Confesión y Problemas

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Este capítulo lo escribí el mismo dis que actualicé al cap anterior espero les guste, no se cuando actualizare otra vez

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Este capítulo lo escribí el mismo dis que actualicé al cap anterior espero les guste, no se cuando actualizare otra vez.

La lengua de Levi, acariciaba el falo que llenaba su boca.
Erwin quitó su miembro de Levi por un momento para poder quitarse el pantalón. Pero Levi parecía ansioso, se levantó y se metió entre las piernas de Erwin, que acababa de sentarse en el borde de la enorme cama.
—Ah...—
Levi metió el miembro de Erwin en su boca una vez más. Sus labios presionaban con suavidad y Erwin empezaba a soltar gemidos placenteros, los que se mezclaban con los obscenos sonidos que hacía Levi cuando el miembro de Erwin entraba y salía de su cavidad.
El pantalón del rubio se deslizó por la cama hasta caer junto a Levi,  y la hebilla golpeaba la alfombra con un sonido sordo.
Erwin se puso de pie, empezó a mover su cadera con suavidad, cuidando de no ahogarlo con las embestidas que él daba a la boca de Levi.
De vez en cuando sacaba su gruesa hombría para que Levi pudiese respirar, y en esos descansos, Erwin aprovechaba para quitar el cabello del moreno y acariciaba aquella carita sonrojada por el alcohol.
Finalmente, acabó descargando en la cavidad contraria y se apresuró a limpiar la comisura de la boca de Levi.
Se arrodilló ante él, que estaba sentado sobre la alfombra limpiando su boca y esperando a que su respiración se calmara.
—¿Se encuentra bien señor Ackerman? —
Levi levantó su mirada hacia Erwin y lo abrazó. Se sentía cálido entre sus brazos, y Erwin también respondió al gesto.
Abrió las mantas de la cama, y luego lo levantó del suelo con cariño. Lo dejó sobre la cama y cubrió ese pequeño cuerpo.
En su mente, aunque le hubiera gustado llegar aún más lejos con Levi, pensó que, de momento, ya era suficiente.
Sin embargo, Levi no parecía querer detenerse, y asaltó la boca frente a él.
Empujó a Erwin sobre la cama y se montó a horcajadas de Erwin para empezar a empalarse por su propia cuenta.
El placer que Erwin estaba sintiendo, se expresaba en los temblores de su cuerpo y sus gemidos.
Erwin, llevó sus manos hasta la cadera de Levi, tratando de detenerlo, realmente Erwin deseaba hacerlo suyo, pero no de ese modo. Pues sabía que quizás el moreno no recordaría nada de lo ocurrido y no sabría que explicación dar para salir de la situación.
—Señor Ackerman... por favor... no me haga esto...—
Levi empezó a darse de sentones cuando su cuerpo se acostumbró a la intromisión.
—Señor Ackerman... no puedo hacer esto... no de este modo— su hombría entraba hasta el tope, pues el trasero de Levi engullía todo.
En un momento de espasmo, Levi, se abrazó a Erwin que, trataba en vano de detenerlo. Aunque su cuerpo reaccionaba a las acciones del menor, él seguía insistiendo que no deseaba hacerlo con él bajo la influencia del alcohol.
El miembro de Erwin dolía de lo excitado que estaba, no podía detener las sensaciones que Levi estaba causando en él.
"Por favor perdóneme señor Ackerman”
Erwin, terminó por rendirse. Por más que luchara no había forma de reprimir sus emociones.
Sin salir del interior de Levi, volteó la situación y ahora era él quién quedaba sobre Levi.
Separó un poco más las delgadas piernas del joven, y empezó a dar estocadas profundas y a cada una de ellas, tanto su expresión como la de Levi, cambiaban.
Los jadeos y respiración difícil por parte de ambos, inundaban la habitación, Erwin besaba aquella boquita, para seguir con el delgado cuello y deleitar su boca con los endurecidos pezones del moreno.
Por su parte, Levi hacía lo suyo. Acariciaba el cabello húmedo de Erwin, besaba la blanca piel del cuello del rubio, sus manos acariciaban la ancha y tonificada espalda del otro mientras soltaba sus gemidos placenteros en el oído de Erwin.
Para poder entrar más profundo en Levi, Erwin levantó una de las piernas del joven y la puso sobre su hombro, y depositaba besos en ella acompañados de las estocadas que este le daba.
Las estocadas aceleraban y se volvían más profundas.
—Quiero poseerlo como es debido — susurró en el oído y lo puso de espaldas a él.
Una vez más sus enormes manos se posaban suaves sobre la delgada cadera frente a él.
Volvió a embestirlo, y apoyaba la acción   ayudando a la cadera del menor a empujarla contra la suya.
Las embestidas no cesaban y ambos buscaban la posición en las que podían sentir aún más placer.
Las manos inquietas de Erwin, recorrían toda aquella anatomía, pasando por los pezones, los brazos, el cuello, el torso, las piernas...
—Ah...— los gemidos de Levi eran callados con los besos de Erwin, que estaba disfrutando al joven.
—Señor Smith... por favor... más...—
Erwin era consciente de que, al estar ebrio, en la mayoría de las personas, las ganas de tener sexo aumentaban considerablemente  y él en su momento, lo había experimentado y lo había vivido en muchas otras ocasiones. Sabía muy bien que era difícil satisfacer a alguien embriagado cuando se trataba de sexo.
—Por favor bésame...— pidió suplicante Levi, y se levantó para que su espalda se encontrara con el torso de Erwin, y alzo su rostro rodeando por el cuello al rubio para que este lo besara.
Erwin aumentó la velocidad de las estocadas, estaba llegando al límite y con una última profunda embestida, se apresuró a intentar salir del interior del menor y terminar fuera de él, pero Levi se lo impidió.
—Hágalo dentro de mí... por favor...—
Erwin, sin poder contenerse otra vez, una vez más descargo su esencia en Levi.
Los temblores en el cuerpo de ambos hombres era la prueba contundente del orgasmo que acababan de tener.
Levi soltando un alarido glorioso de placer, y Erwin, mordiendo suavemente el hombro del menor.
Erwin salió al fin del interior de Levi, y sostuvo a L muchacho entre sus brazos unos momentos antes de ir a darse un baño.
Como Levi seguía bajo los efectos del alcohol, Erwin se ocupó de él.
El café ya estaba frío y el pan blanco fue olvidado en la bandeja que estaba sobre el carro que había traído el personal de servicio a la habitación.
Una vez que salieron del baño, Levi se quedó dormido apenas su cuerpo hubo tocado las suaves sábanas de la cama de Erwin.
Éste, fue por un vaso de agua antes de regresar al cuarto y meterse en la cama junto a Levi.
Apagó del todo la luz de la habitación y ahora solo la luz de la ciudad se colaba por la división de las cortinas.
Sin embargo, Erwin no sospechaba que la acción de esa noche había sido registrada por alguien que los observaba desde afuera.
Erwin no podía apartar la mirada del dormido rostro de Levi. No podía creer que lo había tomado, aunque en contra de su voluntad.  Y menos aún podía creer, lo diferente que podía llegar a ser bajo los efectos del alcohol.
Las horas pasaban, y finalmente Erwin cayó dormido también.
El reloj, sonó como de costumbre en la mesita de noche de Erwin, pero el lugar de que él despertara ante el estruendoso aparato, era Levi quien abría sus ojitos con lentitud y tratando de enfocar en donde se encontraba.
Se sentó en la cama restregando sus ojos al mismo tiempo que las mantas se deslizaban por sus desnudos hombros.
Reconoció el lugar, y miro a su lado.
—Ah... ¿qué demonios fue lo que hice anoche...? —
Era la primera vez que el alcohol causaba estragos en él, solía tener mucha resistencia a la hora de beber, pero, quizás el estrés, cansancio y sus propios pensamientos lo habían agobiado y había terminado rendido ante el licor.
Era consciente de todo lo que había hecho, de cómo suplicó a Erwin que lo tomara, de cómo guio las manos del mayor a su cuerpo para que lo tocara...
—Mierda...—
A su lado Erwin seguía dormido y sus rubios cabellos caían por sobre su rostro. Ante aquella vista, Levi no pudo evitar sentir un fuerte latido en su pecho. Ese hombre que ahora yacía tranquilo junto a él, lo había provocado para que este perdiera el control y lo poseyera.
Cubrió su rostro con ambas manos y apoyó sus codos en sus rodillas que se flexionan a la par con sus brazos.
La cadera le dolía. Era mejor largarse antes de que Erwin despertara. Sin embargo, volvió a meterse entre las mantas y se abrazó al mayor. Se quedó así por un rato hasta que Erwin despertó desperezándose un poco y de inmediato su mirada dio con la de Levi, que aún seguía mirándolo.
—Buenos días señor Smith...—
—Buenos días señor Ackerman... espere, estoy soñando ¿verdad? — dijo y restregó sus ojos, para parpadear varias veces y convencerse de que todo aquello no era nada más que un sueño.
—No— respondía Levi — no está soñando. Anoche fue a buscarme a aquel antro y me trajo aquí... y anoche usted y yo...— no acabó la frase, sentía vergüenza de su comportamiento.
Cubrió su rostro con las manos.
Erwin no daba créditos a sus oídos.
Se pellizco la mejilla queriendo creer que todo era un sueño, pero el ardor al pellizcarse, conformaban las palabras de Levi.
Entonces llevó una de sus manos hasta Levi que seguía oculto detrás sus manos, y las apartó de aquella carita que lucía apenada.
Al notar la mirada del mayor en él, Levi cambio su expresión a seria pero nerviosa a la vez.
—Lo siento señor Smith... lo obligué a tener sexo conmigo, lo arrastré a esto... por favor perdóneme — dijo y se sentó de espaldas a Erwin en el borde de la cama con la intención de largarse y alegando que todo habían sido su culpa y que a él no le reclamaría por nada, pero Erwin,  al escuchar esas palabras entendió sin que Levi dijera algo más, que el muchacho estando ebrio, había estado consciente de todo lo que había pasado la noche anterior.
Se sentó también en la cama detrás de Levi, y suspiró un poco más aliviado.
—No tiene que disculparse, pude haber sido más fuerte y haberme negado, pero... había soñado tantas veces con lo que sucedió anoche... que acabe aprovechándose de su vulnerabilidad para llevar cabo lo que hice...—
—Lo que yo hice...— lo interrumpió y corrigió el moreno —yo provoqué todo esto después de todo...—
Levi seguía de espaldas a él.
—...pero yo quería hacerlo... quería que usted...— le costaba poder decir aquello, pero sentía que debía ser honesto — sabía que aquella vez que me llamó a su despacho usted había estado soñando conmigo, pues lo oí decir no nombre mientras usted se...—
Erwin, se quedó en shock.  No esperaba que Levi lo hubiese descubierto, pero no dijo nada. Esperó por si Levi quería seguir hablando.
—Cuándo entré lo vi dormido sobre su escritorio y que pronunciaba mi nombre, y cuando me acerqué, vi que se masturbaba y me llamaba una y otra vez... nunca estuve ebrio señor Smith, nunca me he embriagado, tengo buena resistencia al alcohol... pero esta vez fue mi primera vez ebrio... el plan era que no iba a embriagarme, pues quería recordar absolutamente todo lo que ocurrió… no se me ocurrió otra forma de poder estar cerca de usted... de verdad lo siento, no quería hacer esto, pero...
Erwin finalmente pudo respirar completamente tranquilo. No había nada de lo que arrepentirse.  Kuchel le había mencionado que el muchacho era tímido para expresar sus sentimientos y que normalmente no sabía cómo manejar los asuntos del corazón.
Sonrió ante ese fugaz recuerdo con Kuchel.
Levi se puso de pie decidido a irse, pero Erwin lo sostuvo de la muñeca obligándolo a caer sobre la cama.
Erwin lo abrazó.
—No estoy molesto en lo absoluto. Pero desearía que, si quiere algo de mí, por favor pídamelo directamente... me atormentaba... pensar que fui un egoísta al aprovecharme de su estado...— dijo abrazando y acariciando con cariño la negra melena del joven —no me molestaré si no quiere volver a verme... y si lo desea, puedo transferirlo a otro de los hoteles en donde no tenga que verme nunca más...—
Sus ojos ardieron. No volver a verlo, era mejor a tener que verlo todos los días y ver su mirada de repudio u odio o asco.
El timbre del ascensor obligó a Erwin a separarse de Levi.
Ambos hombres se miraron.
—Ahora vuelvo, debería dormir un poco más, lo llevaré a su apartamento luego—
Erwin se levantó de la cama tras una caricia en el mentón de Levi.

Al llegar hasta el Hall de entrada se encontró con los guardias de seguridad del hotel y con su madre.
—¿Que estás haciendo aquí? — dijo y miró luego a los guardias.
—Esta mujer tiene prohibido entrar a éste o a cualquier otro de mis hoteles —
Por segunda vez el timbre del ascensor sonó y por las puertas de éste aparecía Mike, y con el traía una tableta.
Tanto Erwin como la mujer y los guardias miraron al recién llegado.
Por su parte, Levi oía a lo lejos la voz de Erwin y que este sonaba enojado.
Se levantó de la cama, y desnudo fue hasta la puerta, la que abrió solo un poco, conocía a una de todas esas personas que estaban allí.
—Esos son los guardias del hotel… y el de ahí es el señor Zacharius… pero ¿quién es esa mujer? — no recordaba haber visto antes a la mujer.
Se puso a cuatro patas para espiar sin que lo notaran.
—¿Tienes idea de lo que acaba de suceder? ¿Cómo pudiste hacer tal aberración? —
La mujer agitaba las manos y señalaba a Erwin con dedo acusador.
Erwin no entendía que estaba sucediendo, y mucho menos de que estaba hablando esa mujer.
—¿De qué estas hablando? — quiso saber Erwin, pero no fue su madre quién respondía.
—Creo que puedo responder a tu pregunta Erwin, será mejor que te pongas al corriente, afuera esta la prensa y querrán acapararte—
Se adelantó Mike, y la mujer resoplaba furiosa y se cruzaba de brazos, al tiempo que pateaba fuerte el suelo con su zapato de tacón de aguja.
Entregó la tableta a Erwin para enseñarle un video que había empezado a circular hacía unas horas en internet.
Él, teniendo sexo con un hombre. No con cualquier hombre, sino con su secretario.
Erwin palideció, lo último que necesitaba después de una noche increíble era causar problemas a Levi.
El timbre de un celular, hizo que todos miraran en dirección al dormitorio de Erwin.
Levi se levantó rápidamente y fue a mirar entre su ropa y al encontrarlo en el bolsillo de su pantalón, lo sacó y lo apagó sin ver quien lo llamaba.
Volvió a la puerta que estaba entre abierta y vio a Erwin de espaldas aún a la habitación.
Con un gesto de la cabeza, el rubio indicó a los guardias que se llevaran a la mujer y ordenó a Mike a ir con él a su despacho.
—Está ahí ¿verdad? — chilló la mujer soltándose de los guardias —ese bastardo está ahí ¿no es así? — señaló hacia la habitación.
—Vete madre, no es de tu incumbencia a quién llevo a la cama— dijo dando la espalda a la mujer — vete por favor, la próxima vez no seré tan amable para pedirte que te retires—
Esta vez sentenció que, si permitían que entrara otra vez, los despediría, así que los guardias se aseguraron de llevársela y de cuidar de que no volviera a entrar al hotel.
Una vez se cerraron las puertas del ascensor, Erwin se volvió a Mike y sin palabras confirmó que Levi estaba en su cuarto.
—Espérame en el despacho… ahora voy—
En la habitación, Levi regresó a la cama antes de que Erwin entrara.
Vio a Erwin entrar con la tableta en su mano, Levi se apartó un poco para dejarle espacio en la cama. Erwin se sentó junto a él.
—Señor Ackerman… lamento todo esto… es mi culpa…— dijo y le enseño la tableta.
Ahí, cogiendo como animales en celo, estaban él y su jefe.
—No sabía que estaban grabando lo de anoche… pero me aseguraré de que nadie se entere que usted es el del video—
Levi estaba aterrado, gateó por la cama hasta llegar otra vez con su pantalón, y saco su celular otra vez y lo encendió.
Erwin cubrió su boca al ver el trasero levantado de Levi, que seguía sosteniéndose con sus rodillas y su brazo sobre la cama, mientras observaba su móvil con su mano libre.
Farlan había llamado, y devolvió la llamada a su amigo.
Se sentó sobre sus piernas, mientras esperaba que su amigo contestara.
—Levi… ¿Dónde demonios estás? ¿Ya viste el periódico y el internet? —
—Sí… acabo de ver el estúpido video…— se volvió a mirar a Erwin que trataba de mantener la compostura.
—Eres tu el del video ¿cierto? — el tono de Farlan sonaba preocupado.
—Sí… soy yo…—
—¿Tienes idea de lo que pasará ahora? Esa familia te hará la existencia un infierno… ¿no leíste el informe que te di de esa familia? Levi… arruinaran tu vida—
—Farlan, hablamos luego ¿sí? Voy para allá en este momento…—
Cortó la llamada.
—Debo irme… esto también es mi culpa… la advertencia que hice ese día… no es en vano— dijo empezando a vestirse presuroso — su familia no es la única con influencias, si su familia intenta algo contra mí, sepa que responderé, y no me importará nada—
Estaba pasando tantas cosas a la vez que era difícil poner en orden los pensamientos.
—Si mi familia intenta algo contra usted…— dijo Erwin levantándose y tomando con cariño la muñeca de Levi, quién estaba poniendo sus tennis y se levantó para quedar frente a Erwin.

Té Para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora