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"Pensaba que quizás podríamos ir a cenar"

"Ah, olvidelo, se me olvidaba el oficial ese que tanto la molesta, puedo hacerme cargo"

"Ya que lo pienso, creo que Luis la extraña señorita Taylor, ni siquiera se despidió de el"

"Dice que no puedo visitarla pero le juro que no hay cosa que más desee"

"Esta ocupada? "

"No puedo creer que haya metido un oficial a su casa, eso es traición! "

"Sabe que bromeo, cierto? Pero de igual forma tengo ganas de mandarle a los vecinos para importunar, que disfruten su cena"

Deje pasar los mensajes y dormí plácidamente toda aquella noche, no es que sea un hombre intenso, el señor Jones tiene un TOC muy controlado y gusta todo a su forma porque se siente mejor si las cosas están bajo su control, ni siquiera me sorprende y con el tiempo he aprendido a sobre llevarlo, puedo decir incluso que cuando sufre esos pequeños ataques parece adorable, un sujeto enternecedor y claro que esa fachada le ayuda muy bien.

Cuando actúa así me inunda el instinto maternal qué no sabia que tenia, el con 28 y yo con 32 me parece peculiar. Pero claro que es con sarcasmo.

Decidí que quería ir al centro comercial y comprar algo de ropa, nada ostentoso pero quiero perder el tiempo y fingir que mi día a día es normal teniendo en cuenta a ese oficial terco de allá afuera que esta mañana lo encontre afuera de su auto mirando mi casa con lentes oscuros y un machiatto en mano, vaya que hombre tan perseverante, yo ya me habria aburrido.

Salí a mi auto pero antes de subir trote hasta el auto blanco del oficial, golpee su ventana y el parecía escuchar música, se quito un auricular, carraspeo y se reacomodo en el asiento en donde antes yacía desparramado.

—Licenciada— saludo

—Oficial, Buenos dias— sonreí —Hoy iremos al centro comercial, ¿quiere entrar conmigo?

Resoplo —Esto no es ninguna cita, es sospechosa y mi deber solo seguirla

Lo se pero me gusta mucho hacerlo replicar, es como una bofetada de guante blanco, sonreí —Oh! bueno, al menos lo intente

Me di la vuelta y regrese a mi auto para ir rumbo al centro comercial, pensé en comprar más pijamas ya que es lo único que realmente disfruto usar, una que otra gabardina ya que el invierno estaba cerca y las temperaturas bajan día con día poco mas. Mire por el retrovisor el auto blanco del oficial y sonreí complacida, este hombre no tiene mucho sentido común.

Baje del auto una vez llegamos al estacionamiento, me gire y agite eufórica mi palma para despedirme, sonrió sin ganas y desvío la vista, debe ser molesto para el soportarme pero afrontando la situación, no fui yo quien le dijo que se le ocurriera investigarme, tampoco es que tenga muchas ganas de preguntarle quien fue.

Subiendo por las escaleras eléctricas pude ver un local de ropa interior también me resultaría interesante comprar algo lindo de ahí porque me fue casi imposible no pensar en el señor Jones que por suerte hace buenos trabajos, mientras caminaba escuche mi móvil hacerse presente y escandaloso en mi bolso.

Buenos días
señor Jones, justo
estaba pensando
en usted

Es un avance,
me da gusto saberlo
¿a que se debe?

Planeaba comprar
ropa interior, me
gustaría saber su
opinión

Caramba! Si le
soy honesto usted
me gusta más sin nada

HIBRISTOFILIA|El Sindrome de Bonnie&Clyde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora