Profundo

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- A ver, abre los ojos Fuli ¿Dónde crees que estás en este mismo momento?- Janja le pregunta-

- No lo sé ¿Dónde diablos me trajiste?

- Bien, como no sabes, no me das remedio

Janja le otra golpiza en la cara. A Fuli se le podía apreciar con sangre en su ojo izquierdo, estaba llorando de dolor, rogaba que no le pegara más. Kiara seguia inconsciente, aunque muchas veces Janja trató de que se despierte, no le tocó ni un pelo.

El lugar donde estaban era y no era una cueva, no se podía definir muy bien, de a momentos Janja se reía.

Bajo la oscuridad volvió la entidad misteriosa.

- Oh, veo que ya conoces a esa "cosa sin identidad" Janja ¿Ustedes son amigos? ¿Qué van a hacer conmigo y Kion?

- No es exactamente un amigo, y no pretendemos matarlos, pretendemos hacerlos sufrir, el mismo sufrimiento que me ocasionaron a mí durante tantos años.

- No entiendes el concepto del ciclo de la vida ¿No?

- Tu concepto es totalmente erróneo, no se apoya bajo ninguna raíz ¿Respetarás la vida de los demás animales del ecosistema matando de hambre a los demás?

- Ustedes las hienas, y los demás animales enterrados sólo quieren hacer un caos, acepta la ley.

- ¿No entiendes el concepto de la ley de la naturaleza? El más apto sobrevivirá. Unos son presas, otros son depredadores. No puedes cambiarlo, modificarás todo.

- Siempre tan idiota Janja.

- Piensa lo que quieras, ya no soy el obediente de nadie, especialmente de Kion.

- ¿Qué le hiciste?

- Yo no hice nada, el muy idiota se ahogó en sus penurias. Agradezco que haya perdido su rugido.

- Ya sabes que lo perdió por una causa natural.

- ¿No te enteraste que lo ha perdido gracias a nosotros?

- ¿A qué te refieres?

- Aún recuerdo lo molesto que fue sentir el enorme rugido de él, desde luego, salir volando no era algo muy bueno. Sin embargo, ese día que rugió potencialmente, yo lo intercepté de atrás, por poco se autodestruye, el rugido casi provoca un terremoto, claro, pues golpeó en algo el centro de la tierra.

- Si dices que eso es verdad ¿Cómo es que nosotros como Guardia del León nunca nos enteramos? Estuvimos ahí.

- Menuda falta de memoria que tienes, tú y tu grupo estaban peleando contra los cocodrilos y los chacales. Yo y las hienas contra Kion. Entre todos estábamos como a una distancia de 30 km. Estoy seguro de que al menos un mínimo movimiento en la tierra sentiste.

- No sé si creerte.

- Mira esta oferta, únete a nosotros, y tal vez todos salgamos beneficiados. Imagínate poder comer cuánto quieras sin ningún acto represivo hacia lo que tendría que ser normal. Visualiza al rey derrotado, todo sería nuestro, podríamos crear un reino más justo de lo que es.
¿Tú qué piensas? ¿Crees que vivimos bien como estamos?

- Yo no creo en nada, yo creo en la guardia del león. Jamás traicionaré al ciclo de la vida.

- Lamento decirlo, pero debes saber que la guardia del león está prácticamente desintegrada, hace meses que ustedes no intervienen.

- Deja de inventar cosas por favor. Que no hayamos intervenido no quiere decir que nos hayamos desintegrado.

- No me refería a eso, me refería a que todos están separados.

- Bueno, ya habido mucho tiempo para perderlo, estás hablando conmigo para evitar el salvar a Kion ¿Cierto?

- La verdad que él ya no me importa, me importa el reino ahora.

- Sabes que eso será imposible

- Te equivocas, espera ¿Quién dijo eso?

- El rey, idiota.

- Ah, Simba, majestad, volvió.

- Será mejor que largues a la futura heredera, y a Fuli.

- Hablando de futuras ¿No te has dado cuenta todo este tiempo que Fuli se muere de amor por Kion?

- Nada de lo que salga de tu boca será cierto Janja, sólo quieres distraerme.

- ¿Pues qué dirías si te digo que Kion está aqui?

- Mientes, yo sé que él puede estar en algún punto del río, lo vi. No pude rescatarlo.

- Ohhh, qué lástima. Mejor abre los ojos. Chicos arrojen a Kion.

Sale Kion disparado abajo justo enfrente de la cara de Simba.

La cara de Kion era asombrosa, los ojos estaban muy abiertos, tenía una sonrisa marcada, y parecía como si le hubiera atacado algún pez con dientes filosos. Aún le chorreaba sangre en algunas partes del cuerpo. Y sus patas delanteras estaban petrificadas levantadas hacia arriba como si fuera un animal antártico de hace 500 años.

Fuli se puso a llorar, replicó por Kion.

Kiara no hizo ningún movimiento.

Simba quedó algo perturbado, se acordó de la muerte de Kopa, una vez más lo mismo le volvió a suceder, la muerte seguía en su vida, aquel cuerpo enterrado creyó haberlo olvidado para siempre.

- No puedes hacer algo así Janja - Le dice Simba-

- Yo no hice nada, agradecele a mi compañero ¿O es que no lo viste?

- Ahí está, la araña volvió - decía Fuli-

- ¿Qué araña?- decía el ser raro-

La araña fue hacia este ser, lo agarró sin darse cuenta, provocó un suceso nunca antes visto. Todo lo que los rodeaba desapareció, el panorama se puso oscuro.

Kiara y Fuli ya estaban libres, Kion desapareció, Janja también.

Fuli y Simba veían esto como una simulación.



Kion y Fuli Un Amor Distinto [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora