⚜️ Capítulo 3:
"After the Storm" ⚜️
«La vida no siempre está llena de días soleados. Hay días en los que tendrá que lidiar con circunstancias menos que perfectas o eventos tumultuosos»
Probablemente había sido el cansancio de los últimos años o la suavidad del colchón, pero aquella noche había dormido como un bebé.
Antes de la cena se había bañado y el tacto del agua caliente contra sus atrofiados músculos sirvió para distenderlo y ayudar a relajarlo. No había tenido apetito para comer, y a duras penas pudo soportar un tiempo más despierto.
Todos se habían sentado alrededor de la mesa, disfrutando de la comida y charlando amenamente, como si de una tradicional cena familiar se tratase; todos parecían evitar el tema de lo ocurrido con Marcel y Klaus no pudo estar más agradecido por ello. Cuando Hayley trajo la cafetera y unos cuantos pocillos, Wes casi sin pedir permiso se había sentado sobre su regazo y por un largo tiempo no hizo más que mirarlo. Era pequeño, risueño que parecía no tenerle miedo, teniendo en cuenta que era un extraño.
― ¿Qué le haz contado de mí? ― susurró, una vez que Wes se había dormido entre sus brazos.
Thalía sonrió mientras recogía los platos. Todos se habían ido ya a dormir, y habían quedado solos en el comedor.
― Sólo lo bueno. ― respondió, mientras las campanadas del reloj anunciaban las tres de la mañana. ― ¿Por qué no vas a la cama? Deberías descansar; yo enseguida te alcanzo. ― dijo, abriendo la llave del agua.
Se puso de pie con cuidado, acomodando a Wes mejor para luego acercarse a ella y besarle la mejilla.
― Gracias. ― Thalía volvió a sonreírle; Wes sin duda había sacado el color de sus ojos. Un verde intenso con resplandecientes vetas doradas que brillaban como un enjambre de luciérnagas.
Emprendió la marcha escaleras arriba, tratando de ubicarse por su cuenta en las dimensiones de la casa. El corredor principal estaba plagado de fotografías y cada una contaba una historia; la historia de su familia, de sus hijos y del tiempo que había transcurrido desde la última vez que los había visto.
Reconoció la puerta de los niños, ya que un cartel ponía el nombre de ambos y porque había marcas de crayolas de colores en la parte inferior de la madera blanca. Ingresó con cuidado, mientras Wes se quejaba por lo bajo, frotando su cabeza contra su hombro para luego volver a acomodarse.
En el interior, una tenue luz iluminaba el cuarto. Una pequeña tempestad se había levantado en el exterior, por lo que las ventanas estaban cerradas y con las cortinas cerradas, pero eso no impedía el ruido del viento chocando contra las ramas que arañaban los cristales.
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Legacies I&II ⚜️ (Libro 6 - TO)
Fiksi PenggemarLegado hasta la última pelea Legado hasta el último enemigo Legado hasta la última hora Legado hasta la última bala Legado hasta el último aliento Legado hasta la última Esperanza ⚜️