Acción Inesperada

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Erwin y Levi, estaban solos en la oficina del mayor.
Levi empapado y oliendo a alcohol, sacó de su bolsillo un pañuelo y empezó a secarse un poco.
Para luego quitarse  su saco y notar que también su blanca camisa ahora estaba manchada de aquel líquido.
Erwin, nervioso y disculpándose una y otra vez con él, también se apresuraba a ayudar al menor a secarse.
—Esto no se va a quedar  así, señor Ackerman, se lo aseguro.... Y de verdad lamento todo esto...—
Luego se apartó de Levi para hacer una llamada.
Levi lo observaba, parecía increíble que apenas esa mañana habían desayunado juntos y había hasta dormido juntos y todo eso, lo tenía ahora metido en aquella situación.
Sentía su cuerpo pegajoso a causa del licor que había sido derramado sobre su cuerpo.
—Iré a cambiarme... trabajaré este día y quisiera iniciar mis vacaciones a partir de mañana—
—Por supuesto... — se detuvo cuando vio a Levi llevando solo su camisa, la que sin estar completamente mojada, se ajustaba muy bien a su esbelto cuerpo.
Erwin también se quitó su saco y lo colgó en el respaldo de su silla, su intento de hablar con alguien por  teléfono había fallado en el primer intento, pero en el segundo intento lo consiguió.
Levi lo vio ir y venir mientras Erwin se aflojaba la corbata de su cuello un tanto nervioso.
Ambos encontrabas sus ojos de vez en cuando y cuando Levi notaba aquello, apartaba de inmediato su vista de él.
Había pasado ya varias semanas desde que Erwin había tomado el control de los hoteles, y en que Erwin había ascendido a Levi en su trabajo.
De ser el recepcionista del hotel, había pasado a ser ahora el secretario de Erwin, y este mientras hablaba por teléfono, no podía evitar mirar al joven que estaba con él en esa pequeña oficina.
Levi también miraba de vez en cuando a Erwin que iba hablando por teléfono de un lado a otro.
Interrumpió lo que hacía para observarlo con atención.
De pronto Erwin cortó la llamada y se volvió a mirar a Levi que se sorprendió un poco cuando Erwin le habló.
—Señor Ackerman, tome sus cosas y acompáñeme. Necesito que venga conmigo a un lugar—
Sorprendido con tan repentina situación, Levi obedeció.
—Si señor— dijo y tomó su saco otra vez y espero a que Erwin lo guiara. Pues no tenía idea de donde iban.
—Petra nos espera en la entrada del hotel, iremos a un salón de té llamado "Loto Negro"... —
¿Al salón? ¿Por qué iría hasta allí? Se dijo mientras salía de la oficina seguido de Erwin.
—Estaré con usted en un minuto, iré por mis cosas en la recepción—
—Bien— dijo Erwin mientras — no tarde, Hanji y Mike nos esperan—
—Claro...—
Todo estaba pareciéndole extraño y sin sentido. Él como su secretario, no había programado citas ni reuniones para hasta después de las festividades.
Al llegar a la recepción todo ya había vuelto a la normalidad. Los usuarios iban y venían por los pasillos del hotel platicando alegres y comentando sobre la decoración del mismo.
Levi sacó su móvil y llamó al salón para preguntar a Farlan e Isabel si alguien había hecho alguna reservación.
—No tuvimos tiempo de informarte, pero unos tipos llegaron aquí pidiendo una mesa en el salón vip. Pagaron al momento de hacer la reservación. De eso hace poco más de una hora y ahora están  ahí esperando a que tu jefe llegue— decía Farlan.
Levi empezaba a recoger sus pertenencias mientras hablaba con Farlan.
—Voy a pedirte un favor, en este momento estoy de camino al salón con el señor Smith... sé que sonara estúpido pero no digan que el local es mío, trátenme como siempre, como un cliente más.
—Como digas... ¿pero por qué? —  dijo.
Levi empezó a caminar en dirección a la salida del hotel, y podía ver a Erwin que lo esperaba ya dentro del coche y a Petra esperando para poder marcharse al salón.
—Te lo contaré esta noche. Una vez que cierren el salón tú e Isabel vayan al departamento, mañana inician mis vacaciones.  Nos vemos luego Farlan— dijo y cortó justo cuando el portero abría las puertas para que Levi saliera.
—Lamento la espera— dijo y subió al coche junto a Erwin, y Petra cerraba la puerta tras él.
—No se preocupe. Si lo cité tan repentinamente  a esta "reunión" es porque quiero asegurarme de que usted estará bien y no habrá represalias respecto a lo que ocurrió hoy en el hotel— dijo Erwin.
Levi miraba a Erwin y lucía preocupado.
— ¿Qué pueden hacer esas mujeres? — preguntó Levi dando a entender que podía arreglárselas por sí solo.
Erwin entendió el mensaje entre líneas de Levi "no necesito su ayuda"  e hizo una mueca de intento de sonrisa.
—No dudo de su capacidad de poder defenderse de lo que sea, pero estas mujeres son un poco "vengativas" ya en el pasado se encargaron de...—
Erwin guardó silencio repentinamente.
— ¿Señor Smith? — preguntó Levi al ver que Erwin dejaba de hablar.
—Pronto lo sabrá— dijo de manera cortante — de momento espere a que lleguemos a aquel salón. Ahí le explicaré algunas cosas—
Levi guardo silencio y miró por la ventana. Después de todo no era su problema lo que esas mujeres hicieran.
En cosa de minutos la puerta de la parte de atrás del vehículo se abría para que ambos hombres bajaran del mismo.
Erwin bajó y acomodo su ropa momento después, lo mismo hizo Levi.
—Te llamaré cuando terminemos aquí Petra— dijo Erwin y Petras regresó al coche para perderse de vista entre los demás que circulaban por las calles a esa hora.
Erwin empezó a caminar hasta la entrada del salón seguido de Levi que iba muy cerca de él, pero sin invadir el espacio personal del rubio.
Al entrar, rápidamente eren los recibió en la entrada y se encargó de los abrigos de ambos hombres.
—Bienvenidos señores—
Erwin regresó el saludo, mientras que Levi solo hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo.
Por lo visto, Farlan ya había informado a todos de la orden de Levi.
Erwin se acercó al mostrador donde Farlan e Isabel esperaban a Levi.
—Bienvenidos al salón de té "Loto Negro" — saludaron ambos jóvenes.
—Buenos días— respondió también Erwin, y luego preguntó — tenemos una reservación a nombre de Hanji Zoe  ¿Ya han llegado? —
—Síganme por favor caballeros— indicó Isabel y los guio al segundo piso para llevarlos a la sala de eventos que el salón tenía.
Una puerta de roble con un elegante letrero indicaba que habían llegado.
"Sala de eventos"
Isabel abrió la puerta, y una amplia y elegante sala los recibía.
Al fondo en una esquina, había una pantalla desplegable. Repartidos por el borde del salón, había varios parlantes sostenidos en sus respectivos trípodes que complementaban con la pantalla.
Cortinas de color carmesí cubrían las paredes del lugar dando así la impresión de tener enormes ventanales.
Pequeñas luces rodeaban el borde el blanco techo, y en el que en centro había una hermosa lámpara de araña que colgaba iluminando también el lugar.
Las mesitas que estaban esparcidas por el salón, eran todas circulares cubiertas de un blanco mantel y en que hermosas flores de diferentes variedades las hacían lucir armoniosas.
Las blancas sillas, no tenían brazos, pero lucían realmente cómodas.
En una de las mesas estaban Hanji y Mike, y ambos tenían semblantes serios. Por su parte Erwin estaba maravillado con el lugar.
—Es un lugar muy bonito ¿no lo cree así señor Ackerman? —
"Por supuesto que lo es. ¿Quiénes cree que lo decoraron?" se dijo.
—Lo es... es un espacio muy elegante— respondía Levi fingiendo asombro.
Una vez que llegaron a la mesa con Hanji y Mike, estos de inmediato empezaron a hablar.
— ¿Qué harás al respecto Erwin? Sabes que esas mujeres intervinieron antes en tu vida—
—Disculpen...— dijo de pronto Isabel y todos se volvieron a verla — puedo traer su orden en este momento, o si lo desean, puedo hacerlo cuando lo consideren apropiado— la muchacha estaba nerviosa.
Hanji pareció desconcertada por un momento hasta que luego recordó que había ordenado algo antes de que Erwin y Levi llegaran.
— ¡Oh, es cierto! — Dijo y luego sonrió nerviosa — por favor sírvanos, ya que estamos todos no hay razón para seguir esperando— añadió mirando a los demás.
—Enseguida— dijo ella haciendo una leve reverencia y luego se marchó del salón.
Levi sentía que no encaba e aquel grupo de personas. Hablaban sobre el incidente de hacía ya un rato pero no sabía qué demonios hacia él ahí.
Erwin al notar aquella expresión en Levi, aclaró:
—María, la que lanzó la copa de licor sobre usted, fue mi esposa por conveniencia hace unos años. Mis padres me obligaron a casarme con ella cuando apenas éramos unos muchachos— dijo.
Levi no entendía nada ¿Por qué estaba contándole sucesos de su vida personal? ¿Qué tenía eso que ver con él y con el incidente?
