí. Es un soldado del invierno —bromeó —.Pero no creo que te agrade esto

—¿Qué es?

—Mejor... ven a verlo con tus propios ojos

El castaño, con apatía y algo malhumorado, hizo rodar aquellos encantadores ojos mientras caminaba sin prisa hacia donde se encontraba su colega, murmurando algo que solo él sabía.

Y cuando llegó, plantó su mirada al piso... se mantuvo en silencio por unos segundos para luego suspirar, hastiado. Se llevó su mano hasta el arco de sus cejas para luego tirar su cabeza hacia atrás mientras gruñía.

—Ese idiota será más problemático de lo que pensé —enervó, completamente encolerizado.

El silencio inundó el lugar.

Lo que habían visto fueron las pisadas de los que vienen siendo dos personas más... pertenecientes a Pines y Mabel, estaban seguros.

Obviamente eso no ayudó en nada; obviamente Bipper no se lo había tomado para bien.

Este dejó escapar leves gruñidos, comenzando a presionar cada vez más sus puños, cerrando con fuerza su mandíbula mientras dejaba ver sus filosos colmillos. Wirt, nervioso, dio unos pequeños pasos hacia atrás, soltando un jadeo de asombro al ver como las pupilas de su compañero se tornaban al rojo vivo.

Supo en cuanto Bipper comenzó a tener la respiración agitada, que él debía mantenerse alejado. Y así desapareció materializado en oscuridad, dispuesto a observar en la lejanía.

Y así permaneció por bastante tiempo, una hora quizá, cuarenta minutos... tiempo indefinible. Lo único que sabían ambos era que todo había pasado jodidamente lento.

Tantos silencios llenos de intriga, tantos gruñidos llenos de ira, tantos golpes con rigor... tanta destrucción a su alrededor. Beast había quedado realmente anonadado al ver lo que aquella criatura podía llegar a hacer cuando se enojaba. Y se sorprendió aún más al darse cuenta de que aquel furor era mucho más elevado de lo que le demostró al enfrentarse.

Supuso que el castaño había estado un largo tiempo planeando conseguir uno de los diarios como para reaccionar de esa manera, con tanta cólera.

Pero, a pesar de que él no sentía lo mismo, a pesar de que no era él quien se había esforzado incontrolables veces para poder obtener aquel libro, debía ponerle punto final al asunto, no podían perder más tiempo deshaciéndose de incompetentes sentimientos que uno simplemente tenía la capacidad de reprimirlos.

Y mientras el pequeño admiraba exaltado como un árbol del bosque se quemaba lentamente, Wirt se acercó con serenidad hasta él y posó su mano derecha sobre aquel tembloroso hombro; el de ojos ámbar giró con brusquedad, inesperado por aquel contacto.

Ambos se miraron directo a las pupilas del otro, manteniendo el intrigante silencio.

Extrañamente, Bipper pudo calmarse en el momento.

—Ya fue suficiente, ya te desahogaste bastante como para que volvamos a restablecer la búsqueda de aquel rey helado —señaló convencido —, ¿Cómo te sientes? ¿Tienes la energía suficiente como para volver a caminar?

—Estoy bien —gruñó él, mirando a un punto ciego mientras quitaba la mano de su contrincante —. Ya, vamonos

To be continued

ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ ࿐ ᵖⁱⁿᵉˢᶜᵒⁿᵉ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora