22. No es un juego.

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«Es lindo»

Lapis Lazuli veía a través del espejo aquel vestido que le habían comprado para que usara ese día.

Era su fiesta después de todo.

—Primer lugar, Lapis Lazuli Barnes.

Sonrió y pasó una mano por su cabello.

Vaya que era afortunada, de nuevo era la campeona de natación.

«Espero ser un orgullo»

Se sentó en el borde de su cama y revisó su teléfono, tenía un par de mensajes de varios amigos confirmando que irían a su casa esa tarde.

Perla le había mandado una foto de su outfit y otra de Amatista cruzada de brazos por el maquillaje que la primera le había aplicado.

Un meme por parte de Steven, también con su confirmación.

Y Peridot, bueno, ella llenaba su chat con stickers e imágenes de corazones.

«Dios bendiga el almacenamiento de mi teléfono»

Espero que puedas llegar temprano c:

Seguro, solo termino de recoger algunas cosas y voy para allá

Sara me está ayudando de todos modos uwu

Excelente jsj

Lapis apagó su teléfono y suspiró, dejando el aparato junto a ella. Permaneció sentada un par de segundos, sin siquiera moverse mucho o mirar a otro lugar que no fuese el suelo.

«A veces soy muy seca»

—Ese es un pequeño problema, ¿no? —murmuró y miró sus zapatillas doradas.

Soltó un quejido y se dejó caer en la cama.

Su mente se volvía a revolver y odiaba eso, quería estar contenta, alegre para la fiesta que tendría. Se había esforzado mucho para obtener la medalla del primer lugar en la competencia de natación. Se merecía un descanso y una celebración.

Pero... había cosas por resolver.

Cubrió su rostro, suspirando por millonésima vez.

Apenas antier su había empezado a cuestionar eso, lo que había estado ocurriendo.

Un día Peridot aceptó ser su novia, sonrieron y rieron, se besaron y ese ratito fue tan especial.

Pero al día siguiente, ¿la magia acabó? ¿O qué fue lo que pasó?

¿Fue la presión de la competencia?

¿O la presión de sus padres?

Estando consciente de la respuesta sintió como si estrujaran su corazón. Retiró sus manos y miró hacia el techo.

De eso ya iban casi tres semanas.

«Sé que lo ha notado»

Inició con algo simple, a veces tardaba en responder sus mensajes, pero Peridot le había dicho con toda tranquilidad que entendía que iba a estar ocupada.

Lapis Lazuli solo le sonrió aquella vez, sabiendo que no era una excusa para ignorarla. Tenía tiempo, el suficiente; los entrenamientos solo consumían un par de horas a la semana y lograba organizarse para sus trabajos escolares.

No era nada de eso.

Eran ellos.

—No puedes ignorarlo y nosotros tampoco podemos ignorarlo.

¿Puedo amarte? | LapidotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora