Capítulo 19 • Recuerdos Del Pasado •

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𝐒𝐚𝐛𝐞 𝐐𝐮𝐞 𝐇𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐂𝐨𝐧 𝐋𝐨𝐬 𝐍𝐨𝐯𝐚𝐭𝐨𝐬

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Acepte, ya no hay vuelta atrás. No podría pasar nada malo ¿O si? Después de todo ¿Qué más podría ser peor que estar setenta años congelada?

—No creí que vinieras tan pronto —comentó Fury, con su mirada fija en mí—. Primero, necesitamos que nos muestres tus habilidades de combate y otras cosas.

—De acuerdo, no habrá problema. Fury, ¿puedo hacerte una pregunta? —le dije, mientras mi mente seguía atormentada por las dudas.

—Ya lo está haciendo.

—¿Dónde está mi amigo? —pregunté, preocupada. Sabía que apenas lo estaban descongelando, pero no lo había visto desde que desperté.

–Oh el Capitán... – Fue interrumpido.

–El Capitán América esta siendo descongelado ahora mismo en el piso -4 del éste edificio –Ni había puesto atención al agente que estaba a lado de Fury.

Espere, ¿Aparte del éste edificio que de seguro tiene cuarenta pisos hay otros cuatro abajo?

– Es un edificio de cincuenta y cinco pisos; contando los de abajo, son sesenta –Contestó.

–Novata, te presento al Agente Coulson. Él será quien te ayude a ponerte al día– Me lo presentó a lo que saludo con un simple asentimiento de cabeza– Coulson ella es la nueva Roxana Reyven, la chica de fuego también conocida como Agente Fénix.

—¿Agente... Fénix? —Coulson pareció sorprendido, mirándome con curiosidad—. Pensé que era un hombre.

–Lo mismo creí yo, estarás a cargo de ella, no acepto quejas.

–¿Perdón? –Hablamos los dos al mismo tiempo.

–Dije que no acepto quejas. —replicó Fury, cortante—. Ahora, pueden retirarse. Tengo asuntos urgentes que atender.

–¿Chica de fuego? –Lo mire con confusión.

–Le dieron ese apodo por tu capacidad de "incendiar la escena", por aquí.

La evaluación en el área de entrenamiento no fue difícil; había pasado por esto antes, pero esta vez había algo diferente en el aire. La presión de mostrar mis poderes frente a los demás era palpable. Nunca imaginé que mi primer día en la agencia terminaría en un pequeño desastre, pero así fue. Al principio, me sentí confiada mientras me preparaba. Hice un par de ejercicios de combate cuerpo a cuerpo, mostrando que mis habilidades de lucha estaban intactas. Sin embargo, al pasar a la sección de habilidades especiales, el verdadero desafío comenzó.

Concentrándome, traté de convocar las llamas. Pero algo no iba bien. En vez de una chispa controlada, un chorro de fuego incontrolado salió disparado, incendiando por accidente algunos documentos en un escritorio cercano. El papel se volvió cenizas en un instante, y, en un giro del destino, también terminé quemando la corbata de un agente que pasaba justo en ese momento. Su grito de sorpresa resonó por el aula de entrenamiento, lo que hizo que todos los presentes se giraran a mirar.

—¡Lo siento! —exclamé, ruborizada, mientras intentaba apagar las llamas que ya se habían extinguido, pero el daño estaba hecho.

Mi control sobre el fuego estaba más inestable de lo que había anticipado. La falta de uso durante tantos años había afectado mis habilidades de maneras que nunca imaginé. En un intento de recuperar la compostura, respiré hondo y me concentré de nuevo. Esta vez, los resultados fueron mejores, pero no sin un par de accidentes involuntarios. Un golpe mal dado lanzó una llamarada hacia la pared, dejando una marca oscura que me hizo sentir aún más avergonzada.

Una Agente Diferente || Marvel [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora