Los hombres estaban agachados en el piso húmedo del bosque, un gran manto de hojas y ramas a medio descomponer, lo cubría. Unos tímidos rayos del sol de la tarde intentaban colarse entre el espeso follaje. Las verdes ramas de los pinos ensombrecían el lugar. Las ramas secas y los musgos que invadían los troncos, le daban aspecto lúgubre y las gotas de la reciente lluvia todavía se lanzaban hacia el suelo desde el canopeo. El bosque estaba casi en perfecto silencio, solo unos susurros de voces se escuchaban. Galadas hablaba con el capitán Mendert.
-Es preciso que sea esta noche, ya hemos recolectado suficientes provisiones capitán.
Junto a ellos, unido en la charla, se encontraba John el hombre pequeño y escurridizo.
-Yo preferiría seguir avanzando por el interior del bosque, me parece más seguro.
-No, -respondió Galadas, -algo exaltado, -te aseguro que solamente es más seguro que nos perdamos.-Lo mejor es cruzar por la pradera hasta antes del cañón y ahí reingresar en el bosque, de esta forma sabremos qué vamos en dirección correcta. Si por el contrario tratamos de rodear Woodstown por dentro del bosque nos perderemos, ya has visto Mendert como nos ha costado hacernos de las provisiones sin perdernos.
-Sí, yo mismo estaba allí Galadas lo entiendo perfectamente, -dijo el capitán mientras seguía mirando el mapa que habían armado los hombres en la tierra.
-Sigo pensando que es demasiado arriesgado cruzar por campo abierto, somos diez hombres a caballo, eso debe llamar la atención. -Dijo el capitán mientras pasaba la mano por su barbilla.
-No si lo hacemos con cuidado esta noche, -respondió Galadas.
Mendert recordó lo denso que era aquel bosque. Solo para que cinco hombres pudieran escabullirse a robar provisiones, les había costado todo una noche. Ahora debían atravesarlo todo y con los caballos.
-Sí… pienso qué sería lo mejor, -dijo Mendert, si sonar demasiado convencido –Además ahorraremos tiempo, esta campaña ya se está demorando más de lo que calculamos.
-Pero hay algo que todavía no entiendo mi capitán, -dijo John en un tono respetuoso.
-¿Cómo encontraremos lo que supuestamente estamos buscando? sabemos solo que se trata de alguna clase de poder oculto en el Reino Perdido.
En ese momento Fernad que estaba recostado a unos metros se incorporó y habló.
-¿Es esto todo lo que sabes Mendert o hay algo más que nos pueda servir? -Habló claro y calmado, como alguien que le pregunta a un amigo.
Mendert permaneció callado por un momento, intercambió miradas con Galadas, preguntándose cuánto sabría este de aquel lugar y cuanto sería conveniente comunicarles a sus hombres. Luego habló en voz suficientemente baja para que solo aquellos tres lo pudieran escuchar.
-Para encontrar al Reino Perdido, hay que hallar la puerta del bosque… Para alcanzar el poder, los gemelos de fuego y piedra deben concederte el paso…finalmente la fortaleza.
-Jaja…rió toscamente Fernad, eso no es más que poesía de leyenda, no puedo creer que estemos siguiendo las instrucciones sacadas de una antigua rima.
-Sí, eso es lo que los sabios han separado como cierto de aquellas poesías y leyendas.
-Entonces, -interrumpió Fernad, buscaremos una puerta por todo el bosque...busco la palabra que Mednert habia usado antes... -Del Final, ah…pero cómo no se me había ocurrido antes…-dijo irónicamente al tiempo que golpeaba el piso con una rama.
Mendert se paró y habló en voz fuerte.
-Como capitán de Stonefence les comando que sigan sus órdenes o que regresen sin su honor. Acaso tengo que recordarles que esta misión cambiará la historia de Stonefence.
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La Sombra del Bosque
FantasyPuerta verde, río de ramas Casa de sombras, luz sin llamas Mendert conocía aquella canción, se la había leído uno de los ancianos escribas que el rey tenía trabajando en esta empresa secreta. La primera vez que la había escuchado, una sensación de...