Despiadada Señorita (Libro #1)

Capítulos 169-170-171

Capítulo 169 – La disputa sobre las píldoras (5)

Esta voz era bastante familiar para Leng Yanfeng; era exactamente lo mismo que hace tres años.

Una vez que el reconocimiento se había asentado por completo en su mente, levantó ligeramente la cabeza y, manteniendo la personalidad del príncipe heredero, miró más allá de la multitud para distinguir una cara en particular.

En tres años, la niña había perdido la tierna mirada de un niño y se había transformado en una belleza elegante.

Además, nunca podría haber imaginado que la mujer a la que había considerado sirviente en ese momento era en realidad la temible Doctora Fantasma, ¡y el que antes había sido bueno para nada se había convertido en la Maestra de la Doctora Fantasma!

Leng Yanfeng tenía una mirada complicada en sus ojos cuando dijo: «Gu Ruoyun, no pensé que estarías conectado con la Doctora Fantasma».

«Hay muchas cosas en las que nunca has pensado», Gu Ruoyun se burló, «Sin embargo, Su Alteza, si está buscando a la Doctora Fantasma para curar su … dolencia … Lo siento, incluso si la Doctora Fantasma fue capaz de cura eso, ¡ella no te ayudaría! »

Los ojos de Leng Yanfeng se oscurecieron. Con una expresión ilegible, preguntó: «Si ni siquiera lo has visto, ¿cómo sabes que no se puede curar?»

«¡Pfft!»

Alguien se rió. Wei Yiyi salió, arqueando una sola ceja mientras se dirigía a él: «Su Alteza, soy una chica pura e inocente, ¿pero está tratando de hacer que trate su herramienta? Déjame decirte, si vinieras a pedir mi ayuda hace tres años, podría haberlo tratado. Sin embargo, ahora que ya pasaron tres años, ¡ni siquiera el Dios de la Medicina podrá tratarte!»

Lo más importante, ella nunca tuvo la intención de tratarlo.

Wei Yiyi hizo un puchero. ¡Todavía no había olvidado cómo este hombre había estado molestando a su Maestra por sus propios deseos egoístas! Si ella lo curaba, ¿no estaría causando problemas a su Maestra? ¡De ninguna manera! ¡Absolutamente no haría una cosa tan insensible!

«¿Realmente no vas a tratarme?» Los ojos de Leng Yanfeng se volvieron fríos y caminó unos pasos más cerca de Wei Yiyi. El aire que respiró fue frío mientras hablaba. «Doctora fantasma, olvídate de que soy el príncipe heredero de un país. Soy un discípulo interno de la Secta de refinación de armas. Ahora, ¿estás dispuesto a tratar mi dolencia o no?»

«¡No!»

Wei Yiyi levantó la barbilla y se burló mientras miraba a Leng Yanfeng.

¿Había alguien en este continente que no supiera que la Doctora Fantasma tenía un temperamento extraño? ¡Ella nunca trataría a nadie que no quisiera, incluso si el Emperador Celestial mismo lo solicita! Pero, ¿qué emperador celestial estaba allí? Él era solo un discípulo interno de la Secta de refinación de armas al final del día.

«¡Muy bien!»

Leng Yanfeng respiró hondo y su tono se tornó aún más helado: «Espero …
¡que no te arrepientas! ¡Vamonos!»

Cuando terminó de hablar , Leng Yanfeng giró y se fue sin mirar atrás. Sin embargo, su frente tranquilo fue desmentido por los dos puños fuertemente apretados a los costados. Un invierno glacial había comenzado a crecer en las profundidades de sus ojos
…

Después de que se hubieron ido, Gu Ruoyun lanzó una mirada de medición al pequeño mendigo que tenía delante.

Era bastante joven y parecía tener unos diez años más o menos. Su ropa estaba hecha jirones, su cara estaba cubierta por una capa de tierra, y su cuerpo era delgado, como si una brisa repentina pudiera derribarlo. Sin embargo, esos grandes ojos brillantes de él tenían una terquedad propia, y era ese carisma el que resaltaba el aura aguda y dominante que pertenecía a los reyes.