Despiadada Señorita (Libro #1)

Capítulos 124-125-126

Capítulo 124  – Subasta impactante (10)

No había ni un rastro de humor en la cara de Zuo Shangchen. Sus ojos recorrieron fríamente la figura de la chica antes de hablar con indiferencia: «Susu, ella no es alguien con quien se pueda comparar. Es mejor que no la ofendas, porque no podré protegerte «.

La mirada de Susu se llenó de asombro. Miró hacia Zuo Shangchen con incredulidad, ojos llenos de dolor y pena.

«Chen-gege, siempre has sido protector conmigo desde que éramos jóvenes. Pero ahora, ¿me estás advirtiendo por alguna otra mujer? Si he hecho algo mal, ¿puedes decirme? Voy a cambiar.»

«No, no estás equivocado en absoluto», Zuo Shangchen negó con la cabeza y guardó su abanico de plumas mientras decía: «Pero en mi corazón, siempre serás mi hermana pequeña. Incluso si te trato como a una hermana pequeña, espero que no te acerques demasiado a mí. En este momento, estoy pensando en tu seguridad. No la provoques, no serás capaz de soportar las consecuencias «.

¿Hermanita?

¡No!

Ella no quería ser su hermana pequeña, ¡quería ser su esposa! Después de tantos años, ¿Chen-gege no entendió su corazón? ¿Por qué fue capaz de hablar tan alegre y fácilmente con todos los demás? ¿Por qué solo la trataba tan cruelmente?

Susu se tragó sus amargas quejas y levantó los ojos que se habían vuelto borrosos por las lágrimas. Su linda cara de muñeca sonreía: «Chen-gege, Susu entiende. Solo quiero seguir al lado de Chen-gege, no tengo otros motivos «.

Zuo Shangchen miró la cara obstinada de Susu, pero no dijo nada más. Sin embargo, no caminó hacia su propia caja privada, sino hacia Gu Ruoyun …

«Xiao Yun’er, quiero abrazarte un poco, ¿podrías dejarme entrar?»

Al escuchar esa voz seductora, Gu Ruoyun hizo una pausa por un momento antes de levantar la cabeza para mirar. La sonrisa molesta en la cara de ese hombre la hizo desear golpearlo.

«Cuarto Príncipe, veo que tus pies están en el suelo hoy. ¿Adónde se han ido tus sirvientas? «Gu Ruoyun levantó una ceja. Cada vez que Zuo Shangchen aparecía, siempre estaba sentado encima de un sedán llevado por hermosas sirvientas. Esta era la primera vez que lo había visto caminar delante de ella.

«Incluso pensé que estabas discapacitado y no podías caminar».

Zuo Shangchen se encogió de hombros sin preocuparse. Él ya sabía que Gu Ruoyun tenía una lengua afilada que era despiadada cuando se trataba de regañar a la gente. Sin embargo, eso no significaba que Susu toleraría que alguien más humillara a la persona que más reverenciaba en su corazón.

«¿Quién eres tú para decir eso!? ¿Por qué estás humillando a Chen-gege? Incluso si Chen-gege se lleva bien, eso no tiene nada que ver contigo «.

Susu estaba tan enojada que su cara enrojeció. Ella miró furiosa a Gu Ruoyun. Sin embargo, su mirada no tenía mucho poder detrás; parecía más como una niña que hace una rabieta.

«¿Humillarlo?» Gu Ruoyun levantó sus labios en una sonrisa. Su mirada recorrió la cara del hombre, «Zuo Shangchen, ¿te estoy humillando?»

¡Tos tos!

Zuo Shangchen tosió secamente, el humor en sus ojos se hizo aún más pronunciado: «Xiao Yun’er, honestamente hablando, no me estás humillando en absoluto. Si esto es humillación, entonces a este príncipe no le importaría que le humillaras unas cuantas veces más «.

Mientras decía esto, Zuo Shangchen parpadeó inocentemente ante Gu Ruoyun unas cuantas veces, su expresión era si él estaba suplicando por completo ser devastado.