—Mis padres esperaban que le diera nietos, sin embargo eso jamás sucedió. Por ahora olvidemos la razón de eso, pero es necesario que sepa esta historia para que mi madre y María no tomen desprevenido señor Ackerman—
Hanji y Mike escuchaban en silencio el relato de Erwin.
—Sé que es extraño que le cuente todo esto pero es necesario para que sepa qué clase de personas son mi madre y María. Como le expliqué antes, mi madre me obligo a casarme con María por conveniencia, sin embargo, ese matrimonio no duro más de seis meses. En ese momento dejé el hogar que compartía con María y el haberlo hecho me costó casi la vida.
"Tras el fracaso de aquel matrimonio, María se encargó de todos supieran la razón del fallido matrimonio y debido a eso ha sido difícil cumplir mis metas. E incluso la compra del hotel fue algo que realmente nos costó mucho conseguir... a lo que quiero llegar señor Ackerman es que María y mi madre no lo dejaran en paz a partir de ahora. Puede contar conmigo para lo que necesite, mi madre se encargara de hacerle la existencia imposible y María es cómplice de sus caprichos. Tanto María como mi madre son personas perversas señor Ackerman. Seguramente mi madre envió a alguien a seguirme y le contó que anoche pase la noche en su apartamento..."
— ¿Por qué se molestaría por algo tan irrelevante como eso...?— preguntó Levi mirando a Erwin.
—Mi madre tiene el estúpido pensamiento de que toda persona que se acerca a mí, es por interés monetario. Le aterra quedarse sin un peso en el bolsillo—
—A partir de hoy, usted señor Ackerman, deberá cuidarse de esas mujeres, son de temer no las subestime. Y recuerde esto: si esas mujeres hacen algún movimiento en su contra es porque ya lo etiquetaron como una amenaza para ellas—
Las cosas empezaban a tener sentido. El día en que se conocieron María, había siso asaltada, Levi la había ayudado y había llamado "querido" a Erwin.
—Si algo llegase a pasar, si recibe algún tipo de amenaza, por favor notifíquemelo de inmediato. No quisiera que su vida se cruzara con la de ellas...—
El móvil de Erwin sonó en el momento en que Isabel tras llamar a la puerta de la sala de eventos, entro con un carrito en que traía la orden que Hanji había hecho momentos antes.
Tras servir el pedido, Isabel abandonó la sala y Erwin regresaba a su silla junto a Levi.
—Lo noto nervioso ¿sucede algo? — preguntó Erwin.
—La verdad es que me siento un poco incómodo, tanto con lo que me ha contado... pero más me incomoda lo mal que debo oler debido al licor... quisiera poder bañarme y cambiar mi ropa...—
—En cuanto a eso— interrumpió Erwin — ya me encargue de ese pequeño problema, de momento necesito que esté al tanto de cómo son esas mujeres—
Su semblante por primera vez desde que lo conocía, lucia aterrador en verdad.
"Debe ser realmente importante lo que me ha contado como para ponerse así" pensaba al mirar a Erwin.
—Quisiera al menos poder lavarme... de verdad siento que apesto...—
Los tres lo miraron y empezaron a reír ante las palabras de Levi.
Él los miró sin entender la razón para que se rieran de él hasta que Hanji habló:
—Me impresiona que le preocupe más el hecho de estar empapado en algún licor que su integridad—
—Por favor no se moleste, de ninguna manera nos burlamos de usted, es solo que es increíble que se tome la situación con tanta calma—
Sin decir nada, Levi se levantó de la mesa.
—Si me disculpan — dijo — iré a lavarme—
Los demás guardaron silencio al verlo que se iba tan serio de la mesa.
—Señor Ackerman...— llamó Erwin levantándose de su silla.
Pero Levi, simplemente lo ignoró.
En la primera planta Farlan e Isabel, se acercaron a Levi de manera discreta.
—Apestas a alcohol—
—Un pequeño incidente en el trabajo... quisiera cambiarme la ropa pero eso sería demasiado sospechoso... solo usare el baño de momento—
—Ese hombre con el que llegaste es apuesto Levi... ¿es de tu tipo? —
— ¿Qué estás diciendo? — sonrió y revolvió con cariño el cabello de Isabel.
Ya en el baño,  y con el torso desnudo, apoyado en el lavabo y mirándose en el espejo, las palabras de Isabel rondaron por su cabeza.
Hacía mucho tiempo que no sentía desconcertado y atraído por alguien. Ese hombre había aparecido de la nada y aunque lo ocultaba, ese hombre lo inquietaba de alguna manera.
Su móvil, sonó mientras estaba en el baño. Era Erwin.

Té Para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora